Durante los días previos a las vacaciones de invierno, los ánimos y el ambiente resulta familiarmente relajado. Los chicos estudiantes ven con buenos ojos las dos semanas de descanso de la cursada, los exámenes, ejercicios agobiantes y la presión de los nobles más jóvenes que desde iniciado el año educativo no han parado de provocar conflicto.
De igual manera la desaparición de algunos nobles ha provocado diversas reuniones no solo entre profesores y el director sino lo mismo ocurre en los demás territorios. No es más que un asunto continental que no puede dejarse sin tratar.
Mientras tanto, Lucían, Megumi y Kaizer esperan ansiosamente que el descanso llegue y preparan con entusiasmo algunas salidas tales como ir a comer a algún sitio, pasear, ir a parques de diversiones entre otras cosas.
Desde hace varios días, Lucían se siente observado tímidamente por alguien desde la distancia y a la vez siendo alguien que concurre al mismo curso que él.
Los ojos claros de una joven de su misma edad, cabello azul y la inocencia de alguien que ama la vida y ayudar a las personas. No por algo Megumi es una gran amiga de ella y algunas ocasiones esa chica le pregunta por Lucían, ya sea cosas que le gusta a él o como poder acercarse:
—Megumi. —le dice Lucian— Esa chica, Maia, no deja de mirarme.
—Ya sabes el motivo. ¿Porque no le hablas? —responde Megumi.
—No...no soy bueno para esas cosas. —responde mientras bebé su jugo de naranja.
—Si no lo intentas jamás lo sabrás. ¿Quieres que...?
—No. Eemmm...déjame pensar.
—Ellas se ha fijado en ti, ahora solo debes dar el primer paso. Maia es buena chica y quiere ser médica cuando se gradué de aquí. Si quieres saber algo más de ella puedes preguntarme.
—Yo...eemmm...creo que...—su rostro se vuelve en un ligero tono carmesí por la vergüenza—Quisiera saber...—choca la punta de sus dedos—¿Cuál es su comida preferida?
—Hummm...esa es una pregunta difícil. ¡Ya se! —se acerca hacia Lucian— ¿Porque no lo averiguas preguntándole? — pregunta con una sonrisa.
—Tramposa. —dice Lucían.
—Jajaja. Perdón, perdón, es que los veo muy bellos a ambos.
Kaizer se acerca a ambos con una bandeja de papas fritas y gaseosas que tan amablemente le ha obsequiado el grupo de cocineros:
—Kaizer, dime qué esas personas no te regalaron las papas. — dice Lucían con vergüenza.
—A quién le importa. Tenemos comida gratis. —responde Kaizer— ¿O no Megumi?
Kaizer gira la mirada hacia ella y ve que deja caer una exagerada cantidad de baba de su boca:
—Creo conocer la respuesta.
—Oye, no le digas eso a una dama. Es de muy mala educación, pero...—toma una papa frita sin permiso y la lleva a su boca que come con una sonrisa feliz— gracias por preguntar.
—Entonces ¿De que hablaban? —pregunta Kaizer.
—Lucian está interesado en Maia y trato de ayudarlo.
—Aja...ya veo entiendo. —mira fijamente a Lucian y se vuelve hacia Megumi—No, no entiendo nada.
—Ahhh, dios. —Megumi se toma la cabeza—Ustedes son tan bobos. Veamos...Lucían, tienes que hablarle a Maia. No esperes a que ella lo haga.
—¿Que no hay igualdad? —cuestiona Lucían.
—Si, pero Maia es algo tradicionalista. Tu solo...ve y dile algo. —le aconseja Megumi.
—Está bien. —responde Lucían.
Con fuertes emociones por tener que presentarse a una chica que quizás guste de él, Lucían mira hacia la puerta de entrada de la cafetería y sin darse cuenta choca con los de Maia, quien entra con sus amigas al lugar para almorzar después de quedarse y limpiar su salón como cada semana que les toca.
Rápidamente desvía la mirada hacia las papas fritas:
—¿Quieres comer? No agarraste ninguna. —pregunta Kaizer.
—N-No, está bien. Estoy...—vuelve a mirar hacia donde se encuentra Maia.
Sin saberlo, Lucían es apoyado por no solo Kaizer y Megumi, sino también por las mismas amigas de Maia, Clhoe y Nara, que en su fuerte creencia de que ambos se verían bien como pareja intentan de hacer que ella vaya y le hable para comenzar a forjar una relación.
Sin embargo, las desdeñosas carcajadas de los nobles estropean la oportunidad de Lucían por poder hablar con ella. Y cuando se dan cuenta ve que ellas están siendo hostigadas por los nobles, tironeándoles el cabello, ensuciándoselos con comida y bebida gaseosa, una actitud reprochable cómo pocas y aún después de días sin tener conflicto con ellos. Pero ahora el papel de abusivos recae en nobles segundones, aquellos que no heredarán el liderazgo de su casa por ser segundos hijos.
Si fueran los nobles principales como Borka la cosa sería diferente pero debido a los secuestros estos y la actitud de las casas nobles por proteger a los segundos hacen que inclusive Doncaster quisiera evitar más problemas. Es algo cuestionable y confuso ya que luego del intento de asesinato a Kamata y el que muchos jóvenes nobles principales acabasen heridos hizo que el directo se ponga furioso.
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Editado: 23.10.2023