Mary, los niños y John regresan pasados los días de estancia con Sophia y algunas cosas han cambiado y vamos a verlas con el pasar del tiempo; recordemos que esa es una de las fuerzas más imparables del mundo, aquello que destruye las rocas, se come el acero y nos espera hasta el final de los días; aquello que no tiene principio o fin es y será “el tiempo”.
John, el primer día de llegar, se quedó en casa con Mary y los niños, pero estos se quedaron.
Dormidos y Mary entre dormida y despierta alcanza a decir: "Si no vas a dormir, puedes ir a trabajar y vienes a la noche, anda, para que te distraigas". Seguido de esas palabras, John se sube al auto y se va al restaurante.
—John: Buenas tardes, muchachos, ¿cómo estamos todos por acá?
—Dan: ¡¡John!! ¿Cómo te fue? ¿Cómo están todos?
—John: De maravilla, hijo, Mary y los niños se quedaron a dormir y Sophia está bien.
—Dan: ¿Y qué haces acá? ¿Por qué no estás descansando?
—John: No tengo ganas para eso, y me mandaron para acá, ¿que no puedo observar cómo va?
¿Todo?
—Dan: Claro que sí.
John pasa la cocina, saluda a todos y saluda a Mia, quien estaba cocinando su especialidad.
Paella.
—John: Hola, buenas, ¿cómo va todo por acá?
—Mia: ¡¡¡¡¡John!!!!! (saludando de un abrazo grande). ¿Cómo te fue? ¿Y cómo se encuentra Sophia?
—John: Excelente, ella está bien, ¿y tu madre y tu papá?
—Mia: Mi mamá está bien con Natalie; ahorita está jugando tenis con ella y Judith debe estar por allí afuera con Dan.
—John: Joder, que me haces preguntar por tu papá, ¿pasó algo?
—Mia: Mi papá está bien, se fue de la casa a los 2 días que ustedes se fueron y bien duraron 2 semanas, pues ya te haces una idea.
—John: ¿Cómo? ¿Y eso?
—Mia: Sí, a los días que regrese, él compró una moto, abrazó a mi mamá, le dio 4 libretas y 5.
Cajas de colores a Natalie y Judith; a mí me besó la frente y dijo “ya vuelvo”, se subió en su moto y ya van días de eso.
—John: ¿Y está bien? ¿Cómo saben eso?
—Mia: Él le escribe a mi mamá y le pasa unas fotos del atardecer todos los días, al menos 5 a 6 fotos por día, desde que inicia el atardecer hasta que termina, mostrando sus colores y demás, muy bonito todo.
—John: Vaya, qué impresionante, no sé qué decirte.
—Mia: Ah, tranquilo, por cierto, tengo una posible sorpresa para ti.
—John: Oh, ¿y ahora?
—Mia: Relájate, es una sorpresa linda.
—John: Claro, jaja, aún estoy impresionado.
—Dan: ¿Listo la comida de la mesa 5?
—Mia: Sí, lleva un poco, John, ¿quieres un poco?
—John: Sí, claro, debo ponerme al día; me fui unos días y parece que me fui por mucho tiempo. Sigo calvo y la barba es lo único que está medianamente larga, y tu cabello está más largo, Mia.
—Mia: Buena observación, dale, ya me siento contigo.
John sale, se sienta a comer; Dan automáticamente le trae una copa de vino y un vaso de
Agua; al poco tiempo se sienta Mia, quien se apodera del vaso de agua, y una vez sentados, Mia empieza a comer y Dan se acercaba más de lo usual.
—John: No me jodas (tosiendo), ¿estás embarazada?
—Mia: Jajajaa, ¿quéeee? Noo, aún no.
—John: (tosiendo) ¿¿Cómo que aún no??
—Mia: Bueno, sí quiero y lo intenté apenas llegué, y tengo que, ¿1 semana de retraso?
—John: Felicidades de verdad, espero que disfrutes mucho lo que se viene, y a partir de
Cuando tú me digas, puedes dejar de venir; tú decides eso, cariño.
—Mia: Gracias, sabía que contaba contigo.
—John: Tranquilos.
Luego de esa conversación, los meses pasaron. Mia en definitiva estaba embarazada; ocasionalmente se tomaba de 1 a 2 días libres cuando ella quería, ya que se sentía mejor y menos estresada haciendo lo que le gusta, en lugar de estar encerrada. John iba todos los días, siempre después del mediodía, al trabajo; Mary pasaba las tardes con Jack y Rebecca siempre estaba con John. Natalie junto con Chrysil algunas tardes de los fines de semana jugaban todos tenis; al mismo tiempo, algunos días por las mañanas Jack y Dan jugaban algo de soccer. Steven seguía sin aparecer, pero esa tarde todo sería diferente.