Matias R Cisneros

23.03.199? MDQ, Bs.As, Arg. Me apasiona que cada lectura tenga un propósito único y que conduzca a giros inesperados, a momentos que sorprendan de verdad. Quiero crear historias impredecibles, pero que siempre tengan coherencia y no se sientan forzadas. Mis crónicas están pensadas y estructuradas con firmeza, cuidando cada detalle para que la trama sea sólida y nunca pierda sentido. Cuando propongo un título llamativo o una temática fuerte, mi compromiso es construir una historia que esté a la altura de esa promesa. Creo en desarrollar tramas trabajadas y bien elaboradas que cumplan con lo que ofrecí. Los personajes también son esenciales. Me esfuerzo para que cada uno sea distinto y memorable, ya sean protagonistas o antagonistas, héroes o villanos. Quiero que los personajes se ganen el cariño o el respeto de quien lee, y que sean recordados y extrañados al final de la historia. Para mí, tienen tanto peso como el conflicto central y la trama misma. Me gusta alternar entre personajes y tener historias donde diferentes protagonistas y antagonistas aporten perspectivas y valores importantes. No quiero que la historia se centre solo en uno o dos personajes mientras el resto queda relegado. Mis protagonistas tampoco responden al estereotipo habitual; busco que, más allá de su apariencia, ganen el respeto y reconocimiento del lector. Sobre las "secuelas": deben planearse desde el inicio (opinión personal), pero si decido crearlas después, reviso cuidadosamente la historia original. Así, puedo insertar referencias que le den mayor profundidad a la nueva entrega. Y para terminar: ¡me encantan los crossovers! Disfruto entrelazar diferentes historias y personajes de forma orgánica, creando un universo donde todo se conecta. Esto es lo que me gusta y por lo que trabajo; haré todo para que disfrutes cada historia tanto como yo al escribirla.

Seres Sanguíneos

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En el Abismo Plasmático, el mundo está dividido entre dos fuerzas en constante tensión: los Plasmáticos y los Sanguíneos. Este es un universo industrializado y sombrío, donde las antiguas usinas plasmáticas fueron una vez símbolos de prosperidad y energía, pero ahora yacen corroídas y olvidadas, convertidas en refugios de los marginados y en escenarios de conspiraciones secretas. Los pueblos, como el decadente Pueblo Plasmar, son dominados por sistemas de control totalitario donde cada habitante es vigilado, y el miedo es el eje que mantiene el orden. La Mandataria Marta, en su obsesión por la pureza de los Plasmáticos, ha iniciado la brutal Purga Sanguínea, desatando la caza de los Sanguíneos bajo la creencia de que representan una amenaza a la estabilidad de su sociedad.