Material comprometido por encargo 18+

Me llamo Emma y mi profesión es inusual para la mayoría de la gente. Pero para mí tiene algo de romántico. Al fin y al cabo, no todos los trabajos te proporcionan un montón de emociones, aventuras y, lo más importante, unos cuantos ceros más en tu cuenta bancaria. Algunos me llaman estafador, otros timador, algunos incluso detective, pero yo sólo hago lo que me piden mis clientes. En mi mente, me llamo a mí mismo una basura.
Entre mis clientes suele haber mujeres que quieren sacar a la luz la infidelidad de sus maridos, hombres de negocios que buscan trapos sucios de sus competidores y, a veces, hombres dispuestos a pagar por vigilar a sus esposas las veinticuatro horas del día.
Pero otro encargo puso mi vida patas arriba. Y todo porque lo conocí a ÉL.