Después de un considerable tiempo fuera de sus funciones en la academia como profesor, Hiroshi regresa con la sorpresa de que Doncaster fue llamado a una reunión de urgencia y solo Olympico y Lucy lo acompañaron como medida de seguridad para que el instituto no queda desprotegido. Mas aún es la sorpresa cuando una de sus compañeras llamada Skye le informa que el director lo ha nombrado como su reemplazo temporal hasta que llegue y con ello una serie de instrucciones que tan solo cuatro personas saben y se vincula estrictamente al proyecto para la nueva generación de asesinos.
Dichas instrucciones son claras respecto al proyecto, los artefactos o, mejor dicho, las armas traídas por las leyes serán elegidas por los azares del destino y esos estudiantes podrán liderar a la nueva generación o bueno, eso es lo que se tiene como creencia. Lo que justamente se busca es que ese mismo destino ilumine a los novatos que en el día de mañana puedan poner según los adultos, patas para arriba al mundo entero.
El inicio del proyecto también concuerda con una clase más de “manejo de armas y teoría de su uso” impartido por uno de los profesores llamado Trevor.
***PARTE II***
Unas horas más tarde después del almuerzo, los estudiantes se reúnen a las afuera del salón de armas donde vigilan dos asesinos a la espera del profesor Trevor.
Megumi espera junto a Kaizer y junto a ellos el tumulto de estudiantes que, entusiasmados por la clase de armas, se acumulan a las afueras del salón. Ella no está para nada contenta con tener que portar arma, aunque fuera parte de la orden y una joven estudiantes, no desea lastimar a nadie. Piensa en elegir un arma que no ocasione daño por lo que para ella obtener algún bastón seria lo indicado.
Mientras tanto, Kaizer se siente nervioso producto de otros pensamientos y sentimientos que lo hacen dudar últimamente de sí mismo. A varios metros de ellos, Kamata está como siempre muy serio pero rodeado de jóvenes entusiastas del club de kendo, hablándole y riendo. Algo que contrasta perfectamente con el serio aspirante a espadachín.
Los ojos de Kaizer se desvían hacia las manos de su compañero de curso, observando las cicatrices y ampollas que registran el esfuerzo del duro y diario entrenamiento en el kendo y durante todo el tiempo que dispone para hacerlo.
De repente, Megumi interrumpe sus pensamientos:
—¿Es cierto que te inscribiste al club de panadería y pastelería? —pregunta Megumi.
—¿Huh? — la mira, confundido.
—Tienes las manos con harina como si hubieras estado hasta hace un rato cocinando algo en el club.
—¿Qué? ¿Cómo lo sabes? — pregunta Kaizer.
—¿Además de que se nota a simple vista? — sonríe la joven.
Inmediatamente piensa en Lucian, que pudo haberle dicho sobre su repentina inscripción al club de panadería y pastelería:
—Si, jejeje. — responde Kaizer con sonrisa incomoda— Decidí que puede ayudarme un poco a mantener la mente ocupada además de las artes marciales.
—Quien diría que alguien tan talentoso como tu acabase en un club tan… ¿aburrido? — dice Lucian, bromeando.
—No es tan fácil como parece. — recuerda cuando era regañado por el panadero cuando no realizaba bien una simple masa para pan o los complejos pasteles de chocolate— A decir verdad, me recuerda bastante a cuando era instruido por el hombre que me crio. — reconoce con cierta vergüenza.
—Lo importante es que te diviertas. Los clubes son para eso también. —dice Megumi.
—Aun así, voy a esforzarme para superar al panadero. Quiero volver algún día y llevarle algo que preparé con mis propias manos. Bueno, al menos quiero devolver un poco por tanto tiempo que me cuidó. — dice Kaizer y frente a ellos la puerta del salón de armas se abre, dejando pasar a los estudiantes.
Dentro del salón de armas, Trevor, el especialista en dichos artefactos espera sobre un escenario de madera y todo el lugar rodeado por cestos enormes con armas de acero, de fuego en las paredes, así como planos para crear las suyas propias y personalizarlas, además mapas colgados donde se puede ver donde hay fábricas y lugares artesanales que preparan artículos para mejorarlas. Todo a disposición de los jóvenes.
Por ser una clase que destina esfuerzos para explicar y desarrollar los conceptos de armas para cada estudiante, Trevo pidió que las clases de aquellos con habilidades y los que no tienen puedan compartir clase para no perder tiempo. Esto también es porque el mismo Hiroshi había discutido previamente con Trevor sobre aquellos estudiantes con talento y habilidad excepcional, por lo que muchas veces aquellos sin capacidad especial es hasta incluso mejor que la media:
—Sean todos bienvenidos jóvenes aspirantes a la verdadera clase de armas. En este salón, como podrán ver, hay más de mil armas de toda clase, así como instructivos, mapas y todo lo necesario para que descubran su verdadera especialidad…la de su alma. Durante esta hora deberán encontrar el arma que usarán por el resto de su vida y pulir absolutamente sus habilidades en ella. Dagas, espadas, hachas, mazos, ballestas, armas de fuego, rifles, pistolas etc. Descubran la que mejor se adecue a ustedes. —anuncia Trevor.
Tras decir esas palabras, los chicos se acoplan en busca de aquella arma que los va acompañar a cada misión, así como la especialidad, sea ataque directo como a corte o larga distancia.
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Editado: 19.07.2024