Me miro al espejo y me gusta lo que veo, el vestido me queda fabuloso, no me equivoque al elegirlo, me encanta, miro la hora en mi reloj y falta una hora aproximadamente para que los chicos empiecen con la celebración, saco el regalo de donde lo había ocultado, creo que todo saldrá bien.
Mi teléfono empieza a timbrar, miro la pantalla, se trata de Naty, le había pedido a mi amiga que me acompañara, no quiero ir sola, esa es la verdad, sé que allí estará Valeska, solo espero que ella este lista, contesto rápidamente.
—Hola Naty, ¿qué sucede, estás lista? Ya voy saliendo de mi casa.
Bajo las escaleras rápidamente y salgo de la casa, el taxi está en la entrada esperando por mí, justo a tiempo, todo va saliendo a la perfección.
—Lo siento Anto, tengo una gripe horrible, no puedo ir en este estado, pero ve tú, diviértete preciosa, lo mereces, además parece que va a llover y no quiero terminar peor, mi madre no me dejará salir.
—No puede ser Naty, no quiero ir sin ti, ni modo, no te preocupes, te llamaré en cuanto todo termine.
—Si la estúpida de Valeska te molesta, por favor golpéala por mí.
Me rio de su comentario, mi amiga es realmente especial.
—Lo haré, no te preocupes.
Cierro la puerta y subo al auto, le doy la dirección al chófer, voy algo nerviosa, observo como el cielo se torna de un color oscuro, mi atención se centra en la pantalla de mi celular.
Cuando llegamos a la carretera principal el auto se detiene, al parecer sucede algo, levantó la vista y miró la presa que hay, esto no es posible, me llevo las manos a la cabeza, algo frustrada.
Sé que si mi amiga estuviera aquí me diría que es una señal, avanzamos lentamente, sopla un viento frío haciendo el panorama algo triste, olvidé traer mi abrigo, pero eso es lo de menos.
El tráfico avanza lento, pero no me molesta, miro mi reloj y todavía estoy a tiempo, no debería de preocuparme, Kiran ha sido un chico tan lindo en este poco tiempo que tenemos juntos, todo ha sido maravilloso, nada podría arruinarlo.
Después de unos minutos el tráfico avanza más fluido, respiro de alivio, al menos me vine más temprano, hombre prevenido vale por dos como dice el dicho.
Voy feliz al ver que avanzamos más rápido, la lluvia no será un problema, creo que llegaré a mi destino antes de que empiece a llover, solo espero que le guste el regalo que llevo para él, me doy cuenta de que el conductor baja la velocidad y se detiene, me quedo confundida, que abra sucedido, lo veo bajarse y revisar las llantas.
Solo espero que no sea lo que estoy pensando, necesito llegar a mi destino, miro por la ventanilla con algo de preocupación, el hombre me mira y niega con la cabeza, sube de nuevo al coche.
—Lo lamento señorita, el auto tiene baja una de las llantas, en realidad no sé qué sucedió, puede llamar a otro taxista, no se preocupe, no le cobraré nada, fue mi culpa.
—No es posible —murmuro angustiada.
Me bajó del auto rápidamente, levantó la mano y los taxis solo pasan de largo, al parecer van ocupados, eso era como lo decía mi amiga, ¡una segunda señal! Demasiada coincidencia junta.
Pero no me dejaré llevar por las supersticiones, tomo mi celular, llamo para conseguir otro taxi, pero fue realmente imposible encontrar uno disponible en el área, debía de caminar aproximadamente media hora para llegar a mi destino, en realidad soy mala haciendo actividad física.
Ni modo, debo de hacerlo, coloco el regalo en una bolsa, me despido del taxista, no quiero mojarme, solo espero que no empiece a llover, camino lo más rápido que puedo o voy a llegar tarde, conozca a Naty, fijo diría que era otra señal para no ir al cumpleaños, continuó avanzando.
Después de 30 minutos caminado siento que he corrido una maratón, me abanico con las manos, me duelen los pies, pero no importa, miro la dirección y me detengo frente a una casa bastante grande de dos plantas, me acerco y llamo a la puerta, espero unos segundos, un hombre se asomó y me mostró una sonrisa amable.
—¡Buenas! ¿Viene al cumpleaños señorita?
—¡Hola! Sí.
—Pase adelante —escucho la música en la planta de arriba, Marrón 5 suena de fondo —suba las escaleras, ya empezaron.
Asiento con la cabeza, me arreglo el cabello, con las manos, pongo mi mejor sonrisa y empiezo a subir las escaleras, escucho a los chicos hablar animadamente, me detengo cuando estoy a cuatro escalones de la segunda planta, algo llama mi atención.
—Ganaste la apuesta Kiran —es la voz de Valeska —hiciste a Antonella caer rendida a tus pies, pobre, tonta, ni siquiera lo sospecha verdad detrás de su romance, se ve muy enamorada, lo hiciste bien, no voy a negarlo, pensé que no lo lograrías, pero ahora debes de terminar con ella, como era lo acordado.
—Valeska podrías callarte y dejar esta conversación para otro día —responde Kiran molesto.
—Te da miedo de que ella se entere de que lo de ustedes solo se trató de una apuesta —habla en tono burlón.
—Sabía que lo lograrías bro —dice Josué —ella se lo creyó todo, bueno, en realidad tienes como un imán para las mujeres, es hora de brindar, por Kiran.
Me quedo en shock por un segundo, todo este tiempo yo pensé que él sentía algo por mí y solo fue una maldita apuesta, terminó de subir los escalones, los chicos me miran algo asustados, Valeska por su parte tiene una sonrisa de triunfo, creo que mi amiga tenía razón no debí venir.
El regalo cae de mis manos y escucho el vidrio, desbaratarse contra el suelo, Kiran se gira rápidamente y sus ojos conectan con los míos, doy la vuelta y empiezo a caminar a la salida.
Mi corazón late con fuerza y mi vista se nubla, las lágrimas salen sin que pueda detenerlas, escucho que grita mi nombre, pero no me detengo, simplemente quiero escapar de allí, en este momento no quiero verlo, ni hablar con él, me estuvo mintiendo por una apuesta, nada era real, me digo a mí misma, Naty tenía razón.