Nacho Gasco

No recuerdo cuando fue que se desató mi pasión por el fútbol asique voy a decirles que nace desde que tengo uso de razón, crecí en una familia muy fútbolera donde mis padres se conocieron por compartir los colores blanco y rojo del Club Atlético Fernandino, institución donde jugué al baby fútbol y algunos años en inferiores, cuadro al cual soy hincha y lo seré también hasta que tenga uso de razón...  Con 19 años de edad hice mi primer curso como orientador de fútbol infantil, Fernando Bareño y Nelson Moreira me dieron la oportunidad de colaborar en el club Nacional de Fútbol infantil. Comienzo a "trabajar" con los niños más chiquitos del club, los cuales acompañe  hasta que egresaron del baby fútbol. Casualidad o causalidad en ese tiempo se formó un proceso de trabajo.  Haber podido insertar mis ideas no fue de un día para otro, además de la responsabilidad que esto conyeba no me olvido lo importante que fué madurar junto con el grupo, no solo los chicos aprendían, yo tuve que aprender a enseñar entre otras cosas de que forma ellos absorvian mejor los conocimientos que trataba de inculcar. Aprender junto a ellos llevó su tiempo y  orgullosamente puedo decir que obtuvo sus frutos, logros futbolisticos como de los otros que son aún más importantes, formar personas de bien, pude expresar y aportar en una cancha no sólo conceptos deportivos sino también valores sociales los cuales no todos tenemos la suerte de aprender en casa, en el barrio y en la escuela...  Si bien las historias que les pasaré a contar contienen personajes y algunas situaciones ficticias, también en su contenido estan las enseñanzas más importantes que me ha dado este deporte.
No recuerdo cuando fue que se desató mi pasión por el fútbol asique voy a decirles que nace desde que tengo uso de razón, crecí en una familia muy fútbolera donde mis padres se conocieron por compartir los colores blanco y rojo del Club Atlético Fernandino, institución donde jugué al baby fútbol y algunos años en inferiores, cuadro al cual soy hincha y lo seré también hasta que tenga uso de razón... 
Con 19 años de edad hice mi primer curso como orientador de fútbol infantil, Fernando Bareño y Nelson Moreira me dieron la oportunidad de colaborar en el club Nacional de Fútbol infantil. Comienzo a "trabajar" con los niños más chiquitos del club, los cuales acompañe  hasta que egresaron del baby fútbol. Casualidad o causalidad en ese tiempo se formó un proceso de trabajo. 
Haber podido insertar mis ideas no fue de un día para otro, además de la responsabilidad que esto conyeba no me olvido lo importante que fué madurar junto con el grupo, no solo los chicos aprendían, yo tuve que aprender a enseñar entre otras cosas de que forma ellos absorvian mejor los conocimientos que trataba de inculcar. Aprender junto a ellos llevó su tiempo y 
orgullosamente puedo decir que obtuvo sus frutos, logros futbolisticos como de los otros que son aún más importantes, formar personas de bien, pude expresar y aportar en una cancha no sólo conceptos deportivos sino también valores sociales los cuales no todos tenemos la suerte de aprender en casa, en el barrio y en la escuela... 

Si bien las historias que les pasaré a contar contienen personajes y algunas situaciones ficticias, también en su contenido estan las enseñanzas más importantes que me ha dado este deporte.
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