Corro hasta la salida, sigo avanzando, lo único que quiero es alejarme de él, me duele lo que escuche en ese lugar, siento como si me arrancarán el alma lentamente.
La manera en que esa maldita bruja lo dijo, fue realmente abrumador, las lágrimas empapan mis mejillas, pero nada se compara con el dolor que siento en mi pecho, ese dolor que incluso te impide respirar, la decepción es realmente dolorosa.
Levantó mi mano y un taxi se detiene para mi suerte, subo sin pensarlo, lo escucho gritar mi nombre una y otra vez para que me detenga, pero no lo hago.
Me llevo las manos al pecho y trató de respirar una y otra vez, le indico la dirección al chófer y él empieza a avanzar, el hombre me mira un par de veces de reojo, es obvio, me debo de ver horrible, la lluvia empieza a caer con más fuerza.
Cómo pude ser tan tonta, algo dentro de mí, me decía que no era correcto lo que estaba haciendo y la otra parte simplemente quería demostrarme que estaba equivocada.
Kiran Adams me había utilizado como una simple apuesta, un juguete, era realmente intolerable, porque no escuché a mi amiga, incluso Matt intentó que viera la realidad, pero lo ignore.
El taxi se detiene a las afueras de la casa de mi amiga, pago y bajó, mi ropa se empieza a mojar con la lluvia y mi maquillaje está completamente corrido, camino hasta la puerta y toco el timbre.
Minutos después sale Naty me observa de pies a cabeza, niega con la cabeza y me abraza, necesitaba un hombro para llorar, lágrimas gruesas se deslizan por mis mejillas.
Ella me lleva a su habitación, cierra la puerta y me presta algo de ropa, entro al baño, me cambió y salgo tiempo después, sé que está esperando a que diga algo.
—Era una apuesta Naty, una maldita apuesta, puedes creerlo, solo me uso para quedar bien con sus amigos, habló entre lágrimas.
La observo caminar de un lado al otro, furiosa, parece que va a explotar en cualquier momento.
—Yo te lo advertí Anto, Kiran no es como lo pensaste, a él no le interesa enamorarse y mucho menos tener una relación seria con nadie, para él todas son juguetes reemplazables.
—Y yo fui una más del montón —replico tratando de ahogar mis sollozos —soy una tonta, lo sé.
—Sí, no voy a negarlo, sabías como era él, pero siempre terminaste en su cama, te enamoraste, eso fue lo que sucedió, ahora me toca verte llorándole como las demás.
Niego con la cabeza, lo que sucedió me duele en el alma, pero no pienso rogarle, no lo haré, primero muerta me digo a mí misma, todavía tengo algo de dignidad.
—Eso no sucederá —hablo con seguridad.
—Tú eres una excelente chica, él se lo pierde, aléjate de Kiran, es lo mejor.
—Aceptaré la propuesta de mi tía —le digo con una sonrisa triste.
Ella me mira, se acerca y toma mi mano entre las suyas, era la única a la que le había comentado sobre la propuesta de mi única tía.
—¿Estás segura? —Pregunta preocupada, asiento con la cabeza —creo que es lo mejor, estarás en otro lugar, te olvidarás de toda esta mierda con los días, todo es pasajero, no lo olvides, lo único que no tiene solución es la muerte.
Esa tarde mi amiga llamo a mis padres para que pudiera quedarme en su casa, sus padres y su hermano están de viaje, así que me quedo con ella, mi teléfono no para de timbrar, miro la pantalla y se trata de Kiran, apagó el celular y lo dejo en la cama, no quiero hablar con él, lo que me hizo duele y no es algo que se olvide con facilidad.
Pero no podía culpar a nadie más por lo sucedido, la culpa fue mía, yo misma me dejé llevar por mis sentimientos, era la primera vez que me enamoraba de un chico, era la primera vez que alguien en realidad capturaba mi atención, pero todo se volvió un caos total.
Espero cupido se quede lejos de mí, escucho a mi amiga roncar a mi lado, no he podido dormir y ya son las 12 de la noche, no puedo entender como alguien puede ser tan malo con otra persona que solo le ha mostrado lo mejor de sí.
No logro entenderlo, como pudo hacerme tanto daño, seguía dándole vueltas en mi cabeza a lo sucedido una y otra vez, dolía como si te estuvieran arrancando algo por dentro, trate de alejar todos esos pensamientos de mi cabeza para poder dormir tranquila, no podía devolver el tiempo, así que debía aceptar lo sucedió y continuar mi comino.
—Anto despierta, Anto, hermosa —escucho la voz de mi amiga a lo lejos —Anto abre los ojos.
Me remuevo incómoda, abro los ojos lentamente y observo a mi amiga, tiene un tazón en sus manos.
—¿Qué pasa? —Pregunto adormilada.
—Ya amaneció, son las 10 de la mañana, le pediré a tus padres que permitan que te quedes otro día más de acuerdo, además es domingo, no creo que se molesten.
—OK —murmuro adormilada.
—Te traje el desayuno, ve, toma una ducha, en esa bolsa hay más ropa para ti, puedes usar lo que quieras.
Asiento con la cabeza, me levanto, tomo mi celular, lo enciendo y hay muchas llamadas perdidas de Kiran, innumerables mensajes de textos y audios en WhatsApp, pero no leo nada de eso, no lo haré por orgullo.
Le envío un mensaje a mi tía, diciéndole que acepto su propuesta, luego tomo mi celular y lo coloco en el vaso de agua de la mesa, prefiero estar como en la época antigua, sin comunicación.
Camino al baño, tomo una ducha, me cambió y me arreglo un poco, desayuno una porción pequeña de fruta, en realidad no tengo hambre, prefiero no hablar de lo sucedido, mi amiga entra a la habitación molesta.
—La voy a matar, maldita bruja —bufa, molesta —mañana cuando la vea va a estar muerta.
No entiendo lo que dice, Naty me muestra el celular y hay un video, al parecer Valeska grabo lo que sucedió y lo subió al grupo de la institución y prácticamente todos ya lo han visto, le devuelvo el celular a mi amiga y me llevó las manos al pecho, estoy pagando muy caras las consecuencias de mi decisión.