15 de marzo
Arroz chino
Me encontraba muy distraído en mi propio mundo, una pantalla de cinco pulgadas rectangular, un cartucho negro un poco desgastado, la imagen un poco borrosa por las huellas de mis dedos marcadas... un simple juego que me elevaba y alejaba del mundo que me rodeaba...
Hasta que tu hermosa imagen casi por arte de magia, frente a mi aparece, inesperado completamente, no fui capaz de levantarme de mi asiento por aquel instante y saludarte como de costumbre, alzarte entre mis brazos y llenarte el rostro de besos pequeños y constantes...
Había sido consumido, perdona, no habrá una próxima...