1. Lesam. La Hermandad

Capitulo 12

Semana 13.Sábado.

Estas dos últimas semanas fueron bastante extrañas para todos los alumnos, ya que misteriosamente desaparecieron de la escuela cinco alumnos. Dos de primero, dos de segundo y uno de tercero. Y claro, la gente no sabía el por qué de esas desapariciones, lo que incitó a que los alumnos fuesen más callados y más atentos.

En cambio, los que si sabían que era lo que había ocurrido, eran los delegados y un par de personas más. Y es que al final, y tal cómo predijo el director, al fantasma le dio tiempo a llevarse esas almas.

A diferencia de eso, los delegados no sabían a dónde se los habían llevado. Aunque tan solo había dos posibilidades, o volvieron con sus familias o se los llevaron al hospital para intentar tratar de recuperar algo de las almas perdidas.

Pero lo que si sabía David, es que su relación con Alessia no funcionó debido a las diferentes ideologías que tenían. Así que llegaron a un acuerdo entre los dos para ser solo amigos. Aunque dejaron abierta la posibilidad de tener una tercera cita.

Pero esto último no era importante en el día de hoy. Y es que en un rato se iban a ir de excursión a Eslame. Un pueblo en el que una vez cada 365 días, las tiendas mágicas más importantes del año se trasladaban allí para abastecer a todo esta región.

Y aún así, no todo parecía tan perfecto. Ya que solo podían ir a Eslame los delegados junto a dos compañeros más. Y es que al parecer, el pueblo era un blanco fácil para un posible ataque de La Hermandad. Lo que llevo a los profesores y al director a tomar esta medida. Lo que provocó una buena tangana entre los alumnos y los profesores el día que les comunicaron aquella noticia, acabando tristemente con la mitad de los alumnos de la escuela castigados.

 

Para este día, David había escogido de acompañante a Nicole, cómo era de esperar, y, sorprendentemente, a Emily. Esto último tenía su explicación, y es que Ángela fue invitada por Castor. Dejando en el grupo de David, un hueco libre. Lo que llevó a decidirse por Emily debido a que no paraba de hablar sobre aquel mercado desde el día en el que se les comunicó la noticia.

Ahora mismo eran las 9:45 y David y Nicole se encontraban en el pasillo esperando a que Emily saliese de su habitación.

– ¿Se puede saber que está haciendo? – Refunfuñó Nicole.

– No lo sé. Me ha echado de la habitación en cuanto he cogido mis cosas – respondió David.

– ¡Maldita sea! – Volvió a refunfuñar ella –. ¿Cuánto dinero llevas? – Curioseo su amiga.

– Emily me dijo que aceptan cualquier moneda y pago con tarjeta. Así que me he puesto un límite de 300 euros, ya que no se cuanto me va a costar la dichosa mascota – explicó él.

Y es que, según le contaron Luna y Castor, todos los delegados tenían la tradición de tener una mascota. Siendo los únicos alumnos en poder tener un ser vivo dentro de la escuela.

– ¿Ya has decidido que vas a escoger? – Le preguntó Nicole.

– No lo sé. Pero lo que si tengo claro, es que no me voy a llevar a un reptil – sentenció David.

– Me parece bien – le comentó Emily en cuanto salió de la habitación, mostrando a los dos su inhabitual vestimenta. Ya que iba vestida con unas deportivas blancas, con un pantalón vaquero y con una sudadera negra. A parte de llevar unas enormes gafas de sol y una gorra roja.

– ¿Emily? – Se sorprendió David –. ¿¡Pero qué diantres!? Casi ni te he reconocido. Así vas a pasar desapercibi... – Se paró de golpe al entenderlo todo –. ¡Ah! Vale, ya entiendo.

– Soy famosa, ¿recuerdas? – Le dijo ella –. Y lo último que quiero es que me sigan a todos los lados. Así que por eso me he...

– Sí, sí, sí. Lo entendemos – la interrumpió Nicole de manera brusca, ya que lo único que quería en ese momento era bajar al aula 15. Lugar en dónde se supone que estaría el portal a Eslame –. Vamos. Bajemos – empezó a andar firmemente.

 

En cuanto cruzaron la puerta del aula 15, se encontraron con que ya estaban todos ahí dentro. El director, Adam, Aris, Luna con sus dos compañeras y Castor con Ángela y un chico.

– Bueno – comenzó el director a hablar –. Ya estamos todos. Pero antes de que os vayáis, quiero repasar cuatro cosas – anunció –. Uno, no os separéis a no ser que sea en caso de emergencia, ¿vale? Dos. No habléis con desconocidos. Tres. La vuelta al colegio será a las 18 en el mismo lugar en el que se os va a dejar. Y cuatro, si os pasa algo, lanzar una bola de fuego azul al aire. Ya que Aris y Adam, en caso de la mañana, irán en vuestra ayuda. O si es por la tarde, irán Guirol y Delamarte, ¿entendido todo? – Miró a todos los alumnos. A lo que respondieron con unos leves y secos síes –. Pues ya os podéis marchar – chasqueó los dedos de su mano izquierda y al instante apareció un portal de color azul justo detrás de él –. Pasadlo bien – agregó el director antes de marcharse por la puerta.

– Vamos, cruzarlo antes de que se cierre – les advirtió Aris.

Y a continuación, y de manera ordenada, fueron cruzando uno a uno el portal. Apareciendo todos en una habitación de madera que estaba completamente diáfana. Tan solo había una vieja puerta de madera y una destartalada ventana.




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