KEMUEL
—Agente Ben Amir.
—Señora, sí.
—Disculpa, sé que era hoy tu día de franco, pero te necesito en esta mañana al menos y luego haces un cambio de horas.
Es temprano y he dormido más horas de las que pude en los últimos días, pero ya estoy activo haciendo ejercicio con algunos elementos de gimnasio que tengo en el patio de casa. Detengo mis cosas y busco una toalla para secarme la transpiración mientras escucho las indicaciones de la Mayor.
—Por supuesto. Usted me indica, sigo sus órdenes.
—El Secretario de Defensa se reunirá hoy con el vicepresidente y vendrán agente de la presidenta inclusive. Necesito que estés ahí en cuarenta minutos, la reunión se hará la sede de periferia de Agencia Antimisiles y se llevará a cabo un operativo secreto especial. Necesito que mi mejor agente supervise a los escoltas del Secretario Comandante Miller. ¿Entendido?
—Entendido, señora.
—Perfecto. Por cierto, espero que el bebé te haya permitido descansar, créeme que sigo desde cerca la situación.
—Imanol me informa de todo, gracias por sus acciones, Mayor.
—A ti, te lo mereces. Que sea un operativo exitoso, agente. Pronto será ascendido a oficial si sigue así.
—Entendido y gracias.
Ella cuelga y rápidamente marco a mi hermana.
—¿Lexi?
—Kemuel, ¿qué sucede?
—¿Estás trabajando?
—No, pero iba a hacerlo—. Ella trabaja de manera remota desde casa, su trabajo es completamente online.
—Necesito que acompañes a Abby hoy a comprar las cosas del bebé, son urgentes y me hablaron de mi trabajo para indicarme que debo asistir a un operativo especial.
—¿Ahora?
—Ni pañales tiene.
—Caramba, hombre. Qué despistado.
—Soy nuevo en esto.
—Okay, cuenta conmigo.
—Gracias. Te pagaré.
—No es necesario, idiota. Termino mi desayuno, busco mi coche y voy por ella en una hora, ¿está bien?
—Excelente. Gracias.
Y cuelgo.
Una vez que procedo a despertar a Abby para informarle los cambios, la veo durmiendo con el bebé en brazos y la luz de la mañana entra por la venta llenando de luz sus cuerpos maravillosos tendidos en la cama.
Algo en mi pecho se conmueve ante esa imagen y me apena tener que despertarla, pero el tiempo se agota y he de salir cuanto antes.
Me acerco a ella, quien lleva puesta mi camiseta que le queda larga y la despierto para comunicarle las novedades. Parece un poco decepcionada en cuanto le digo que no podré acompañarles,no doy más explicaciones sobre mi operativo y salgo a la ducha para alistarme y luego subir a mi coche camino a la recepción del Comandante quien viene ya en camino.
Una vez en posición, rastreo las indicaciones de su equipo para la puesta al trabajo y percibo una demora que me preocupa, pero no me queda más que aguardar.
Le escribo a Lexi para saber si ya se pudieron reunir y me envía una foto de Abby con el bebé en una tienda de cunas. Ambos se ven muy sonrientes y Abby ya no lleva puesta mi ropa.
“Le quedó fenomenal mi camiseta y mis jeans” dice ella.
Sonrío, agradeciendo hacia mis adentros, sin darme oportunidad a contestar ya que entra un llamado de Imanol en el móvil oficial.
¿Y esto?
—Agente—le digo con la seriedad que hablamos cuando se trata de nuestras comunicaciones oficiales, aunque es extraño conversar con él luego de que anoche le eché de mi casa.
—Agente Ben Amir.
—Diga.
—Hemos encontrado información sobre el caso del bebé encontrado en inmediaciones del…
—Por favor, solicito los detalles.
—Hay dudas respecto de qué hacía ahí la señorita López y recibimos orden de detención con la finalidad de interrogarla.
—¿Qué? ¿Qué clase de dudas?
—Las que siempre estuvieron presentes, pero la fiscal a cargo del caso actualmente ha dado esa orden. No es personal, se lo aseguro, agente. ¿Está completamente seguro que ella no tiene nada que ver antes de tomar la determinación de darle asilo en su casa? Se le recuerda que es usted personal oficial de operativos secretos de las Fuerzas pertenecientes a nuestro gobierno y estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para que esté fuera del alcance de cualquier inminente peligro.
—Abby no es…
Pienso.
Y pienso.
Y pienso.
¡Cielos, no!
—Imanol—esta vez le hablo directamente a él—. Sé honesto conmigo y dime si encontraron o no vinculaciones entre Abby y los secuestradores del niño.
—...
—Dímelo. Es una orden.
—Sí, Kemuel. Abby es sospechosa de complot con los asesinos de Maia García, así identificada, la madre del bebé.
—¿Mexicana?
—Sí. Como Abby López.
¿Qué…?
Abby está ahora con mi hermana.
Y yo en medio de este operativo especial, sin poder hacer nada en caso que eso sea necesario...
¿Y si realmente Abby López es una amenaza?
¡¡Carajo, yo la besé!!