Día 1
Horas después de que Eric se hubiera marchado a la prueba, el grupo se reunió en la sala principal para hablar de lo sucedido.
– ¿Quién podrá haber hecho esto? – Preguntó Jake.
– Alguien que tuviera acceso a la sala – dijo Derex dubitativo.
– Casi nadie puede entrar, solo los que tengan que realizar la prueba y los acompañantes – añadió Jake.
– ¿Y los técnicos? – Soltó Sarah.
– No creo, provienen de familias de cazadores. Además, el de antes estaba asustado, casi le da algo cuando ocurrió todo esto – contestó Jake.
– Si han querido hacer un ataque… ¿Por qué hacérselo a alguien como Eric? – Preguntó Katherine seria y con la mirada perdida.
– Eso es lo que no entiendo – agregó Jake –. O no es quien dice ser, o alguien le quiere muerto.
– Eric es quién es y punto – Katherine le defendió –. Alguien le quería hacer esto desde el principio.
– ¿Y me puedes explicar cómo? Si tan solo ha estado un mes con nosotros. Nadie le conoce lo suficiente como para confiar en él…
– A no ser que… Quien lo haya hecho este aquí dentro – propuso Katherine.
– ¿Estás diciendo qué crees que hay algún infiltrado aquí? – Preguntó Derex mirando a Jake.
– ¡Eso es imposible! – Respondió Jake –. Tenemos controles de acceso en todos los lados.
– ¡Pues alguien ha tenido que ser! – Respondió Katherine agresivamente.
– Oye, ¿y Stephen? – Preguntó Derex –. No ha venido a la central, ni si quiera ha aparecido en la elección de prueba de Eric – miró a todos.
– ¡Ese bastardo! ¡Lo voy a matar! ¡Ha sido el! – Gritó Katherine levantándose y marchándose sin ser consciente de ser ella misma.
– ¡Katherine! ¡Espera! – Jake saliendo detrás de ella.
Sarah y Derex se quedaron solos.
– ¿Tú crees que ha sido Stephen? – Preguntó ella.
– No sé, visto lo visto, uno no se puede fiar de nadie…
– Ojala hubiera alguna manera de saber si Eric está vivo o no – suspiró Sarah.
– Puede que lo haya… – Soltó Derex pensativo.
– ¿Qué has dicho? – Se sorprendió ella.
– Hay una forma de ver si está vivo o no, o eso creo – pausó -. La técnica consiste en poseer a un animal de ese mundo que esté lo suficientemente cerca de él... Quizás con eso si que pueda verlo.
– ¡¿Por qué no lo has dicho antes?! Katherine se alegraría.
– Deja a Katherine en paz, está devastada. Además, si se lo contamos al consejo… Seguro que nos lo negarán – pausó y la miró fijamente –. Esto queda entre nosotros dos, ¿vale?
– ¿Y por qué nos lo iban a denegar?
– Hay que abrir el portal de nuevo.
Sarah entendió ya todo y asintió con la cabeza.
– De alguna manera hay que crear la conexión con el animal, ¿no? Para ello hay que abrir el portal – le contó Derex.
– ¡Vamos a hacerlo ya! ¡Me da igual todas las normas! – Dijo Sarah precipitadamente.
– ¡No! – Derex intentó tranquilizar a Sarah –. Primero tengo que hacer la pócima para poseer al animal. Y eso me llevará aproximadamente un par de días fabricarla… Además, la sala ha sido precintada, por lo que no podemos acceder…
– De eso me encargo yo. Tú ponte con la magia – ordenó Sarah.
Katherine y Jake salieron corriendo de la central.
– ¿A dónde crees que vas? – Preguntó Jake.
– A su apartamento.
– ¿Estás segura de que él tiene algo que ver? A lo mejor se ha quedado dormido – dijo Jake defendiendo a Stephen.
Ella no respondió y continuó andando rápidamente hasta el apartamento de Stephen. Cuando llegaron a la casa, Katherine entró corriendo y bastante enfadada, ya que quería respuestas ya mismo. Así que subieron rápidamente al segundo piso y anduvieron hasta llegar a una puerta que ponía un 6, donde golpeó bruscamente una y otra vez.
– ¡Abre la puerta Stephen! – Gritó Katherine.
Jake llegó unos segundos después, justo cuando la puerta se abría lentamente.
– ¿Qué pasa? – Preguntó Stephen sin comprender nada.
Katherine pegó una patada a la puerta y empujó a Stephen al sofá.
– ¿Qué has hecho con Eric?
– ¿De qué hablas? – Stephen estaba sorprendido.
–No te hagas el tonto, ¡le has matado! Y ahora te voy a matar yo a ti – comentó Katherine sacando su espada y poniéndosela en el cuello.
– ¿Te has vuelto loca? – Jake le quitó de una patada la espada.
– ¡Qué pasa aquí! – Gritó Stephen en alerta.
– Tranquilízate Katherine – dijo Jake mirándola.
– ¿No te das cuenta? ¡Ha sido el! ¿Por qué no iba a ir a la elección de la prueba?– Gritó Katherine con rabia.
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Editado: 03.04.2024