ҽʂƚɾαϝαʅαɾια ƈαԃҽɳα

ℓίиєα ∂єℓgα∂α

Caminó sobre un puente que no es fijo, sobre un un péndulo que se mece sobre el delirio y que cuando está fijó se molestan y lo encierran en un libro.

Caminó sobre una línea que se mancha y se tiñe de mil sabores que siempre uno es más amargo que el otro y a veces es viceversa porque uno sabe más dulce que el de ayer.

Caminó sobre un línea que se destroza, se diluye en mil pedazos, que no está hecha para cargar con tanto pero yo insisto en sobrecargarla.

Que se borra cuando le pasas la mano encima porque puede que con la pintura que la he mercado no sea tan impermeable como dice la etiqueta, entonces a cada vez que le pasó la mano un trozo de ella se va entre mis dedos. Y ese péndulo se va evaporando como agua a nube.

Cómo azúcar en vinagre y yo tiemblo de miedo por verla ahí plasmada, por no saber que paso es el correcto cuando siempre he dado mal los pasos, por no saber cómo caminar recto cuando yo siempre me he balanceado chocando de esquina a esquina.

Porque es más fácil repetir un mal pasó que corregir todos aquellos que he dado mal, entonces esa línea deja de ser una línea y pasa hacer solo punteadas, punteadas que no son más que una sombra de aquél niño que yo solía ser.

Caminó en una línea delgada que me susurra al oído que las palabras que extravié ya nunca las encontraré, que me dicen que lo entienda porque desde esa vez un adulto yo fui.

Caminó sobre una cadena que se desborona porque no entiende lo que es aceptar las cosas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.