Luna plateada

Me quedo en silencio, con el pecho apretado. No lo digo para nadie, solo para mí… pero las palabras salen como un susurro ahogado: **“Amé con la fuerza de un río desbordado, creí en promesas que hoy son cenizas, y en tus abrazos hallé la daga, el filo cruel que partió mi vida. Tus promesas, juradas bajo la luna, se volvieron humo en mis manos vacías, y la traición me dejó desnuda, con una herida que nunca se olvida. Pero aún en este dolor tan hondo, el amor insiste en no morir. Late en mis huesos, arde en mi piel, como un fuego que nadie podrá extinguir.”** Me quedo callada después, como si hubiera confesado un secreto al universo. Y aunque me duela, sé que mi corazón, aún roto… sigue vivo.