14 de febrero por la mañana

El día había llegado, estaba nervioso, no sabía cómo saldría todo esto que habíamos planeado.

Eran recién las 8 de la mañana y solo estaba mirando el techo de mi habitación, estaba algo sucio debía limpiarlo.

No me quería levantar, pero debía planear mi día de la mejor forma y repasar todo lo que inventamos el día anterior con Jacqueline.

Habíamos inventado una historia sencilla, pero lo suficientemente convincente o bueno, al menos eso fue lo

que pensó Jacqueline luego de que termináramos de crear todo.

Salí de mi habitación preparado para afrontar todo lo que se venía esa misma tarde o al menos eso creía.

–Hola, Juan –dice mi primo una vez que me ve entrar al comedor.

–Esto debe ser una broma – susurré. –Hola.

–¿Listo para hoy? –me pregunta sonriente.

Él parecía más emocionado que yo, seguro ya tenía la novia de esta semana.

–Sí.

Me senté en la silla del comedor frente a él.

–Ya quiero conocer a tu novia y que tú conozcas al mío.

¿Mío? ¿escuché bien?

Esa frase me confundió en ese momento, tal vez se había equivocado, él no podía ser... ¿O sí?

Luego de eso llegaron mis padres y nos dispusimos a desayunar.

Durante el desayuno mis padres le iniciaron a preguntar cosas respecto a su vida.

–Yo inicié mi carrera universitaria –les responde a mis padres.

–¿Y qué decidiste estudiar?

–Derecho, quiero ser abogado.

–Un abogado youtuber –me burlo.

–Hay que ser original ¿no crees? –me responde.

–Si tú lo dices.

–¿Y mi hermano? –pregunta mi padre.

–Mi papá aún está trabajando en el taller, pero ya tiene sus propios empleados así que ya tiene más ayuda.

–Y que hay de nuevo en tu vida –dice mi madre mientras recoge los platos que utilizamos.

Yo me levanto para ayudarla.

–Además de lo de la universidad no mucho, aún sigo con mi canal y ya me mudé con mi novio.

En ese memento todo quedo en silencio.

Creo que si había escuchado bien.

–¿Novio? –pregunta mi padre.

–Sí, hace casi un año descubrí que las chicas no eran lo mío –dice mientras me mira.

“–Aún no encuentro la adecuada Juancho.

–Has pasado por muchas, tal vez tú seas el problema”

La conversación que tuvimos hace un año regreso a mi mente.

–Y ahora estoy feliz, siento como si me hubiera quitado un peso de encima –agrega.

Al menos parece que el sí encontró a esa persona especial de la cual hablo hace un año.

(...)

–¿Cómo que ya lo sabías? –digo al escuchar la respuesta de Jacqueline.

–Ayer en la noche busqué sus vídeos y en uno de ellos lo confesaba, pensé que lo sabías.

¿Cómo sé me pudo olvidar revisar su canal para al menos saber de su vida pública?

–¿Sabes que esto no debe cambiar las cosas? ¿verdad?

–Si, lo sé –le digo mientras miro los autos pasar por la calle frente a mi casa –pero no evita que ahora me sienta raro.

–¿Por qué lo dices?

–Hace un año éramos inseparables y sabíamos todo de ambos, nos separamos un año y todo esto cambio, bueno él cambió, ya que yo sigo igual.

–Cada uno tiene su tiempo, y el hecho de que su orientación sexual haya cambiado no significa que ya no sea tu primo.

–Eso lo sé, eso no cambia nada.

–¿Entonces que te inquieta?

–Que todo a mi alrededor está cambiando y yo me he quedado estancado.

Y en verdad sentía eso, Alexander cambio, se encontró a sí mismo y parecía más feliz. Yo en cambio seguía siendo el mismo chico de años atrás y no solo eso sino igual de solo que antes, tal y como lo dijo él.

–No te compares con los demás, eso no está bien –dice mientras se levanta y se posiciona frente a mí y yo imito su acción.

–Todos en mi vida lo han hecho, ya no me hace nada hacerlo y menos si lo hago yo mismo.

—se equivocan, tú estás bien tal y como eres, no debes cambiar por los demás, solo por ti mismo.

–¿Y como sé que hago un cambio por mi mismo y no por los demás?

–Porque te nace, es un cambio que viene de adentro, viene de ti.

Mientras hablaba su mano señalaba mi corazón.

—El cambio inicia desde aquí, el nace de allí.

¿Un cambio que nazca de mí?

–¿Y si no siento nada?

–Significa que aún no es el momento.

Una pequeña sonría se forma en mi rostro.

–Te ves más lindo sonriendo que triste.

–Gracias, igual tú.

Ambos sonreímos por un memento y nos volvimos a sentar en el piso.

–Estas listas para hoy.

–Si ¿y tú?

–Nervioso, pero sí.

 Aquí les dejo la primera parte de lo que sera el ultimo capitulo de esta historia.

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En la noche publicare el final.

tengan un lindo día.