3. Cazadores Legendarios. Las Reliquias del Rey Mistico

1. El comienzo de algo

Tras escuchar las palabras de Izan, Eric se quedó en blanco durante unos segundos. La Orden, había escuchado algo de esa organización cuando estuvo en Madrid el año pasado, era una organización secreta alemana que apenas hacían algo, solo iban a manifestaciones y al final acababan peleándose con las autoridades. Pero tras oír a Izan bastante afectado y nervioso, hizo que sus pensamientos cambiasen rápidamente, ¿y si es una organización mala? Preocupado por su amigo y sin decir nada a Sarah, sacó el dispositivo con el que abre el portal a su casa y lo encendió.

– ¿Qué pasa? ¿A dónde vas? – Sarah no entendía nada de ese cambio de actitud de Eric.

–¡Ven, corre! – Dijo Eric mientras se metía en el portal.

– ¿Pero qué demonios? – Refunfuñó Sarah mientras veía como Eric desaparecía.

Enfadada e intentando pensar en qué demonios acababa de pasar, Sarah cruza el portal con la mente puesta en que nada más atravesarlo pedirá explicaciones a Eric. Cuando lo hace, aparece en el salón de la casa de Eric, como de costumbre.

– ¿En qué estás pensando? – Le preguntó Sarah mientras le buscaba, pero su voz se apaga lentamente al ver que no estaban solos.

En frente de Eric, estaba Izan, su amigo vampiro que le conoció mientras estaba en Madrid intentando proteger a Katherine. Estaba nervioso, no paraba de moverse de un lado a otro a pesar de que Eric intentaba tranquilizarle. Iba vestido normal y estaba sucio, como si hubiera tenido una pelea.

– ¡Izan! – Gritó Eric desesperado y le agarra por los hombros para que pare de moverse.

– ¡Eric! – Gritó de alegría –. Gracias a dios que estas aquí.

– ¿Qué pasa? ¿Por qué me querías aquí? ¿Y por qué estás así? – Preguntó Eric, quizás de manera muy acosada.

– La Orden, Eric. Eso es lo que pasa – bajó el tono de voz Izan –. Han vuelto, y están entre nosotros…

– ¿De qué está hablando? – Se adentró Sarah en la conversación.

– ¿La orden? Si me dijiste que estaba casi disuelta, que era imposible que volvieran – intenta aclarar sus pensamientos Eric.

– ¡No! – Se separó Izan de Eric –. Eso es lo que han hecho, creer que era una organización de mierda y cuando menos te lo esperas… ¡Bomm! ¡Vuelven! Y encima dominando el mundo – se exalta Izan.

– ¿Dominar el mundo? – se extrañó Eric –. ¿De qué estás hablando? ¿No te abras fumado algo…?

– ¡Quieres escucharme! – Gritó Izan poniéndose rígido y serio ante Eric –. No sé cómo lo han hecho, pero tienen a toda Europa bajo sus manos… Se dice que es gracias a algún objeto mitológico, o algo así. Han ido poseyendo a todas las criaturas posibles y se han puesto en contra de todos los gobiernos y organizaciones, llegando al punto de hasta matarlos para conseguir el poder.

– ¿Eso me parece demasiado no? – Dijo Sarah sin creerse el argumento de Izan.

– ¿Demasiado? Ya verás cuando vengan esos lobos y vampiros poseídos, sus caras de ansia por matar te asuntaran…

– ¿Cómo sabes que están poseídos? – Curioseó Eric. Estaba intentando encontrarle sentido a algo que lo decía.

– Ya te lo he dicho, sus caras de ansia… Además, en el momento en el que ven a alguien que no están poseído, salen corriendo hacia él – pausa Izan –. Eso te lo puedo confirmar yo sin ningún tipo de problema.

– Entonces dices que La Orden ha conseguido poseer a todo ser místico que hay en Europa y lo ha puesto en contra de los gobiernos y organizaciones consiguiendo dominar todo este territorio ¿no? – hace Eric un breve resumen.

– Exacto. ¡Por fin lo has entendido! – Se alivió Izan.

– ¿Y por qué motivo lo han hecho? – Preguntó Sarah, que intenta no pasar desapercibida.

– ¡Y yo que sé! Pregúntaselo a ellos... – Refunfuñó Izan.

– Vamos Eric... ¿No te fiaras de lo que está diciendo? Parece todo mentira –dijo Sarah desviando la mirada hacia su chico.

– ¿Y cómo sabes que miento? ¡Eh! – Izan se enfadó y se acercó para encararse a ella.

– No eres nadie. Seguro que has hecho esto para hacernos perder el tiempo – empuja a Izan para que se aleje de ella un poco.

– ¿De qué estás hablando? – dijo Izan explotando.

– La has cagado –dijo Sarah sacando su espada y yendo a por él.

– ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! – Eric se pone entre medias para evitar que eso fuera a más–. ¿Queréis parar?

– ¡Ha empezado ella! –Gritó Izan como si le sirviese de algo.

– Vas a morir bastardo –Sarah intentó quitar de en medio a Eric.

Toda esta discusión para cuando la puerta de la casa de Eric sale volando hacia el interior del salón.

– ¡Mi puerta! –Gritó Eric alarmado –. ¿Quién ha sido? – Eric se mueve un par de metros para ver la escalera del edificio.

Pero lo único que vio fue una flecha pasarle a escasos milímetros de la cara.

– ¡La Orden! ¡Son ellos! – Gritó Izan mientras se pone detrás de Sarah para protegerse.

Rápidamente un elfo pasa entre las piernas de Eric y se dirige hacia Sarah con ganas de matar. Eric intenta detenerle, pero un vampiro choca contra él aposta, consiguiendo que Eric se cayese al suelo.




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