Cruzaron uno por uno el portal que Torn había creado antes, pisando así lo que parecía un bosque en el que hacía un calor infernal que hacía que el sudor apareciese rápido y se pegase a la ropa instantáneamente.
– Que calor hace aquí por dios – se quejó Eric mientras pasaba su mano por la frente para quitarse las gotas de sudor que le caían del pelo – ¿En dónde se supone que estamos?
– En el amazonas – dijo Torn siendo el último en salir del portal.
– ¿Esto es el amazonas? – Dijo Stephen dando una vuelta de 180 grados para observar la maleza que le rodeaba.
– Si, pero no nos entretengamos ahora a decir tonterías sobre el amazonas – pausó Torn –. Tenemos que llegar al templo de antes de que se haya de noche, seguidme – empezó a andar.
– ¿Por qué hay que llegar antes de que se haga de noche? ¿Qué pasa? – Preguntó Eric con curiosidad y siguiendo a Torn con unos pasos de distancia.
– No lo querrás saber Eric – le respondió Torn mientras esquivaba un arbusto que había en mitad del camino.
– ¿Cómo que no lo querré saber? – refunfuñó Eric –. Nos adentramos en el amazonas para conseguirte un amuleto y no nos dices los peligros que puede conllevar esto – se paró en seco –. Nos estas escondiendo algo y eso no me gusta.
– Nos os he estoy escondiendo algo – gritó Torn intentando parecer enfadado.
– Si no nos dices lo que es, el equipo estaría satisfecho con cancelar esta búsqueda del amuleto y encontrar una alternativa para salvar a Derex – pausó Eric –. Sabes que somos capaces, ¿verdad? – Sentenció Eric de forma segura y tajante.
–Argh – refunfuñó y suspiró Torn–. Mira que sois testarudos… Hay que estar en la entrada antes de que sea de noche por que este sitio se llenara de animales salvajes y bestias que os intentaran comer.
Fue acabar de hablar Torn y escucharon de fondo un fuerte e intenso aullido de un lobo.
– ¿Un lobo? – Dijo Stephen temiéndose lo peor.
– ¡Mierda! –Gritó Torn lleno de rabia –. ¿Qué hacen por esta zona en pleno día? – se preguntó a sigo mismo –. Tenemos que llegar a la entrada antes de que sea tarde, allí estaremos protegidos mágicamente, ¡correr!
Torn empezó a correr en seguida, adentrándose en aquel inmenso bosque. Eric, que estaba detrás de él, hizo un gesto a Hikari y a Stephen para que ellos fueran detrás de Torn, quedándose Eric en última posición. Cuando iba a empezar a correr, un lobo salió del arbusto más cercano y saltó hacia él, consiguiendo derribar a Eric rápidamente y sin apenas poder defenderse. Cuando Eric quiso reaccionar, tenía al lobo encima intentando morderle, pero gracias a su instinto, puso su brazo derecho debajo de la cabeza del animal, consiguiendo que no le mordiera, pero le enfadó más aun de lo que ya estaba. En ese momento, Eric se percató de que no era un lobo normal y corriente, tenía muchísima más fuerza y su tamaño era el doble de lo que él recordaba.
Tenía que hacer algo o ese lobo le iba a despedazar en trocitos, así que se conectó con la naturaleza. Cuando ya creía tener la conexión creada, le soltó un gran puñetazo con la mano izquierda. El lobo aulló, pero no salió volando hacia los árboles como Eric esperaba, aun así, consiguió confundirle durante unos segundos, tiempo suficiente para quitarse el animal de encima.
Eric tenía que haber huido, pero se quedó de pie y a unos pocos metros del lobo esperando para asestarle el golpe definitivo y así dejarle fuera de combate. El lobo, que se recuperó rápidamente y que dejó sorprendido a Eric, empezó a correr hacia él con una rabia nunca vista. Cuando estaba a pocos metros del ansiado encuentro, el lobo saltó, tal y como esperaba Eric, así que éste sacó la espada de cazador y se apartó un metro, quitándose de la trayectoria del animal. El lobo, que no podía hacer nada en contra de la gravedad, se veía indefenso, así que Eric, sin apenas parpadear, movió la espada y se la intentó clavar. Pero una vez más, ese astuto lobo no le paraba de sorprender, y mientras Eric le intentaba clavarle la espada, el animal giró 180 grados en al aire, consiguiendo que la espada se desviase de su trayectoria y no pudiéndose clavárselo.
– ¿De dónde has salido tú? – Se sorprendió Eric por la pericia de aquel animal.
De nuevo, ahí estaban los dos, mirándose con cara de pocos amigos y sabiendo que uno de los dos moriría en breves momento. Esta vez, Eric sorprendió al lobo y fue él el que empezó a correr, haciendo que el animal empezase a correr de forma ansiada. Cuando ya estaban a pocos metros, el lobo saltó de nuevo, pero esta vez Eric no se quitó y aguantó su posición. Justo cuando el animal estaba a pocos centímetros de la cara de Eric, éste le clavó la espada en el torso, atravesándole el cuerpo y muriendo al instante.
– Por fin – dijo Eric aliviado al ver el cuerpo del lobo caer al suelo.
No se había ni girado aun, cuando otro lobo apareció por el camino a unos cien metros.
– ¿Otro? – Refunfuño Eric.
El lobo empezó a correr hacía él, haciendo que Eric se estremeciese por la pelea inminente.
– Ya se – asintió Eric mientras guardaba su espada e invocaba una pistola.
Apuntó hacia el lobo durante unos segundos, y cuando estaba listo para disparar, bajó el arma, pero no pudo hacerlo, ya que el ruido podría hacer que otro lobo se acerque. Así que invocó un arco, algo innovador para él, ya que nunca lo había utilizado antes, pero era el arma ideal para matar a distancia y no hacer apenas ruido. Cogió una flecha, la puso en el arco y lo tensó. Estuvo esperando unos segundos hasta tener el lobo en posición, momento en el que soltó la cuerda del arco y la flecha salió disparada hacia el animal, dándole en la cabeza y cayendo al suelo estrepitosamente.
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Editado: 19.05.2024