Tal vez,si. 18+

¿Alguna vez escuchaste una historia de hermanastros que se aman... y terminan felices para siempre?
Yo tampoco.
Tenía seis años cuando escuché por primera vez que ese tipo de amor era imposible. Una compañera de primaria confesó que le gustaba el hijo del novio de su madre. La maestra, horrorizada, le dijo que si Dios los había unido como hermanos, jamás podrían ser algo más.
Esa frase se me quedó grabada. Y con el tiempo, también se volvió personal.
Porque desde que tengo memoria, estoy enamorada de Liam, el hijo de mi padrastro.
Lo que empezó como un simple capricho infantil fue creciendo en silencio, alimentado por lo prohibido, por todo lo que nos dijeron que no debía ser.