Llevaba cerca de diez minutos esperando por Sofía cuando al fin La vio entrar por La puerta.
-Perdoname por hacerte esperar, pero tenía otros asuntos que atender y sinseramente tú llamada me tomó por sorpresa.- se excusó con una amabilidad algo forzada.
-No hay problema, acabo de llegar.- Respondió Amaia con una falsa sonrisa condescendiente.
-¿Alai está en problemas otra vez?- Indagó la rubia llendo directamente al objetivo de la reunión. No le agradaba Amaia en lo más mínimo. Solo había ido a su encuentro porque sabía que estaba tramando algo, y ya sabes lo que dicen, a los enemigos hay que mantenerlos cerca. Aunque, en aquel instante no sabía exactamente de quién era enemiga Amaia y que tenía que ver ella en esa historia.
-Volvió con Alex, así que te imaginarás que si, está en grabes problemas.- soltó austera, y en ese preciso momento el teléfono de Sofía comenzó a sonar. La chica solo miró la pantalla, sonrió ignorando por un instante a Mai, y luego de contestar con un mensaje, lo dejo sobre La mesa boca abajo.
-Lo siento, mí novio no está muy feliz de que haya desaparecido sin decir nada, es algo paranoico... Decías que Alai y Alex regresaron, pero esas son noticas viejas. Hace meses que están juntos y hasta donde escuché están muy bien.-
-Bien, porque viven en una mentira.- Sofía, nada lenta, enseguida entendió por donde venía el asunto y solo La dejó hablar sin interrupciones. La chica soltó una catarata de frases cargadas de odio y resentimiento en contra de Alexander, pero sin decir sin decir nada en concreto.
-Y en esa historia, ¿Donde entró yo? Sabes que Alai y yo llevamos bastante sin dirigirnos La palabra. Para eela soy una traidora.- La última frase con La voz casi rota, porque La verdad es que aún le dolía demasiado el abismo que ahora existía entre ambas.
-Tenéis que ayudarme a abrirle los ojos. Puede que estéis distanciadas pero aún eres su mejor amiga. Sé que te extraña, que quiere arreglar las cosas, sin embargo su maldito orgullo que se carga se lo impide... pero claro, con mí intervención todo puede ser diferente..- la chica la miró fijamente, pero solo guardo silencio, analizando cada palabra en su mente. -Ya sabéis... Favor por favor...-
-Esta bien.- Soltó Sofía seguido de un suspiro. -Te voy a ayudar a desenmascarar a Alexander. Voy a salvarla una vez más de él. Total, si algo sale mal, más de lo que me odia no puede odiarme. Y tal vez... Cuando sepa quién es en realidad entienda porque ese día elegí quedarme callada.- Amaia sonrió triunfante. -Pero necesito que me cuentes ahora mismo porque le tenés tanta bronca a Alexander.-
-¿Que? No entiendo a qué te refieres- Murmuro intentado fingir inocencia. - Todo lo que hago es por el bien de Alai.-
-Amaia, tú y yo nunca fuimos amigas y jamás lo seremos, pero somos mujeres y entre nosotras nos conocemos... Está obsesión que tenés con Alexander tiene una causa, una justificación.- Dijo Sofi sin quitarle de encima su mirada inquisidora. -Quiero todas las cartas sobre La mesa, de lo contrario no juego.-
La cara de Amaia mutó. Había perdido el control de La situación tan repentinamente que, por un instante, sintió que no tenía palabras con las cuales responder.
-Es una historia larga, pero voy a tratar de resumirla para ti. Alexander me usó para vengarse de Alai...- Sofia solo La escuchó en silencio, interesada, sin entender demasiado a que se refería. - Bueno... En realidad ni siquiera llegó a usarme porque ella lo dejó antes. Supongo que yo era su estocada final. De un momento al otro comenzó a interesarse por mí. Al principio, solo eran mensajes amistosos. Pensé que era porque se trataba del novio de mí prima, que solo intentaba ser amable porque mis padres acababan de morir y estaba sola en este mundo, pero no era así. Mientras La relación entre ellos comenzaba a irse por el caño, La nuestra se hacía más fuerte. Y me enamoré como una idiota. Siempre lo estuve, desde La primera vez que lo ví incluso antes de que conociera a mí prima, sin embargo, enterré todos esos sentimientos cuando ellos comenzaron su relación.
Pero Alexander solo fingía.
Lo único que quería era meterse en mí cama, para lastimar a Ali en lo más profundo y eventualmente lo consiguió... Fue el primer hombre en mi vida.
Y luego Alai se enteró de sus otras infidelidades, de que estaba cayendo en el vicio y lo dejó antes de que pudiera decirle que estaba conmigo. Entonces, pensé que era La oportunidad para empezar algo de verdad... ¡Porque no me prometió nada pero yo lo amaba!- Sus mirada se volvió rojiza y cristalina mientras intentaba no derramar una patética lagrima frente a Sofía. -Y él solo me desechó como si nunca hubiera significado nada en su vida... y se fue con la siguiente de su lista.-
-WOW eso es... Tan típico de Alexander.- Soltó Sofía aún estupefacta por lo que acababa de escuchar. -¿Como pudiste caer tan fácil? ¡¿Como pudiste traicionar a tú prima después de todo lo que hizo por vos?!.-
-¡Yo estaba enamorada de él desde antes que ella! Alai fue La que se metió entre ambos... o eso fue lo que pensé en el momento.- Se excusó apresuradamente Mai. Sofi nota al instante su desesperación por justificarse mientras intenta quedar como La víctima, y astutamente le da pié a que siguiera hablando, para obtener más información.
-Te entiendo, Alai también estuvo entre Emiliano y yo... No sé si lo hace a propósito o solo tiene suerte pero de ella siempre se enamoran mientras que de nosotras...-
-Alexander no La ama, ese tío no es capaz de amar a nadie.- Interrumpió. - Él solo sabe hacer daño... Sino mira cómo terminó Lucia, La usó para separar a Alai de Romano y después La mando al fin del mundo porque le estorbaba.-
-¿Que dijiste? ¿Como que La usó para separar a Ali de Roma?- Preguntó sorprendida.
-Como escuchaste... Le pagó a Lucia para que meta a Romano en su cama.- contesto sonriente. -Lo que no tuvo en cuenta es que también iba a salir perdiendo él también, porque La muy zorra también lo engañó y ahora La va a tener que soportar de por vida con sus chantajes porque el hijo que espera es de él.-