A Través De Mis Sueños

Capítulo 11

Hoy fue unos de esos días en que no soñé con Evan. Me había parecido raro ya que, luego de verlo, no dejé de pensar en él un segundo. Pensaba en la manera en la qué podía acercarme. A Eleanor se le ocurría cada locura, pero tal vez, por miedo a ser completamente rechazada entonces me negaba. 

Esa misma noche, quedé en la cama sentada pensando en lo que había pasado. Sabía que estaba mirando un punto fijo imaginando una y otra vez el momento en que lo vi salir del depósito, todo pasaba en cámara lenta por mi mente.

Era un desastre, es decir, yo era un desastre. Porque no podía ocultar mis sentimientos. Verlo realmente expuso todos y cada unos de mis sentimientos hacia afuera. Es como que si de repente hayan apretado una esponja y la espuma haya salido de una manera inexplicable. Así fue.

Era la primera que lo veía, la primera vez que había tocado su muñeca, sus manos y también visto a los ojos. Todo era bastante nuevo. Quería negarlo pero... a estas alturas era completamente imposible. Negar que sólo había venido a verlo para saber cómo estaba, era una tontería. 

Negué con la cabeza sonriendo. Y, esa noche, Lydia captó mi sonrisa. 

—¿Podría saber por qué sonríes de esa forma mirando hacia mis sábanas? 

Entré en razón y la miré—. No lo noté, lo siento. Debí parecer una estúpida.

—¿Por qué estás tan feliz? —me preguntó ella muy curiosa.

No quería mentirle y tampoco quería decirle la verdad en su totalidad.

—Me hace bien ver a las personas que quiero.

Ella sonrió—. Pienso lo mismo —dijo—. Especialmente si extrañas a esa persona.

Y no estaba equivocada para nada. Ella es muy inteligente respecto a estas cosas.

Ahora ya despierta y preparándome para volver a mi rutina de trabajo con Lydia, pensé en preguntarle sobre su relación con Steve.

—¿Qué me dices tú con Steve? —le pregunté a la vez que ordenaba nuestra habitación antes de salir. El cual era temporal.

Ella se detuvo en lo que estaba haciendo y me miró. Respiró hondo. Al parecer un poco molesta recordando la salida anterior.

—Me gustó pasar tiempo con Steve, aunque él sólo me ve como una amiga más. Pero... Brianna es un poco especial.

Giré a mirarla y levanté mis cejas—. ¿Un poco? Ella siempre quiere ser el centro de atención. No está acostumbrada a dar sino a recibir. Ella es detestable cuando se trata de Connor y Steve. Quiere sólo tenerlos para ella, ¿sabes? Es egoísta de su parte.

Lydia se sentó en la cama, queriendo hablar mejor del tema.

—Noto algo raro en ella.

—¿Algo raro? ¿Cómo qué?

—A pesar de que ella no se despega de Steve y creo que pasa más tiempo con él que con Connor, sin embargo, creo que le gusta Connor. No quiero hacerte sentir mal pero... tiene tratos diferentes con él. ¿Siempre han sido mejores amigos?

Yo lo había notado pero que alguien lo noté también era complicado.

—Siempre han sido mejores amigos, supongo que a veces es difícil mantener una amistad de tantos años y no sentir nada.

—No es imposible.

—Pero para ella sí —dije—. De todas formas, la entiendo. Connor es realmente maravilloso. No sólo es una buena persona sino que es comprometido con las cosas que hace en su trabajo. LE gusta mucho trabajar y salir de fiestas.

—Él no es nada parecido a ti.

—Sí, muchos dicen eso... Supongo que no somos iguales pero tenemos cosas en común —Lydia bajó su mirada a sus manos. Sabía lo que estaba pensando pero no quería decirlo. Tal vez por miedo a herirme. Aunque tenía heridas más grandes que estas. Me senté frente a ella—. Sé lo que estás pensando... Quiero mucho a Connor. Lo quiero demasiado. He pasado estos años a su lado y es maravilloso estar acompañada de una persona tan buena como él. Pero a veces siento que vivimos en una ilusión que tiene fecha de vencimiento, sé que sus tratos conmigo no son iguales que sus tratos con Brianna. Y no puedo juzgarlo.

Ella levantó su mirada—. ¿Por qué no? —frunció el entrecejo.

vLargué un suspiro bastante largo—. Porque lo entiendo. Entiendo que Brianna sea muchísimo más especial que yo para él. Y no tiene por qué ser competencia eso. Connor podría decirte que las dos somos importantes y es así. Pero todo en la vida se puede medir en una balanza, y créeme, entre ella y yo... Él la elegiría a ella. 

Lydia suspiró y se arrojó en la cama pensativa—. Wow. ¿Cómo puedes decirlo tan tranquila? No quiero sonar una tóxica pero yo realmente no podría soportar tremenda injusticia.

Carcajeé—. Es la vida misma. Siempre estaremos eligiendo entre una cosa y la otra. Sé que suena horrible entre personas pero... vamos a ser sinceras. Lo hacemos todo el tiempo. No lo podemos evitar.

—Es verdad —me respondió mirando al techo—. Eso no te hace menos importante.

—Claro que no pero... si querías saber la respuesta, ahí la tienes. Sí, Brianna es todo para él. Lo digo porque veo la forma en la que habla de ella, los comportamientos, y absolutamente todo. Son mejores amigos desde pequeños, ¿cómo puedes explicar eso?

—¿Y tú? —se enderezó bruscamente—. ¿Te sucede lo mismo que a él?

—Connor es importante para mí.

Ella ladeó la cabeza y me miró con suspicacia. 

—Eso ya lo sé pero... ¿tienes a algui-

Alguien, de repente, tocó la puerta interrumpiendo nuestra charla. Lo agradecía internamente.

Abrí la puerta, dejando ver a un Steve con una sonrisa algo sarcástica. Yo tenía una relación extremadamente rara con él pero era tolerable. Steve era demasiado atractivo y eso lo sabían absolutamente todo el mundo. No sólo porque el hecho de que sea pelirrojo, con ojos claros indescriptibles y tenía una sonrisa demasiado... atrevida. Sinceramente no le recomendaba a Lydia salir con él, podría ser hasta peligroso. Y ella parecía tener un gran corazón para que alguien sin modales se lo rompiera.

Pero en fin, yo no soy quién.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.