30 Díaz de cuarentena

Día 3

Comienzo a despertarme y me doy cuenta de que estoy acostada sobre un colchón en un cuarto vacío, las paredes están pintadas de color blanco y solo hay una silla de metal a parte del colchón en donde estoy acostada.

Veo que mi brazo derecho esta unido a un suero transparente; poco a poco intento incorporarme, pero me toma demasiado esfuerzo, mis brazos tiemblan y los músculos me arden cuando ejerzo fuerza en ellos, mis piernas están dormidas y siento que el cosquilleo llega desde las puntas de mis pies hasta principios de mi espalda.

Al fin logro mantenerme sentada y me pongo a pensar en ¿Cómo rayos eh quedado en esta situación?; no se como ah pasado, pero al parecer me han secuestrado, lo que para mi no tiene sentido por que mis padres no van a dar nada por mi y no tengo nada importante, pero al parecer me han secuestrado.

Recuerdo que el chico que fue a mi casa sabia mi nombre, pero, ¿Cómo lo sabia?, no lo se, pero siento que algo no esta cuadrando aquí, estas cosas no ocurrirían en mi día a día, algo debió de haber cambiado o algo.

Escucho como se abre la perilla de una de las dos puertas del cuarto y de ella entra un chico, es el que había ido a mi casa, el que tenia una sudadera negra; ya no la tiene puesta, pero si tiene consigo una charola de plástico con un plato y un vaso. poco a poco se acerca a mi y me dice.

-Puede que tengas hambre - se agacha y me pone la charola a un lado, el plato tiene huevo revuelto y el vaso agua. Observó lentamente la comida en la charola y poco a poco me voy dando cuenta de lo hambrienta que estoy. Se pone de pie y saca una jeringa de su bolsillo trasero que tiene el mismo líquido rosado, recuerdo los efectos que esa cosa me causó y me pongo tensa.

-por favor no me pongas eso de nuevo - le digo al chico

Obviamente me ignoro y se acerco mas a mi, agarro mi brazo con fuerza para que pudiera forcejear y me inyecto el liquido rosado, sentí como mis músculos se relajaban a tal punto en el que ya no podía mantener fuerza en ellos y me quede tumbada en el colchón.

-Es la ultima- me dice el chico parándose - volveré en un rato, si necesitas algo grita.- y se fue por la misma puerta por la que entro.

Y yo me quede tumbada sobre el colchón en el piso; digo, no es como si pudiera hacer otra cosa; en fin, necesito encontrar una manera en la que pueda salir de aquí.

Cuando mis músculos vuelvan a funcionar lo primero que hare será ver a donde da la otra puerta que esta en el cuarto, la que no usó el chico, tal vez tenga algo que pueda usar de arma, como un tubo o un palo, o si tengo suerte alguna puerta que me lleve a la salida. aunque creo que seria muy tonto de su parte ponerme una salida así de sencilla y fácil de encontrar.

Esperemos que sean tontos.

Luego de lo que yo pienso son unos veinte minutos comienzo a sentir dolor en mis músculos, aunque no se compara con el que me dio la primera vez que me pusieron la inyección, y comienzo a poder moverme poco a poco y con movimientos tontos.

Cuando logro sentarme agarro el plato con el "desayuno" y comienzo a comer; y puedo decir que eran los peores huevos revueltos que existen y que hasta el agua sabe horrible, pero bueno, esperemos y sirva para nutrirme por un rato.

Ya con el estomago medio lleno comienzo a pararme, la cual es una acción muy complicada debido a mis condiciones, pero al final logro sostenerme con mis piernas y usando de bastón el porta sueros.

Poco a poco comienzo a caminar hacia la puerta que había sido usada, cuando llego giro a la puerta giro la perilla sin mucha fuerza, y para mi sorpresa la puerta se encuentra sin seguro, así que la empujo despacio y se abre; lo que me encuentro es un cuarto de baño, es muy pequeño y tiene las mismas paredes blancas que el cuarto donde esta el colchón. Esto es un poco decepcionante, peor la verdad es que ¿Qué esperaba encontrar?, ¿una salida fácil?, supongo que si.

Me salgo del cuarto de baño y vuelvo a donde se encuentra el colchón y me recuesto en el.

Debo de encontrar una salida de este lugar, debe de haber una manera en la que pueda irme de aquí, la pregunta es ¿cuál?, ¿en las películas como escapaban?; es increíble que no recuerde ni una de las miles de películas que eh visto.

Comienzo a ver a mi alrededor buscando alguna respuesta divina que me ayude a salir pero no veo nada.

De repente comienzo a escuchar un zumbido y me envuelve una pequeña brisa que viene desde el techo, volteo hacia arriba y veo una pequeña rendija de la cual esta saliendo la brisa. Y como por arte de magia recuerdo que en las películas se iban por ahí. Tal vez esta es mi señal divina.

Bueno, mi plan es usar la silla de metal y subir a esa cosa y ver a donde me lleva el laberinto de tubos; solo que hay un pequeño inconveniente, y es que, estoy muy chaparra como para alcanzar el techo, y que el chico me dijo que gritara si algo pasaba, lo que significa que puede estar cerca y si hago mucho ruido y me descubre puede pasar algo malo. Tal vez sea una mala idea; pero es mejor haber intentado y fallado que nunca haber intentado, ¿no?.

Me levanto y muevo un poco el colchón para poder poner la silla justo debajo de la rendija, me subo en la silla y al levantar los brazos recuerdo que tengo el suero conectado a las venas de mi antebrazo y me complica el movimiento, por lo que me los arranco del brazo con un poco de fuerza y veo como una gotita sale del palito que se une al tubo que se encarga de pasar el suero; debo admitir que me arde un poco, pero es soportable.

Ya sin los molestos tubos colgando de mi, me yergo y estiro los brazos hacia donde esta la rendija de metal y mis dedos rosan un poco la orilla de esta pero cuando intento despegarla no puedo, y veo que esta agarrada con dos tornillos; suelto un suspiro, supongo que no voy a poder hacerlo de esta manera.

Me bajo de la silla y vuelvo a acomodar todo donde estaba; cuando acabo me recuesto en el colchón y siento como poco a poco me empiezo a quedar sin energía y me quedo dormida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.