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Soy una persona tímida e introvertida, que encontró en la escritura un refugio. Aunque se que no soy perfecta en ello, cada poema y cada historia, incluso las que dejé inconclusas, fueron y son el motor de mi vida. A través de las palabras aprendí a crecer, a sanar heridas y transformar el dolor en algo que ayude a seguir adelante.
escribo porque siento demasiado. Porque a veces el mundo pesa y necesito soltar lo que llevo dentro para no ahogarme. En mis textos está mi tristeza, pero también mi manera de ver la vida, mi esperanza y mis aprendizajes.
Hoy, miro hacia atrás y reconozco en cada línea que escribí: en la culpa que aprendí a soltar, en la bronca que aprendí a calmar, y los recuerdos que, aunque duelen, también me hicieron ser quien soy a pesar de ello. La escritura no es solo un pasatiempo; es mi manera de resistir, de enfrentarme y de compartir una parte sincera de mí con quienes se crucen con mis palabras.
escribo porque siento demasiado. Porque a veces el mundo pesa y necesito soltar lo que llevo dentro para no ahogarme. En mis textos está mi tristeza, pero también mi manera de ver la vida, mi esperanza y mis aprendizajes.
Hoy, miro hacia atrás y reconozco en cada línea que escribí: en la culpa que aprendí a soltar, en la bronca que aprendí a calmar, y los recuerdos que, aunque duelen, también me hicieron ser quien soy a pesar de ello. La escritura no es solo un pasatiempo; es mi manera de resistir, de enfrentarme y de compartir una parte sincera de mí con quienes se crucen con mis palabras.