Academia de Asesinos Volumen 1

Capítulo V: Los despertados y su naturaleza

Al día siguiente, llega Hiroshi para dar su clase sobre un tema en particular para dar inicio a la Historia misma de la orden y con ello la posibilidad de ampliar el universo de los estudiantes a un conocimiento mayor sobre los que conforman al grupo:

 

—Buenos días jóvenes. Espero que hayan disfrutado de las clases de ayer. Entiendo que esto es algo nuevo para ustedes así que cualquier duda que tengan los profesores estaremos gustosos de guiarlos. Para la clase de hoy no necesitaran materiales escritos ya que esta será una clase para debatir y entrar en polémica. Algo que me gusta mucho. — camina hacia la pizarra y escribe en letras Runómetricas, el alfabeto oficial de Antares, el titulo de la clase.

 

Por su humilde educación, Kaizer no distingue lo que lee. Megumi se percata de ello al verlo confundido, entonces se da vuelta y pregunta:

 

—¿No sabes leer runométrico?

—Patético ¿no? — dice avergonzado

—No, no lo es. La verdad es que no todos cuentan con las mismas posibilidades. Descuida, leeré por ti.

—Gracias— sonríe feliz.

—Lo que el profesor puso se lee como Los Despertares y su naturaleza. ¿Despertares? Nunca escuché hablar de eso— dice Megumi en voz baja pero que llega a oídos de Hiroshi

—Así es Megumi. Los despertares son un concepto relativamente antiguo pero que hasta el día de hoy es difícil de trazar un origen. Solo se ha podido encontrar la manera de activarlo y determinamos que existen diez. Pero explicaré con detalle primero de que trata— explica Hiroshi mientras toma asiento.

 

Hiroshi logró su cometido al atraer la atención de los jóvenes estudiantes de primer año, sobre todo en tres personas en particulares, Kaizer, Megumi y Kamata. Lo cierto también es que cada año son mas los cursos de primer año entre las cuatro academias del continente donde no hay reacción o no le toman importancia a el tema de la clase. Es como si en verdad no les interesara explorar más posibilidades:

 

—Despertares. Puede considerarse como un tema aburrido y algo fuera de época ya que hablamos de algo que se sitúa miles de años en el pasado inclusive mucho antes de la guerra entre la orden asesina con la mercenaria. Inclusive data mucho antes del origen e las ordenes, las academias y del sistema que gobierna el continente. Hablamos de algo que yace dentro de cada uno de nosotros, está latente pero que no cualquier puede manifestar sin un catalizador. Muchos estudiosos dicen que no es tan sencillo y que aquellos que pueden usarlo pueden hacerlo porque está tallado en piedra como si fuera cosa del destino. Otros como yo, estamos convencidos de que la fuerza de voluntad es la que impulsa a esto. De igual manera voy a aclarar algo importante. Hablamos de habilidades que poseemos en nuestro interior, algo diferente a los que podemos o no manifestar como mi habilidad de copiar otras habilidades o aquellos que no poseen. Es demasiado complejo, lo se. — explica con cuidado para que nadie se pierda.

—Yo creo que no es tan complicado. Hablamos de que los despertados no son los que tienen habilidades como nosotros sino algo más — le dice Megumi a Kaizer en voz baja.

—Entonces solo hay que aprenderlo. Si tenemos el potencial para eso — dice Kaizer.

—No es tan sencillo Kaizer — responde Hiroshi al haber escuchado los susurros de Kaizer y Megumi.

—¿Puede escuchar desde tan lejos sonidos tan bajos? — se pregunta Kaizer.

—Los despertados son aquellos que pueden usar estas habilidades, pero este proceso tiene otro nombre o, mejor dicho, el resultado final. Su nombre es Origen y por el momento solo explicaré un poco de que se trata, pero más adelante disfrutaran de que se trata. Desafortunadamente al menos tres de cada veinte pueden manifestar al menos dos de estos, pero uno de cada diez mil asesinos puede manifestar uno en particular que no mencionaré ahora.

 

Kaizer se queda perplejo ante tal expansión de su propio universo. Habiéndose quedado con la limitación de ser huérfano y vivir en una panadería, ahora ve con otros ojos lo que lo rodea. Despertares, mercenarios, academias en los cuatro puntos extremos del continente, algo que jamás habría pasado si no hubiera conocido a Hiroshi.

Tras cuarenta minutos de clase, Kaizer cabecea contra su pupitre hasta que el ultimo golpe suena tan fuerte que acaba por llamar la atención de la clase entera y del profesor Hiroshi. Megumi no puede aguantar su risa por la situación y al otro extremo, Kamata yace dormido y con ronquidos muy leves pero que Hiroshi escucha:

 

—Creo que mis ilusiones de una clase interesada en despertares no duraron mucho — dice decepcionado. Suenan las campanas para poder ir al descanso — Bien chicos, salgan a descansar o a comer. Nos vemos en treinta minutos.

 

Megumi y Kaizer salen al patio para tomar aire fresco del pronto otoño que en día arribará con fuerza en cuestión de días.

El lugar es enorme, rodeado de estructuras pertenecientes a la academia con ventanas y columnas de roca. En diferentes puntos se ven pequeños puestos de entrenamiento para aquellos que lo desean y con permiso de profesores poder practicar sus habilidades. Es la primera vez que Kaizer sale de la academia. Ni en su primer día pudo conocer la parte abierta del instituto y aun así se maravilla:




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