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—Esto nos va a salir caro. —Levantó la cabeza de su celular para prestarle atención a Logan.

—¿A qué te refieres? —preguntó con desinterés, su amigo se enserió.

—El asesinato de Sofía. —Explicó—. ¿No leíste los periódicos? —Negó con la cabeza, de repente la interesaba lo que tenía que decir.

—¿Qué cosa? —Se irguió en su asiento, dedicándole toda su atención. Logan le deslizó un periódico por la mesa, encogiéndose de hombros—. Hijo de… —masculló, tirándolo al piso con furia.

—Lo que no entiendo es cómo encontró está información. Sofía y yo nunca salimos en público, no dimos indicios de que nos conocíamos. —Logan parecía realmente confundido, pero Logan no sabía lo mismo que ella.

Seguramente fue la misma Sofía quien le dio la información a Ramiro. Era la única manera para que él supiera sobre su relación con Logan. Y el desgraciado lo había usado con más rapidez de la que ella esperaba. Insinuar en los medios que Sofía y Logan mantenían una relación y que —en sus propias palabras— si el futuro alcalde no podía proteger —y en la última estancia encontrar el culpable— a sus amigos, que podían esperar los demás ciudadanos. Era un golpe fuerte a la candidatura de Logan, más aun tomando en cuenta que Sotomayor dio indicios de que ellos estaban muy cerca de aprehender el culpable.

Aunque sabía que no había manera de que llegarán hasta ella, no le gustaba la seguridad de Ramiro. Faltaba ver a quién encontraría como chivo expiatorio. Otra cosa que la preocupaba era el no saber qué cosas más le había contado Sofía a Ramiro. La psicóloga sabía demasiadas cosas sobre ellos y no quería pensar en qué sucedería si había compartido todo con Ramiro.

Necesitaba contraatacar, con rapidez. Antes de que él encontrara su presunto culpable, necesitaba volver el juego a su propio favor.

—¿Crees que tenemos a un traidor en nuestras filas? —La pregunta de Logan la sacó de sus cavilaciones. Asintió, aunque nunca le diría que en realidad la traidora había sido Sofía. Pero, si Ramiro seguía atacándolos con esa información, era solo cuestión de tiempo para que alguien sospechara de la fuente.

—Tenemos que arreglar esto. —Espetó, su amigo frunció el ceño, concentrado—. ¿Qué te preguntó Suárez?

—Estaba más concentrado en destruir tu coartada que en saber que tenía que decir yo. —explicó, sus palabras no la sorprendieron. Suárez estaba en una cruzada y ella era su víctima final.

—Bien. —Asintió—. Podemos comenzar por ahí.

—¿A qué te refieres?

—Ahora te explico. —Se recostó sobre la silla, esbozando una sonrisa perversa, preparada para devolverle el golpe a Ramiro.

🥀🥀🥀

—Sofía fue amiga de la familia. —Empezó Logan con un tono de voz lastimero, atrayendo la atención de todos los presentes—. Cuando decidió establecerse aquí, en mi pueblo, me prometí a mí mismo que le ayudaría en todo. Lamentablemente, no logré cumplir esa promesa. —Se detuvo un momento, dejando que sus palabras se asentarán, que el pueblo los dirigiera. Milena sonrió detrás de él, estaba fuera de la vista de todos, era la última persona que necesitaban ver—. Ya todos saben que la doctora Sofía fue asesinada brutalmente tres noches atrás, en el solo corazón de nuestro pueblo. Y sí eso no fuera doloroso, también tenemos que hacernos a la idea de que nuestras autoridades disminuyen su personalidad, su importancia en nuestra comunidad y no se dedican a encontrar su asesino. —Los murmullos se alzaron, interrumpiéndolo.

—Esto es muy arriesgado. —Derja llevaba una mueca de preocupación pintada en el rostro, mordiéndose las uñas.

—Va a estar bien. —Ella misma estaba preocupada, pero nunca permitiría que alguien viera que estaba dudando en alguno de sus planes.

—Lo sé, lo sé. —La voz de Logan volvió a llenar el aire, acallando los rumores—. A lo que me refiero es que están usando la pérdida de nuestra amiga para conducir su propia caza de brujas, tratando de resolver problemas del pasado. —Fue demasiado sutil, pero sus palabras estaban teniendo efecto—. Hoy les quiero avisar que, desde mi oficina, estamos decididos a encontrar el asesino de Sofía, aunque eso signifique ir por encima de las autoridades pertinentes. No voy a permitir que la vida y la muerte de una ciudadana de mi pueblo queden a la sombra de intereses personales de ciertas personas.

Los periodistas insistieron en hacerle preguntas, pero él fue firme en rechazarlas y se bajó ante la mirada atenta de medio pueblo. Milena fue a su encuentro, sonriendo.

—No sé qué esperas ganar con esto. —murmuró, Derja asintió, concordando con él. Y eso era algo casi imposible, ellos se la vivían discutiendo.

—Ya verán. —Fingió una seguridad que no sentía, ella tampoco estaba segura del plan, pero tenía la sensación de que todo se acomodaría en los días siguientes.

Lo importante para ella era haber devuelto el golpe, no quedarse detrás en esa guerra que llevaba con Ramiro y no darle demasiada ventaja.

—¿Te contactó Martín? —Se interesó, ya hacía varios días que no sabía nada de él, aunque eso fue su decisión, no le gustaba mucho haber dejado de lado una parte de su plan.

Martín era fundamental para destruir a Ramiro, no podía descuidarlo.