Dolor, hambre, miedo, desesperación... Sinónimos que describían mi vida. Pero aquí sigo, luchando día a día sin tener alternativa. Respirando, pero no viviendo. Deseando que todo esto terminase pronto, que terminase el miedo al ver la puerta del armario abrirse, que terminase el dolor al sentir sus golpes, que terminase el hambre a pesar de pasar semanas sin comer, que terminase toda esta desesperación por salir de aquí... Que terminase, de respirar.