A Toda Velocidad

Capítulo 16

            Teo tuvo una contusión cerebral al igual que un brazo y un par de costillas rotas que estuvieron cerca de aplastar un pulmón pero por fortuna eso no pasó. Su rostro quedó bastante lastimado hacia un lado y en la frente debido al impacto del casco contra el volante. La seguridad reforzada que Donnie –un integrante de su equipo– se encargó de mejorar, fue lo que salvó su vida. En las cinco horas que llevamos en el hospital es lo único que nos han dicho al igual que el hecho de que no ha recuperado la consciencia desde que fue sacado del automóvil.

            “El equipo legal de Keane va a levantar cargos contra Teo,” dice Harry colocándose a mí lado. Ambos nos apoyamos contra la pared sin saber cuánto más van a resistir mis piernas en esta posición.

            Lo miro con un gran interrogante en mi cara junto con una expresión recelosa. “¿Pueden hacer eso?”

            Suelta un largo suspiro y eso no me da tranquilidad para nada. Harry suele tener todo bajo control pero el verlo inseguro es algo terrible. “Se vio claramente cómo lo empujaba fuera.”  

            “Fue un accidente,” recalco. Puede que la imagen haya sido confusa y todos crean que fue una maniobra desafortunada para sacar a Howard de la pista pero Teo no lo haría. No por decisión propia, es mucho más inteligente que eso.

            “No lo sabemos a ciencia cierta.” Me enderezo.

            “Él mismo dijo que su auto no respondía.”

            Harry cruza sus brazos y ajusta las gafas que lleva hoy. “El equipo lo revisó antes, no había falla alguna que dé a entender que era un problema del vehículo.” 

            “¿Creen que Teo lo hizo a propósito?” Acuso.

            “Cálmate, Callen, no estoy asumiendo nada y si tengo que estar de un lado siempre va a ser del lado de Teo,” coloca sus manos en mis hombros. “Y no, no creo que lo haya hecho, al menos él no tuvo algo que ver.”

            Su forma de decir eso último me hace sospechar.

            “¿Qué es lo que no me estás diciendo?” Inquiero.

            Harry mira detrás de mí y me aparta de los demás para hablar en voz baja. “El patrocinador más importante de Keane amenazaba con dejarlo si no ganaba.”

            Bufo. “Eso es estúpido, tiene buenos números. Además debe haber firmado un contrato no puede dejarlo sólo así.”

            Es por eso que los contratos son tan importantes. Cada cláusula debe ser leída con detenimiento y explicada las veces que deban ser necesarias. Claro que, a menos que Keane haya incumplido algún punto importante es entonces que debe rever el documento.

            “Es su padre,” dice. “Él es su mayor patrocinador. ¿Alguna vez has oído de Mikael Keane?”

            “No.”

            “Es una leyenda aquí, y Howard tiene unos zapatos muy grandes para llenar.” Por eso anda siempre como si tuviera un grano en el culo. “No va a decepcionarlo.” Desvía sus ojos hacia las personas que pasan junto a nosotros. “Le conviene que Teo quede fuera.”

            Al decir eso mi mente se dirige a otra posibilidad, puede que una más creíble.

            “¿Piensas que tuvo algo que ver en todo esto?”

            Hunde sus hombros. “Honestamente no sé en qué pienso. Sólo quiero que se recupere.”

            Yo igual.

            Al cabo de un par de horas más tarde, unas voces conocidas se escuchan por el pasillo y veo a los padres de Teo correr hacia aquí.

            “¿Dónde está?” Exclama su madre con angustia bañando su rostro alterado. “¡¿Dónde está mi hijo?!”

            “Juliet,” susurro. Eso parece llamar su atención porque se aproxima hacia mí tomándome por los hombros.

            “Callen.” Su tono es lastimoso. “¿Dijeron algo?”

            No logro decir nada. Tal vez sea porque ni yo sé muy bien qué está pasando aquí o porque los nervios me carcomen una vez más.

            Por fortuna, Harry interviene de inmediato. “Voy a explicarle el último parte médico, Sra.” Le da una sonrisa tranquilizadora. “Vengan por aquí.” Toma el brazo de la mujer y la aparta de mí, con Antoine siguiéndolos muy de cerca.            

 

            Teo está despierto, eso es lo que dijo el doctor anoche, pero deben realizar muchas pruebas antes de dar el visto bueno. Necesita descanso, mucho, por lo que se limitaron las visitas y por ello sus padres deben ser quienes estén con él.

            Continúo mirando la pared blanca frente a mí como si me hiciera burla. Mi sistema nervioso se volverá loco si continúo mirándola pero no voy a quitar mis ojos. Estoy tan cansada y asustada y nerviosa que no puedo concentrarme en otra cosa por lo que estoy mirando la pared pero a la vez mi mente está llena de pensamientos que no puedo ver otra cosa.

            ¿Suena coherente? Tal vez estoy divagando.

            Todo el equipo estaba aquí hasta hace unas horas, ahora el pasillo se encuentra abordado por Charles, Harry, los señores Guiraud, Nora y yo. Hay enfermeras y enfermeros curiosos así como doctores que pasan por aquí, supongo que los reporteros afuera les dieron la pista de que Teo Guiraud estaba aquí, tampoco era tan difícil de averiguarlo estando el gran Charles Divogh custodiando su puerta.



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En el texto hay: diversion, amor

Editado: 14.09.2023

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