Manzana Prohibida 18+

Siempre creí que amaba a mi esposa, porque teníamos buena comunicación entre nosotros. Me comportaba como un hombre que quería a su familia y que trabajaba en la empresa que fundó mi difunto padre, empresa que compartía con mi hermano Dinis, hermano mellizo.

Pero todo comenzó cuando mi cuñada, Caterina, me miró. Esa mirada hizo que me volviera loco por tenerla, hacerla mía hasta que se olvidara de Dinis.

Sabía que mis deseos traerían consecuencias mucho más que peligrosas, pero aun así estaba dispuesto a caer en ellas.

"Derechos de autor"
No son hechos reales.