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Soy aquella persona que a diario sonríe, aún sin motivo aparente.
La que es capaz de perdonar, he insiste en resaltar la inexistente bondad del prójimo.
La que de tanto dar se ha quedado vacía y ha tenido que llenarse de ilusiones, pedacitos de amores agonizantes y dulces recuerdos.
Soy todo aquello que no conoces y cuando creas que lo haces, esa sin duda, no soy yo.
Tan amante de las letras, como lo es el odio del amor, porque al final de todo; no se puede odiar algo que no ha sido amado.