3. Cazadores Legendarios. Las Reliquias del Rey Mistico

12. Desolación total

– ¿Pero qué? – Se extrañó Derex al ver a Eric tirado en el suelo –. ¡Vamos Eric! ¡No hagas el tonto!

No contestó.

– ¡Vamos! – Derex se acercó para ayudarle a levantarse.

Puso su mano en el hombro y tiró hacia él, pero no hubo respuesta de Eric. Extrañado, giró el cuerpo para poder verle y descubrió que algo malo pasaba, estaba inconsciente. Se puso de rodillas y le empezó a dar golpes para despertarle.

– Vamos Eric – dijo Derex dándole una bofetada.

Pero no respondía. Algo iba mal. Comprobó sus latidos y entró en pánico al ver que no tenía. Lo volvió a comprobar por si acaso lo había leído mal, pero efectivamente, no le latía el corazón, estaba muerto.

– ¡Mierda! – Gritó Derex mientras ponía sus brazos por debajo del cuerpo de Eric y lo levantaba.

Anduvo el par de metros que le quedaba para llegar al portal y lo cruzó llevando en brazos a Eric.

Cuando apareció en la casa de la directora, todos, que estaban celebrando que habían vuelto, entraron en pánico al ver que Derex llevaba a Eric en brazos.

– ¡Qué pasa! – Gritó Sarah acercándose a ellos.

– Paso, paso – dijo Derex mientras se hacía paso entre sus compañeros.

Entró en el salón y dejo a Eric encima de la mesa mientras que Stephen quitaba de en medio las sillas.

– ¿Qué le pasa? – A Sarah le empezaba a entrar miedo.

– Tranquila Sarah – la directora se acercó a ella.

Derex empezó a hacer cosas con sus manos y a decir palabras en otro idioma. Parecía que estaba intentando que volviese a la vida. Pero no pudo hacer nada. Ya era demasiado tarde.

– ¿Por qué paras? – Preguntó Katherine viendo a Derex alejarse lentamente de la mesa.

– Es demasiado tarde – Derex se sentó en el sofá –. Esta muerto.

– ¡¿Qué?! – Sarah corrió a la mesa –. ¡Despierta! ¡Vamos! – Empezó a moverle de un lado a otro en un intento de despertarle, pero no pasó nada –. No por favor... – Empezó a llorar –. No hagas esto... –. Le dio un abrazo mientras sollozaba por su pérdida –. ¡Vamos! – Gritó desesperada.

– Tranquila hija – la directora se acercó para consolarla, pero Sarah ya estaba en pánico y sin control.

– ¿Qué ha pasado cuando nos hemos ido? – Preguntó Stephen a Derex.

– Nada. No pasó nada – Derex estaba en shock –. Corría hacia mí y se cayó sin más. Fui a por él y ya estaba...

– Algo tuvo que pasar... Una persona no muere así por así... – Katherine empezaba a sollozar brevemente.

– No sé... – respondió Derex con la mirada perdida –. Ya no tenía alma cuando llegué. Se ha ido muy rápido al lugar en el que esté ahora mismo...

– ¡No! – Gritó Sarah llorando mientras seguía abrazando a Eric, no quería alejarse de la única persona que le había amado.




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