Academia de Asesinos Volumen 1

Capítulo XXX: Hechos

Un par de horas después, Olympico y Lucy corren entre los pasillos del hospital local muy cercano a la academia del oeste. Las noticias sobre lo que le paso a Kaizer y los demás llegaron muy rápido y eso obligó a cualquier clase de reunión con las leyes por más importante que sean.

Entre los pasillos se encuentran con una de las enfermeras a quien le preguntan por la habitación de Kaizer a lo que le responde:
 

—Habitación 248. Por favor no corran. Entiendo que quizás estén preocupados, pero eviten moverse de manera caótica. — les pide educadamente.

—Si, lo sentimos. Vamos Lucy. — dice Olympico

 

Al avanzar varios metros hacia lo mas profundo del hospital encuentran a Kamata cruzado de brazos junto a una puerta con los números 248 los cuales corresponden a la habitación donde yace Kaizer:

 

—Kamata. — dice Olympico mientras se acercan hacia la habitación— No esperábamos verte aquí.

—Profesor. — deja caer sus brazos y mira a los ojos a Olympico— Solo esperaba a que Megumi saliera de la habitación para volver al orfanato. Seremos regañados si no. — mueve su mirada hacia un lado.

—Ya veo. — dice Lucy y sonríe— No eres muy sincero contigo mismo ¿huh? — piensa enternecida ante el intento de dureza para no mostrar sus sentimientos.

—Kai…ese tonto está despierto. Pueden pasar a verlo. — dice Kamata.

 

Una de las enfermeras, muy joven y que incluso se lleva las miradas de los más jóvenes lo cual enfurece a Megumi quien golpea en la cabeza a Kaizer, termina de cambiar las frazadas y ver que el chico se encuentre bien:

 

—Cualquier cosa que necesiten no duden en decirme. Ya saben donde estoy, bueno, muchas veces recibimos sus visitas, jejeje. — bromea la enfermera con sonrisa amable.

—Si, seguro. — dice Lucian, baboseándose encima.

—¿No puedes ser mas disimulado? — pregunta Meugmi con llamas en los ojos por el enojo.

—No, no lo creo. — responde desafiante.

—Jaja, ustedes si que son animados. — bromea Olympico y junto a él entra Lucy a la habitación.

—Profesor Olympico ¿Qué le pasó? — pregunta Megumi al ver algunas magulladuras en el rostro y manos.

—Solo me estuve ejercitando y Lucy me ayudó con ello. Nada serio descuiden. — se acercan a Kaizer y ven que solo tiene heridas leves en el rostro y cabeza.

 

Lucy mira cuidadosamente las heridas en Kaizer, pequeños rasguños en las mejillas, un corte apenas visible y lo mas grave es el golpe sufrido en su cabeza donde recibió aquel piedrazo que casi lo desmaya y que para sorpresa de amigos y enemigos, se mantuvo de pie soportando el dolor y las consecuencias de la agresión. Camina hacia la punta extrema de la cama y toma los análisis que cuelgan los médicos entre los caños y lee detenidamente. Sus conocimientos en medicina son muy requeridos para la orden asesina y en este caso no es diferente:

 

—Los análisis de sangre deben de estar para mañana. Los únicos exámenes que están confirmados son los físicos y psíquicos. Es increíble, a su edad el que haya recibido golpes de puño, cortes y hasta una agresión con una roca, no puedo creerlo. ¿Enserio este niño sufrió tales daños y está como si nada? — piensa sorprendida.

 

La puerta de la habitación se abre lentamente, Doncaster se acerca tímidamente para no alterar a los chicos y ve que ya están los profesores. Se siente aliviado porque no haya sido grave el asunto. Mira a cada persona dentro de la habitación mientras se acerca a Kaizer, esbozando una expresión amable y lejos de la tensión que supone la situación.

Sin decirles nada, Olympico y Lucy se retiran de la habitación junto con Lucian, pero Megumi insiste en quedarse para acompañar a su amigo y se niega hacer caso a las peticiones de los profesores por lo que Doncaster vuelve a mirarlos y asienta con su cabeza, aceptando la decisión de la chica.

Después de que se van al pasillo, Megumi regresa a la silla junto a la cama donde se encuentra Kaizer recostado cómodamente y Doncaster acompaña, quedándose parado en el otro lado:

 

—La doctora me informo que mañana te darán el alta. ¿No es una gran noticia? —Doncaster lo intenta animar, pero el chico sigue serio y mirándolo a los ojos—¿Pasa algo?

—Director ¿Puedo preguntarle algo?

—Claro Kaizer ¿Qué quieres preguntarme?

—¿Porque los nobles hacen lo que hacen? Es decir, nosotros no les hemos hecho nada. Solo intentamos defendernos y defender a nuestros amigos, pero parece como si ellos lo disfrutasen. Además, ningún profesor parece importarla. En la pelea que tuvimos ellos hablaban de algo establecido y que no debía ser quebrado. No lo entiendo. —dice y aprieta sus manos.

 

De alguna manera Kaizer sabe que los profesores no quieren intervenir porque alguien les ordenó eso y sospecha que Doncaster tiene que ver, por esa razón es que trata de descubrirlo confrontándolo a solas y aprovechando que está allí:




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