No intentes ocultarlo

Después de los continuos traslados a los que su familia la obliga a someterse, Bibiana Martín llega a su límite y decide confrontar a sus padres a sabiendas de su obstinada respuesta. Cuando una vez más obtiene una negativa por su parte, empieza a sospechar que no le están contando toda la verdad. Ellos creen que han aplacado sus dudas con argumentos vacíos y repetitivos, pero lo cierto es que dista mucho de la realidad, y des afortunadamente no es de las que se quedan sin actuar.

El presentimiento de que algo malo está por ocurrir no la dejará en paz ni un segundo, pero ella seguirá avanzando sin temor a lo que venga.
Al fin y al cabo los secretos no pueden permanecer ocultos por mucho tiempo.

Ay Bibiana.... es que ¿no te han dicho que la curiosidad mató al gato?