Aparecieron Eric, Katherine, Sarah, Stephen e Hikari a través de un portal cerca de un callejón a los alrededores del colegio que estaba siendo atacado. Eric, que fue el primero en cruzar, se quedó esperando a lo que era ahora su nuevo equipo, o eso pensó mientras veía como miembro a miembro cruzaba por el ya típico portal teletransportador. Viendo a todos sus compañeros, se percató de que faltaba alguien muy importante, alguien que era único y que llamaba la atención a cualquiera que lo viera, Derex. Eric iba a preguntar por él cuando se encontró que el equipo ya estaba avanzando hacia la calle principal, así que no tuvo más remedio que guardarse la pregunta en sus interiores. Eric, agazapado, siguió a sus compañeros a unos metros de distancia hasta que se juntó con ellos en la esquina de la calle.
– ¿Pero qué está pasando aquí? – Preguntó Stephen parándose en seco al ver el panorama.
Eric, que iba el último, aumentó la marcha para poder ver que estaba pasando, así que rodeó al equipo y se puso al lado de Sarah, que estaba sin habla por lo que estaba viendo. Eric miró hacia la calle y vio lo que estaba ocurriendo, caos. Había niños y jóvenes corriendo por todos los lados de la calle, unos asustados, otros llorando y casi todos con cara de pánico y miedo al ver de que esto no se trataba de un simulacro.
– ¡Mirar! – Gritó Katherine apuntando hacia la puerta del colegio –. Todavía siguen saliendo críos del colegio. Hay que salvarlos – empezó a correr hacía allí.
– ¡Espera! – Gritó Stephen saliendo corriendo detrás de ella.
– Esta chica sigue siendo igual a como lo era antes… – Dijo Eric en voz baja.
– Vamos chicos, hay que ayudarles – dijo Sarah mandando una orden y empezando a correr hacia el colegio.
Cuando Eric, Hikari y Sarah llegaron a la puerta de la escuela, Stephen y Katherine ya se habían adentrado en busca del terror que había hecho que los niños hubieran salido del colegio de esa manera. Entraron en el colegio y anduvieron por el pasillo principal hasta que llegaron a una esquina que daba acceso a otro pasillo que estaba repleto de aulas y taquillas, en ese momento se pararon al ver a Stephen y a Katherine, que estaban comprobando las aulas.
– ¡Chicos! – Gritó Sarah mientras se acercaba a ellos –. Esperar a que lleguemos los demás – dijo un poco enfadada.
– Ha sido Katherine – justificó Stephen –. Ha entrado corriendo y sin permiso. Y para no dejarla sola la he acompañado. No he tenido más remedio que hacerlo.
Sarah suspiró y esperó unos segundos antes de hablarla.
– Katherine… No puedes hacer eso. Te hemos traído para que vue…
– ¡Chicos ahí! – Interrumpió Stephen mientras señalaba hacia el fondo del pasillo.
Todos se giraron rápidamente y enfocaron hacia dónde estaba apuntando Stephen. Vieron cómo alguien bajaba las escaleras a espaldas de ellos y continuaba andando hacia algún lugar de la escuela. Ese algo o alguien, llevaba puesta una capa gris que tenía una capucha y que le cubría todo el cuerpo, consiguiendo estar tapado al completo y no pudiéndole ver. Una cosa del que pocos pudieron percatarse, era la forma de andar que tenía, era fluido y rápido, aparte de que parecía que no estuviese andando.
Estuvieron en silencio hasta que esa cosa desapareció de la vista de ellos.
– ¿Qué demonios era eso? – Preguntó Sarah recuperando la compostura –. ¿No habéis notado frio y miedo?
Rápidamente y sin decir nada, Katherine salió corriendo hacia aquella cosa.
– ¡Katherine! – Gritó Eric intentando pararla.
Para sorpresa de todos, ella se paró tras pronunciar su nombre, se giró hacia las escaleras y las empezó a subir, desapareciendo de la vista de todos.
– ¡Mierda! – Gritó Eric enfadado y asestando un golpe a una taquilla –. Siempre igual joder – se siguió quejando Eric.
– ¿Qué hacemos? – Preguntó Stephen llevándose su mano a la empuñadura de la espada.
– Te vas a ir junto con Hikari a buscarla – ordenó Eric a Stephen –. Yo me iré con Sarah a perseguir a esa cosa – dijo convocando su espada primigenia.
El equipo no estaba acostumbrado a recibir órdenes de Eric, así que se quedaron quietos y miraron a Sarah esperando algo por parte de ella, pero tan solo asintió en signo de que iban a hacer lo que Eric acababa de decir. Así que instantáneamente Stephen e Hikari desenfundaron sus espadas y salieron corriendo hacia el piso de arriba.
– Tener cuidado chicos – les dijo Sarah con signos de preocupación.
Eric y Sarah se miraron durante unos segundos hasta que ambos empezaron a recorrer los pasillos en busca del enemigo. Lo primero que hicieron fue mirar las clases por si acaso se había refugiado en alguna de ellas, pero no fue el caso, así que pasaron a buscar en salas de limpieza, de reunión, en despachos, etc. Pero no le encontraron en ninguno de los sitios que habían visitado, así que pensaron que o estaba bien escondido o que ya era demasiado tarde y había huido. Tan solo les quedaba un sitio por comprobar, el gimnasio.
Llegaron a las puertas del gimnasio y antes de entrar miraron por las pequeñas ventanas para asegurarse de que todo estaba bien. Pero para su sorpresa, se encontró con que ese alguien o esa algo estaba en medio del gimnasio y mirando hacia el otro lado. Automáticamente, Eric se apartó de la ventana y avisó a Sarah de que el enemigo se encontraba en esa sala, así que se prepararon e idearon un simple plan, entrar bruscamente y atacarle con todo lo que tenían.
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Editado: 19.05.2024