Academia de Asesinos Volumen 1

Capítulo III: Reunión de emergencia

Horas después del accidentado examen de ingreso, Doncaster se reúne en su despacho con Olympico e Hiroshi de urgencia mientras escribe varias cartas dirigidas para el Norte, Sur y Este:

 

—¿Aun te duele? — pregunta Hiroshi, preocupado por la condición física de Olympico después de tremenda paliza por parte de Alexander.

—Bastante pero aún estoy molesto de no haber podido proteger a los aspirantes— se queja amargado.

—Hiciste un buen trabajo, no decaigas tu animo— alienta al enorme asesino. Luego mira a Doncaster, quien se encuentra en silencio escribiendo— Doncaster.

—¿Sí? — responde sin levantar la mirada.

—Creo que es un problema el hecho de que Alexander se haya aparecido aquí ¿no lo crees?

—No es algo que pudiera omitir. Además, será el tema de conversación de hoy, mañana, pasado y el mes que viene. De eso me estoy encargando ahora— responde y deja a un lado el bolígrafo.

—¿Qué haremos? ¿le daremos caza o qué? — pregunta Olympico, aun molesto con el orgullo herido.

—Por el momento alertaremos a las demás Academias y a la Ciudad Central— dice el director de la Academia.

—Doncaster…— Hiroshi nota que el director se encuentra muy confundido como para tomar cartas en el asunto— de acuerdo, vamos a confiar en tu juicio.

—Hiroshi ¿estás seguro de esto? — le pregunta Olympico en voz baja— no quiero dudar de las decisiones de Doncaster pero…— añade.

—Lo sé y estoy como él. No entiendo cómo es que se ha infiltrado tan fácilmente.

 

Doncaster se pone de pie y camina hacia la puerta para apoyar su cabeza y suspirar largamente:

 

—Solo díganlo. Esto fue mi culpa y siento que empeorará— dice decepcionado de sí mismo

—Nunca dijimos eso ni lo creemos, pero tenemos que empezar a actuar. Hemos estado quietos demasiado tiempo como para seguir permitiendo que hagan lo que quieran más tiempo. ¿Recuerdas hace meses el ataque a un buque en el Norte? ¿El secuestro de la familia rica de mercaderes en el Sur? ¿el atentado en el dojo de artes marciales en el Este? Es aterrador pensar que los estudiantes sean el próximo blanco— dice Hiroshi, preocupado por los jóvenes inocentes.

 

Doncaster permanece en silencio unos momentos, perdiéndose entre sus pensamientos. Él y su orgullo tan innegables como director y uno de los asesinos más fuertes del continente que se niega a admitir que debe tomar cartas en el asunto. Pero hay algo más, algo oscuro que lo obliga a no querer continuar con ese tema.

Entonces opta por no responder a eso y continuar con un tema en particular que lo tiene más que sorprendido:

 

—Hablando de los jóvenes prometedores que vimos hoy. ¿Qué piensan de ese chico Kaizer? Bueno, Hiroshi, tú lo recomendaste así que tendrás tu opinión formada.

—Es cierto, inclusive enfrentó a Alexander en un mano a mano. Ese chico, ¿de dónde salió? — pregunta Olympico.

—Lo encontré cuando buscaba a un mercenario fugitivo. Al comienzo no le di importancia ya que me parecía más a un típico chico de la calle. Por más que me hubiera gustado ayudarlo solo era un delgado niño, pero me sorprendió cuando uso su habilidad…premonición— admite Hiroshi.

—Premonición— se toma la barbilla y piensa.

—Oye, pero esa habilidad es demasiado oportuna. Además, que haya salido de la nada y a un día de los exámenes. Me parece demasiado conveniente. No es como si estuviera prejuzgando, no me malinterpreten, pero en la situación tan insegura del continente tendríamos que estar abiertos a toda clase de posibilidades— dice Olympico mientras se rasca la parte de atrás de la cabeza

—Si, eso mismo me estuve diciendo a mí mismo después de que le di un nombre y prometí recomendarlo— responde Hiroshi

—¿Le diste un nombre? Entonces tu…— se sorprende Doncaster

—Se que si un asesino le da nombre a un niño este pasa a convertirse en su hijo o ser apadrinado para entrenamiento. Sucede a menudo con niños huérfanos con potencial. Pero tiene algo más. Es especial si me lo preguntan— admite con una sonrisa

—Enfrentar a Alexander no es cosa ordinaria. Ni yo pude soportar un uno contra uno. ¿Eso tiene algún sentido? — Olympico mira a Doncaster

 

Doncaster vuelve a quedarse en silencio, pero esta vez con expresión de entusiasmo. Siente como si el día que estuvo esperando por fin ha llegado. Recuerda brevemente los ojos de Kaizer, tan furiosos, pero a la vez llenos de bondad y deseos de hacer el bien. Incluso el momento más terrible y lleno de tensión como lo fue enfrentarse a Alexander no perturbaron esa mirada. Doncaster piensa que algo ha comenzado y por fin el día es ese:

 

—Creo que estamos en presencia del líder de la próxima generación de posiblemente la mejor de todas. Hiroshi, quiero que vigiles a Kaizer. Espero no equivocarme, pero… ¡mierda! Ese chico ha logrado entusiasmar a este viejo— sonríe.

—Con todo respeto, Doncaster, creo que estas sobrevalorando al chico. Es cierto, tuvo mucho valor al enfrentar a Alexander y si, le debo el cuello, pero no quiere decir que a futuro sea alguien sorprendente. No tenemos que olvidar que la orden Asesina tiene una maldición con los prodigios — dice Olympico con total pesimismo.




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