9. Un reencuentro entre amigos

Todo se volvió un caos cuando Torn derrotó al mago. Hubo elogios, peleas, gritos, insultos, de todo vamos. Mientras ocurría todo este jaleo, Torn cogió a Derex y lo sacó de ahí lo más rápido posible, antes de que el ambiente se calentase e hiciesen cosas innecesarias y brutas.

Eric volvió junto a Stephen e Hikari y vieron como ambos desaparecían por una puerta trasera del patio. Automáticamente, Eric se fue tras ellos, pero salió por dónde habían entrado debido a que la puerta por dónde Torn y Derex habían salido estaba protegido por varios guardias mágicos.

– ¡No puedo creer que lo haya conseguido! –Dijo Stephen dando zancadas para coger a Eric.

– Si, yo tampoco… –Dijo Eric guardándose el secreto de que él había hecho caer ese rayo.

– ¿No estás feliz Eric? – Le preguntó Hikari poniéndose a su lado mientras observaba que la cara de Eric era diferente a lo acostumbrado.

– ¡Mirar! – Evitó Eric la pregunta –. Están allí – señaló a dos personas que bajaban por una ladera y se metían de lleno en un bosque.

– ¿Por qué se van por ahí? – Se extrañó Stephen al ver como desaparecían a través de los árboles.

– ¿A su casa quizás? – Dijo Eric dudando –. Vamos, hay que seguirlos.

El equipo bajo corriendo la ladera y se adentró en el bosque hasta que encontraron una pequeña casa que estaba al lado de un riachuelo. Stephen, sin avisar a sus compañeros, pegó un sprint y se adentró a la casa como un loco.

– ¡Stephen! –Gritó Eric para intentar pararle, pero era demasiado tarde.

Eric e Hikari se prepararon y entraron corriendo a la casa pocos segundos después de que lo hiciese Stephen, viéndole a él nada más pisar la casa.

– ¡Stephen! – Le gritó enfadado –. No vuelvas a hacer eso o juro que te…

Stephen se giró para ver a Eric y se quitó de en medio, dejando a la vista a Derex.

– ¿Eric? – Dijo Derex en un estado deplorable –. ¿También has venido?

Ambos se miraron durante unos segundos y Eric fue hacía él para darle un fuerte abrazo.

– Estábamos preocupados por ti – dijo Eric rompiendo el abrazo –. Me dijo Sarah que estuvo llamándote pero que no la contestabas, así que me mandó aquí en tu busca.

– ¿Sarah te mandó aquí? – Se sorprendió Derex –. ¿Es que ella es ahora…

– La directora. Si – le interrumpió Stephen –. Hay muchas cosas que te tenemos que contar… Pero ahora lo importante es que te recuperes…

– Si, necesitamos tu mejor versión para poder derrotar a los malos, sobre todo a la nueva amenaza que nos concierne a todos – dijo Hikari mientras se metía en la casa y se ponía al lado de Eric.

– ¿Nueva amenaza? ¿Y tú quién eres? – Se sorprendió Derex.

– Ella es Hikari, la nueva componente del equipo – dijo Eric presentándola –. No quería que te enterases ahora, pero… Hay una nueva amenaza, o eso creemos.

– ¿De qué amenaza se trata? –Preguntó Derex mientras se intentaba poner de pie.

– El otro día… – Se aclaró la garganta Eric –. Sarah y yo luchamos contra un demonio hechicero.

– ¡Demonio hechicero! – Se metió en la conversación Torn, que estaba detrás de Derex –. Eso es malo, muy malo….

– ¿Por qué lo dices? – Le preguntó Derex con curiosidad.

– Un demonio hechicero no va solo por ahí creando caos, son convocados y reciben órdenes de alguien mucho más peligroso… –Dijo Torn mientras se perdían las palabras.

– ¿Quién es ese alguien? ¡Dilo! – Le gritó Eric con ganas de saber la respuesta.

– Un hechicero mayor…. – Sentenció Torn.

– ¿Hechicero mayor? – Dijo Hikari sin tener ni idea de lo que estaba escuchando.

– Si, un demonio mayor que ha vivido en el infierno durante un periodo de su vida y ha adquirido poderes mágicos – pausó –. Pero no unos poderes cualquiera… Se dice que su magia es equiparable con la de Lucifer… Pero eso no se sabe, toda persona que ha luchado con uno nunca ha regresado…. – Sentenció Torn.

– Tenemos que volver a la central ya… –Dijo Derex de malas maneras y tosiendo –. Esto es grave y hay que avisar al consejo…

Eric asintió y salió de la casa para invocar el portal que le llevaría de vuelta a Nueva York. Se despidieron rápidamente e Hikari junto con Stephen, lograron levantar a Derex y le ayudaron a cruzar el portal. Eric iba a cruzarlo cuando se paró en seco y miró hacia la casa.

– ¿Por qué no te vienes con nosotros? Serias útil – le propuso Eric.

– No puedo Eric, tengo que quedarme aquí para vigilar la ciudad. Y más ahora cuando saben que el mago más poderoso del reino no lo es – dijo Torn mientras miraba fijamente a Eric –. Suerte Eric. La necesitas.

– Suerte, tú también la necesitas – dijo Eric adentrándose en el portal.