Me había arriesgado demasiado al haberle dicho eso.
Pero no me arrepentía.
La manera en la que me estaba viendo, nunca, nadie me había visto de esa forma. Realmente el color de sus ojos podían llegar a lastimarte. Evan no estaba serio pero tampoco estaba sonriendo. Sólo... parecía desconcertado lo que había dicho.
El silencio que había entre nosotros pudo dejar en evidencia el ruido de los autos, las bocinas, las personas hablando, entre otras cosas, había todo un mundo a nuestro alrededor y nosotros aquí. Mirándonos como nunca lo habíamos hecho.
Pensé que no iba a decir nada pero me equivoqué.
Él abrió la boca, y dijo:
—¿Cuál de todas?
Mi corazón, nuevamente, rebotó fuertemente contra mi pecho. Estar frente a él lograba ponerme tan nerviosa que mis manos largaban un sudor frío.
—La que más brilla —respondí, fingiendo estar lo más tranquila que podía—. ¿Ya la has ubicado?
—Sí —dijo.
Su expresión, además de desconcertada, parecía confundida.
Parecía estar luchando contra alguna confusión dentro de sí.
Mi miedo de que él supiera quién era yo me apoderó. Bajé mi mirada sintiéndome nerviosa, tomé mi bolso que se encontraba en la silla y comencé a caminar rápidamente. Tal vez no estaba preparada para que supiera quién soy.
Que me rechazara en este momento sólo iba a hacer que me derrumbe por completo.
Verlo, cada día, desde que llegué, sólo me dejaba más ilusionada que antes.
Sin embargo, Evan no me dejó ir. Esta vez fue él quién tomó de mi muñeca y me giró hacia él.
—¿Cómo es tu nombre? —me preguntó. Se veía confundido.v
Theo apareció de repente. Internamente se lo agradecí.
—Evan —llamó—. Es hora de irnos. Lo siento me distraje abajo.
Seguramente Eleanor comenzó a hablarle de cualquier estupidez. Me solté lentamente de su agarre.
—Te veo luego —le dije.
—Espera —me dijo Evan pero caminé rápidamente.
Bajé encontrándome con Eleanor, tomé de su mano y salimos a toda velocidad de la cafetería.
—Espera. ¿Qué sucedió?
—Creo que metí la pata.
—¿Qué? ¿En serio? ¿Sabe que eres tú?
v—No estoy tan segura —le dije, una vez llegando del otro lado de calle. Paramos y la miré—. Creo está sospechando.
—¿Eso no es algo bueno?
—Sí pero... no lo sé. Estoy tan nerviosa. Preguntó cómo era mi nombre y me escapé.
—¿Eres tonta o qué te pasa? Tienes que decirle que eres tú. Está recordándote de a poco. Es obvio que siente algo por ti. No lo dudo.
—Me asusté —dije exasperada—. Me asusté y escapé. Luego de decirle que lo de la estrella, sólo me miró y estoy segura... que sospechó. Pero no debe estar tan seguro. Tal vez piensa que no puede ser tantas coincidencias, lo del piano, ahora lo de la estrella... Debe estar muy confundido.
Una voz, muy conocida para mí pero desconocida para Eleanor intervino en nuestra charla. Pude ver como mi amiga frunció el ceño confundida mirando detrás de mí. Giré a mira a una persona que no pensé que iba a estar aquí.
No puedo creer que me haya seguido.
—¿No oíste lo que dije? —habló Brianna. No respondí—. He dicho que si estás divirtiendo engañando a mi mejor amigo.
Eleanor me miró confundida.
—¿Qué haces aquí, Brianna? —le pregunté. No había pasado un segundo y yo estaba completamente enojada.
—Te esperé pacientemente aquí sentada —señaló el banco—. La vista era hermosa desde aquí, viéndote con ese tal Evan.
Quise disimular mi expresión sorprendida pero fallé. Brianna comenzó a acercarse hacia a mí.
—¿Y qué? —le dije.
—¿Connor sabe que te estás viendo a escondidas con tu novio del pasado?
No podía creer lo desubicada qué era.
Eleanor frunció el ceño, dio paso hacia adelante.
—¿Y a ti qué mierda te importa con quién ella se ve? —dijo Eleanor. Yo debía controlarla a ella más que a mí—. ¿Por qué no regresas por dónde viniste?
—¿Y a ti quién te pidió opinión? —le respondió Brianna—. Me quedé aquí sentada todo el tiempo que fuese necesario para poder averiguar porque la novia de mi mejor está siendo una imbécil con él.
Eleanor se rió. De lo molesta que estaba. Yo creía que en cualquier momento ninguna salía viva de esta situación. Brianna estaba enojada. Muy enojada. Y estaba en su derecho. Pero... no era como ella pensaba.
—¿Tengo que darte explicaciones a ti o a Connor? —le dije—. Evan no es mi novio, ni siquiera somos amigos. Si quieres saber si Connor sabe que estoy aquí, tú sabes que no. No quise decirle porque no estoy preparada. Él sabe que estoy con Eleanor solamente. ¿Quieres decirle? —me acerqué a ella quedando cara a cara—. Ve. Corre. Ve a decirle si eso te hace sentir mejor. De todas formas, siempre quisiste arruinar todo entre nosotros.
Eleanor me miró completamente enojada—. No le des explicaciones. ¿Quién se cree es?
Brianna la miró con mucho odio—. ¿Y tú de dónde has salido?
Definitivamente Eleanor no tenía paciencia con personas estúpidas así que estaba lo bastante molesta y sacada de quicio. Estaba por largar todo lo que tenía parar decirle pero la detuve con la mano haciéndole un gesto de que no importa.
—Brianna —comencé a hablar—. ¿A dónde quieres llegar? Estoy perdiendo el tiempo contigo.
—¿Cuándo le dirás a Connor todo esto?
—Connor conoce a Evan. Él sabe que Evan es importante para mí. Él sabe que Evan es mi amigo.
Ella rió sarcásticamente—. No puede creer las excusas que estás dando. ¿Piensas que todos los que estamos a tu alrededor son idiotas? Estás loca por ese estúpido de allá —giré a ver. Era Evan, quién cruzaba la calle. Volteé a mirarla.
—Dile estúpido una vez más —fruncí el ceño—. Y cruzaré los límites contigo. Lo mejor que puedes hacer es cerrar la boca. Tú eres un simple espectador que no debe meterse. En el momento que esté lista, hablaré con Connor.