Al día siguiente, cuando Laura estaba terminando de arreglarse solo pensaba en volver a ver a Joseph en el almuerzo, deseaba tanto poder sentarse y entablar así sea una pequeña conversación con él, sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de su hermano quien le avisaba que ya era hora de marchar. Cuando llegó a su aula de clases, sonrió al observar a sus amigas.
__ ¿Estudiaron?
__ Estoy segura que raspare esta evaluación –dijo Gabriela abrumada- no entendí absolutamente nada.
__ ¡Qué raro! –Exclamo Elizabeth con burla-
__ Tranquila, yo te ayudare, pero como nada es gratis en esta vida, deberé pedir algo a cambio –dijo la pequeña en forma de negocio-
__ Lo que quieras
__ Quiero escuchar esta negociación –volvió a reír-
__ Quiero chocolates. –expuso Laura estirando su brazo y Elizabeth negó-
__ ¿tan poquito?
__ Shhh… -le hizo un ademan- pensé que sería otra cosa, pero como ya no puedes retractarte de lo dicho, trato hecho –estrecho su mano-
Las chicas volvieron a reír para proseguir con su clase, el profesor entrego a cada uno la evaluación y Laura como pudo logro pasarle las respuestas a Gabriela quien sigilosamente recibía; ya después de unos cuantos minutos, todos habían culminado el examen.
__ ¿Alcanzaste copiar todo? –pregunto la pequeña-
__ Por supuesto mi amor, muchas gracias –le dio un gran abrazo- ¿y a ti como te fue?
__ Muy bien gracias a Dios –confeso con orgullo-
Laura abrazo por los hombros a Elizabeth y juntas se encaminaron a la próxima clase, para el momento en el cual iban a entrar al aula, la primera nombrada se percató su reloj y aun faltaban 10 minutos para que iniciara la clase, no fue hasta entonces que observo a Joseph por el pasillo y con una sonrisa se dirigió a sus amigas.
__ Regreso ahora.
__ ¿A don…? –Gabriela antes de culminar la oración, vio a Joseph y sonrió- entiendo.
Laura le entrego su bolso a Elizabeth y agradeció.
__ Te veremos ahora, no te tardes pequeña. –
Ambas amigas entraron a su respectivo salón, mientras que Laura se destinaba hacia su enamorado. Por otra parte Joseph había culminado muy bien esa primera clase del día, gracias a Dios, solo tenía previsto para hoy una sola evaluación escrita, pero por su condición todas dichas pruebas eran orales, lo cual se le hizo muy fácil, fue así que se dirigió a sus próximas jornadas.
__ Disculpa, ¿estoy cerca del aula 29? –pregunto a cualquier chico que pudo detener-
__ Aun te falta, sigue derecho.
__ Gracias –el joven continuo con su caminata con su bastón para no tropezar con nadie, hasta que después de un rato, volvió a detener a otra persona, esta vez, era una chica- ¿esta es el aula 29?
__ Dos salones más y ahí estará el aula que buscas. –Escucho una risa provenir de ella, pero no le prestó atención-
Nuevamente, nuestro Joseph inicio su caminata, pero Laura logra detenerlo.
__ Hey, señorito ¿A dónde va? –Pregunto- por ahí no es…
__ ¿Rara? –pregunto dudoso-
__ Sí, es por acá –enrosco su brazo con el de él y desfilaron hacia su aula- ¿por qué ibas en dirección contraria? –inquirió confusa-
__ Estaba preguntando y me dijeron que era hacia… -el chico negó frustrado y entendió todo, ambas personas habían estado vacilando- olvídalo.
__ ¿Tienes tu celular a la mano?
__ ¿para qué? -
__ ¿lo tienes? –el asintió- ¿me regalarías una llamada? Es urgente y ya mi plan se ha vencido. –el negó ante lo expuesto-
__ No dejo que nadie toque mi teléfono. –dicho esto, estiro su bastón para iniciar nuevamente, pero ella vuelve a detenerlo-
__ No seas así, de verdad es muy urgente… Por favor.
Este solo bufó y suspiro para tranquilizarse, llevo su mano hacia su bolsillo y saco su teléfono.
__ Hazlo rápido, llegare tarde a mi clase por tu culpa.
Laura sonrió; lo que hizo fue escribir su número de contacto y colocarlo en marcación rápida, específicamente #2. Volvió a agarrar su mano para situar el teléfono.
__ Listo.
__ ¿Tan rápido? Pero ni siquiera escuche que hablaste con alguien… -dijo mientras caminaban poco a poco-
__ Solo agregue mi número a tus contactos, cuando me necesites solo debes marcar el número 2, supongo que puedes hacerlo, de no ser así, estaré atenta de eso. –Palmeo sus hombros- Llegamos, nos veremos en el almuerzo Joseph, estudia mucho… -grito para alejarse corriendo a su ambiente de clases-
__ Pero… ni siquiera lo pedí –comento en un susurro audible solo para él. Con cuidado se adentró al aula y para cuando se sentó, escucho la voz del decano, quien al parecer tenía una buena información que expresar-
__ Buen día participantes, lamento interrumpirlos tan temprano, pero ha llegado un nuevo alumno a esta sección. –Hizo una seña para que el chico pasará- Muy bien, es hora de que te presentes. Mucha suerte. –Dirigió su vista a los jóvenes- Continúen con sus clases.
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Editado: 03.11.2020