James
Me remuevo entre las sabanas tratando de abrir los ojos cuando un dolor de cabeza espantoso me ataca, me incorporó en la cama y colocó una mano en mi cabeza -ya que la siento como una bomba de tiempo que va a detonar en cualquier momento- y con mi otra mano trato de apoyarme en el colchón, pero me encuentro con una pierna, abro los ojos con asombro ya que no recuerdo mucho de la noche anterior. Alzo la vista y logro ver una espalda descubierta, la sábana cubre el trasero -bonito trasero, por cierto- de la chica. Me levanto a pesar del terrible dolor de cabeza que tengo y busco mi ropa la cual se encuentra desparramada por toda la habitación. Me visto y abro la puerta, estoy a punto de salir cuando oigo voces asomarse por la escalera y me adentro nuevamente en el cuarto. Al darme la vuelta, veo a una linda chica sentada en la cama cubriéndose con la sábana, me sonríe y le devuelvo el gesto.
-Podrías... ¿recordarme tu nombre?- Su sonrisa se desvanece en el momento que termino de hablar.
-Soy Megan, idiota. ¿No lo recuerdas? ¿Lo bien que la pasamos ayer en la noche?
-Claro que lo recuerdo linda, pero debo marcharme- le mentí ya que no recuerdo nada por beber demasiado y no quiero lastimarla.
Me doy media vuelta, pero cuando voy a abrir la puerta ella me detiene.
-No puedes salir por ahí, mis hermanos deben haber llegado ya. Debes bajar por la ventana- lo dice con tanta tranquilidad que me hizo creer que lo había hecho antes- Llámame.
Le guiño un ojo sabiendo que eso no va a suceder y salgo por la ventana con cuidado de no caer.
Son las 3 de la tarde y mañana comienzan las clases, estoy en mi 3er y ante-último año para terminar la carrera de administración de empresas. Llego a mi departamento y al entrar me encuentro con una chica, que no lleva más que una camisa, que no es suya, y detrás aparece mi compañero. Compartimos el departamento y los gastos, pero tenemos un trato; no traer chicas de una noche.
Paso de ellos sin molestarme en saludar, al igual que Luke no se molestó en cumplir con el trato, ya en mi cuarto voy a darme una ducha, al salir preparo las cosas para el inicio de clases y me recuesto en mi cama.
-Mañana será otro día, James- presiento que va a ser un buen año.
***
Despierto exaltado al sentir como alguien me toma de los pies y al mirar descubrí que era Luke, quien intentaba sacarme de la cama. Lo miro esperando una explicación y me sonríe nervioso
-Hey, James. Quería... disculparme por lo de hoy, estaba ebrio y olvidé completamente nuestro trato. Yo...
-Está bien, hermano. Entiendo y te perdono, podría haberme pasado a mí también.
-Genial, por un momento pensé que ibas a matarme por la mirada que me diste en la tarde. Cambiando de tema, ¿saldremos hoy?- preguntó pícaro.
-Por supuesto, mi querido Luke, por supuesto- lo miré severo-. Pero que no se vuelva a repetir lo de hoy.
Madison
Estaba durmiendo muy tranquilamente hasta que oí unos golpes en la puerta de entrada, los ignore y continúe soñando con Chris Evans, papacito.
Alrededor de unos 10 minutos vuelvo a oír los golpes, pero mucho más insistentes y termino por abandonar a Chris en la bañera, maldita sea.
Busco con los ojos entre cerrados mis pantuflas y cuando por fin las encuentro bajo la alfombra, me las pongo y me encaminó hacia la puerta. Al abrir me encuentro con mis amigas sentadas al pie de la puerta, cuando me ven se levantan rápidamente y me abrazan al mismo tiempo logrando que terminemos en el suelo.
-Joder, creo que me rompieron un par de huesos.
-También te extrañamos Madison- me respondió Valerie con sarcasmo.
-Si lo que insinúas es que no las extrañé, te equivocas, pequeña idiota- April y Lola se pusieron en pie alejándose de nosotras.
-¿Me has dicho pequeña idiota? Estúpida morena vanidosa- me responde fingiendo enfado.
-Ya para bruja- La abracé como pude y me recibió con el cariño de siempre, cuanto la extrañé.
Ambas nos pusimos en pie y me dediqué a saludar a April y Lola.
-Ya no es lo mismo sin ustedes, Madi. ¿Por qué no vuelven?- hablaba Lola acercándose para darme un corto pero cariñoso abrazo.
-Te extrañé mucho- April se colgó de mi cuello llenándome la cara de besos-. ¿Dónde está Katerina, Mad? La he extrañado TANTO.
-Oh siéntense, iré a vestirme y prepararé el desayuno- comenzaron a reírse para que luego Valerie me contestara.
-Son las 2:30 de la tarde, dormilona- dijo todavía riendo ligeramente.
-¿Enserio? Bueno, con Kate nos quedamos viendo Friends hasta tarde- dije recordando el casamiento de Chandler y Monica-. Bien, iré a despertarla. Piensen que están en sus casas.
Recorrí el pasillo que separaba la sala de las habitaciones y entré en la de mi mejor amiga, la encuentro desparramada en la cama con el cabello sobre la cara y tuve que morderme para no reír.
-Kate linda. Despierta, hay una sorpresa para ti en la sala- abrió los ojos con lentitud y sonrió al escuchar la palabra sorpresa.
-Buenos días Mad- se estiro como si fuese un gatito y consiguió sentarse en la cama.
-Buenos días Kate- reí al verla con los ojos achinados-. Vamos, arriba. Realmente hay una sorpresa en la sala.
-Está bien, solo aguarda, ¿sí?- se levantó y camino hacia el baño en el cual tardo unos 5 minutos. Al salir ya no tenía cara de no haber dormido nada, y estaba por así decirlo, peinada-. Estoy lista, patitas.
Caminamos hasta la sala y al llegar noté que las chicas no estaban, probablemente se habían escondido.
-Dijiste que habría una sorpre...- antes de que pudiera terminar de hablar Valerie, Lola y April salieron de sus escondites y gritaron eufóricas.