Eric llegó justo cuando Jake ya había empezado a hablar con Charles, que estaba con la vara apuntando hacia el cielo y diciendo varias palabras que nadie entendía.
– ¿Qué pretendías, Charles? – Soltó Jake en modo burlón.
Charles se sorprendió al escuchar la voz y detuvo lo que estuviese haciendo, girándose para mirar al chico, empezándose a reír al ver que estaba todo el mundo aquí.
– ¡Si estáis todos! – Gritó de alegría –. Así podéis ver como destruyo vuestra querida central y la ciudad entera – se empezó a reír.
– Ni de broma – empezó Jake a correr hacia Charles.
Pero poco pudo avanzar, ya que Charles utilizó la vara contra él, saliendo un potente rayo e impactando en el suelo a un metro de él.
– Quietecito chaval – dijo chuleando –. O la próxima vez apuntó a tu cabeza.
Jake se quedó parado en el sitio maldiciéndose.
– ¿Por qué nos haces esto? – Preguntó Derex con su intriga habitual.
– No lo tengo tomada con vosotros, pero alguno de vosotros sois hijos de los que fastidiaron mi grandioso plan, así que os dejare vivos para que podáis contemplar la destrucción y luego si eso os mataré – pausó –. Menos a ti – señaló hacia Eric –. Cazador Primigenio… Me puedes ser muy útil...
– No voy a ser tuyo nunca – dijo Eric valientemente y avanzando un metro.
– Ya lo veremos ya… Vendrás a mí cuando tenga a tu novia en mis manos y no tendrás más remedio que rendirte – soltó Charles prepotentemente.
– ¡Serás! – Eric Se enfadó y se dirigió a él sin ningún miedo.
Avanzó varios metros, superando incluso la posición de Jake. Y cuando lo hizo, Charles volvió a lanzar un rayo, pero esta vez Eric lo inutilizó con sus propias manos, quedándose sorprendido hasta él mismo.
– Ves, tienes potencial – dijo Charles sin apenas sorprenderse.
Eric siguió avanzando hacia él sin apenas inmutarse por las palabras que acababa de decir. Estaba a pocos metros de él cuando fue golpeado por algo invisible, saliendo volando hacia atrás unos pocos metros.
– ¡Eric! – Salió corriendo Katherine hacia él.
– ¿Qué ha sido eso? – Se sorprendió Stephen.
– Creíais que iba a venir aquí sin tener protección alguna – soltó unas leves carcajadas Charles –. Por favor querida, muéstrate a nuestros invitados.
Salió de entre las sombras una mujer asiática, que llevaba un vestido de neopreno negro y que llevaba a su espalda una espada que media casi lo mismo que ella. Cuando la cara fue iluminaba por una de las farolas del parque todos se sorprendieron menos Eric, que evidentemente no sabía de quien se trataba.
–¿Esa es… – Fue interrumpido Derex.
–Yidimi – sentenció Jake.
– ¿Quién es? – Preguntó Eric levantándose del suelo con ayuda de Katherine.
– La mejor guerrera que existió en la época de la dinastía de Shang, por no decir la mejor de la historia. Mató a varios líderes místicos e incluso animales mitológicos, también se dice que mató a uno de los dioses más poderosos de los últimos tiempos – pausó Charles –. Pero, por desgracia, esto último no se puede corroborar, porque como ya sabéis, no puede hablar.
– ¿No puede hablar? – Preguntó Eric intrigado todavía.
– En una lucha contra uno de los líderes místicos fue maldecida, quitándole el don del habla durante el resto de sus días – respondió Jake a Eric.
– Bueno, ya me habéis hecho perder mucho tiempo, así que querida, mantenlos entretenidos mientras sigo con el hechizo – Charles se giró y continuó lo que estaba haciendo antes.
Sin que nadie se diese cuenta, Yidimi empezó a correr a una velocidad que ninguno podía seguir. De hecho, se fue directamente hacia Derex, que le soltó un codazo en la cara dejándole inconsciente inmediatamente.
Cuando vieron que Derex caía al suelo sin ton ni son, todos, excepto Eric, salieron corriendo hacia él.
– Muy lista, dejando K.O al mago – dijo Sarah comprobando su respiración.
Stephen se puso nervioso y se alejó un momento del grupo, dejándolo a plena vista de Yidimi, que no dudo en correr hacia él y atestarle un golpe que le dejó medio aturdido pero no inconsciente. De hecho, se iba en busca de una farola en la que apoyarse para no caerse, cuando sin querer, levantó el brazo, dándose la casualidad de que le dio un golpe a Yidimi, pero apenas tuvo afecto ninguno, ya que pocos segundos después estaba pegando a Sarah, que acababa de comprobar que Derex se encontraba bien.
Cuando Sarah gritó, Jake fue corriendo a su posición para intentar pillar a Yidimi por sorpresa, pero no lo logró, llevándose él un golpe en toda la tripa que le hizo revolverse un buen rato en el suelo.
Mientras Eric veía como todos caían, se puso a pensar en algún plan para detener a la increíble guerrera. Solo se le ocurrió una cosa, parar el tiempo para poder verla. Era una locura, pero intentó hacerlo realidad. A continuación, creó su vínculo con la naturaleza sin saber muy bien qué tipo de conexión hacer. Así que se relajó, cerró los ojos y dejó entrar a la naturaleza en su cuerpo, sintiendo a la naturaleza como nunca antes lo había hecho.
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Editado: 03.04.2024