_Oli...-No dejo a mi madre terminar, simplemente le entrego el bebé y subo corriendo las escaleras.
Odio que esto me pase, odio haber sido tan estúpida y confiar en él.
Reconozco que me sucedió lo que tanto quise evitar: Me enamoré.
Tanto que quise ser fuerte, que construí muros a mi alrededor y él terminó destruyendolo todo, arrasando cual tsunami y dejándome en ruinas, haciéndome volver a vivir eso que juré jamás volver a pasar, esa desilusión tan grande.
Mientras chorros de agua se desbordan de mis ojos, subo las escaleras que conducen a mi habitación. Tragándome los sollozos abro la puerta y me adentro, al instante ahogo un grito cuando mis ojos lo captan.
Nathan
Se está acomodando su traje frente al espejo, luce sorprendido, no esperaba verme aquí ¿No?
No le doy tiempo a reaccionar cuando me le abalanzo encima y comienzo a golpearlo_ Eres un imbécil, un idiota, un cerdo maldita escoria- De mi boca llueven las ofensas mientras golpeo su pecho. Me toma de las muñecas, provocándome más rabia-en caso de que eso sea posible-.
_Escucha, necesitamos hablar- Suena serio, estrujando más mi corazón-_ Necesito que nos veamos esta noche en el parque...
_Claro que no- Niego rápidamente_ Si te vas a largar te largas ya, el juego terminó- No puedo soportarlo más, aunque lo golpee, esa rabia sigue haciendo estragos en mi interior.
_No es que no entiendes. Mira, en serio debemos...
_Que no tengo que hablar contigo- Chillé. Las lágrimas se deslizaban con facilidad por mis húmedas mejillas. Él se peinó el cabello con los dedos.
_Por favor. Debemos terminar este noviazgo de forma sana- Sus palabras eran dagas afiladas que se clavaban en mi garganta.
_Pues este noviazgo lo estoy terminando aquí y ahora- Me seco los ojos de forma brusca.
_No dejes de ir hoy, a las 8 ¿Si?
_No iré- Me mantengo firme. El intenta decir algo, pero termina uniendo los labios.
_Entonces te quedarás con la duda de algo que pudo ser- Salió por la puerta dejándome frente al espejo, mirando lo destruida que he vuelto a estar por un hombre.
(...)
Miro al bebé dormir, tranquilo y relajado. Su pequeña pancita sube y baja en una respiración constante y relajada. No dejo de mirar sus manitos, naricita, boquita y pies como si fuesen obras de arte. Es increíble como, siendo-en estos momentos- mi vida emocional un torbellino, puedo sentir tanta paz con el simple hecho de ver a mi bebé durmiendo.
Una sombra se yergue tras la puerta semi-abierta del cuarto de Olithan.
No sé si me arrepiento de que lleve ese nombre.
Soy muy impulsiva, lo siento.
Le echo un vistazo y compruebo lo que ya sabía, es Madison.
Se sienta a mi lado sin mediar palabra. Noto su mirada posada en mí pero la ignoro, porque sé a qué vino.
_Deberías ir- Rompe el silencio_ Si no lo haces no sabrás qué tiene para decir...
_No me interesa- La interrumpo_ No pienso darle más importancia de la que se merece.
_Te gusta ¿Cierto?- Su pregunta no me sorprende. La miro a los ojos, vuelvo a mirar al frente y suelto un largo suspiro.
_No te mentiré, pero ya sufrí mucho por un chico y tu hermano no me hará tener un deja vú.- Ella hace una mueca.
_Deberías dejar que se explique- Insiste.
_Madi...
_Hazlo por nosotros- Sus ojos se cristalizan-No te digo que le pidas matrimonio- Como si nos fuésemos a casar- Sólo te imploro que lo escuches-Niego, no muy convencida- Oli,tú eres lo mejor que le ha pasado, no quiero lidiar nuevamente con la preocupación de mis padres por tener un hijo irresponsable, que llegaba ebrio a altas horas y tenía a mamá despierta, esperándolo. Tú y el embarazo volvieron a conectarnos con mi hermano, él ahora es...diferente. Ya no es tan inmaduro y eso es algo que nunca esperé ver. Te suplico como tu mejor amiga que le des un chance a Nathan, sólo uno, por favor-Una lágrima danzó por nuestros rostros a la par. Sus palabras de alguna forma me conmovieron.
_Voy a ir- Prometo. Decidida a enfrentar a Nathan porque si piensa que iré a rogarle su amor, es porque no conoce a esta Olivia Irwin.
Samantha
Todos conversan sobre la llegada del nuevo miembro de ambas familias. Parecen a gusto, mientras que yo no paro de mordisquiarme las uñas nerviosa. Daniel y yo vivimos juntos, prácticamente hemos sido uno solo desde hace tiempo y aún así no puedo dejar de pensar en las mil maneras en las que puede reaccionar. Todos están muy concentrados en hablar de Olithan como para notar mi deprimente rostro. Madi cada que me ve, me acaricia en pelo y me pregunta como estoy, pero aún así sigo pensando en mi situación.
Tal vez seamos muy jóvenes como para decidir tener un bebé, no lo sé. La situación de Olivia es diferente ya que Daniel y yo trabajamos para mantenernos, un bebé puede ser complicado justo ahora. Mis padres siempre andan cortos de dinero y Daniel y su padre- que sí tiene dinero- No se han hablado en meses.
¿Qué hago?
Las puertas se abren y palidezco al notar a Daniel llegar, conversando con Mark. Cuando nota mi presencia, se acerca y me besa la coronilla.
_Mi amor...
_Tenemos que hablar- Suelto sin preámbulos, su expresión cambia.
_Claro. ¿Qué sucede?
_Aquí no- Lo interrumpo y me pongo de pie. Él me sigue cuando camino hasta el área de la piscina. Las voces se pierden en cuanto cruzamos las puertas de cristal.
_¿Estás embarazada?-Me quedo rígida ante su pregunta. Ni siquiera volteo a verlo._Estás embarazada -Afirma, al ver que no respondo.
_Có...cómo sabes...tú que- Balbuceo estupideces.
_No soy tonto, te desmayas y luego me pides hablar con tanto misterio- Fui muy evidente- Fuiste muy evidente- me lee el pensamiento.
_¿Qué piensas al respecto?-En este momento una gelatina tiembla menos que yo.
_Claro que quiero tenerlo- Lágrimas se desbordan de mis ojos al ver lo feliz que está- Mi amor, llevamos casi cinco años y hemos pasado por mucho, no hay otra mujer que quiera más para la madre de mis hijos- No aguanto más y lo abrazo.