Academia de Asesinos Volumen 2

Capítulo XVIII: El Demonio nacido en la luna Azul

Hace trece años en las arenas de oriente, donde las ciudades apenas tienen influencia y las caravanas de ronin son la vista constante en la costa, un pequeño pueblo que se asentó por el este más cercano al territorio norte convivía con las aguas que bañan esos páramos y la pesca como actividad principal.

Estos pueblos que cada seis meses deben pasar del sedentarismo a lo nómada, se componen por varias familias nucleares. Los ronin son por así decirlo la clase más importante y prestigiosa de este pueblo, datando su origen desde los tiempos más lejanos donde ni la orden asesina se había fundado siquiera.

Siendo un pueblo especialista en el uso de la espada y creencia en el dios de la espada, basa su forma de vida en un texto escrito por el legendario fundador de los espadachines llamado “Bushido”.

El Bushido es piedra fundamental para los pueblos ronin, para su conducta y a donde aspirar a llegar, sin embargo, no dejan de permitirse creencias que podrían considerar absurdas, pero son también parte de un grupo que no ha podido tener acceso a una firme educación para sus hijos y se mantienen aislados del mundo de la orden asesina pero aun así el contacto con las ciudades sucede cada tanto.

Una de esas creencias y también la más antigua es lo mal visto que es el fenómeno de la luna azul que ocurre cada mes de octubre y donde las mujeres embarazadas tienen absolutamente prohibido dar a luz en aquel mes. Como si se tratase de algo maldito, todo aquel niño que nace bajo esa estela brillante color azoláceo, queda marcado de por vida como un demonio e inclusive, de manera extraña, surge una marca en la piel del recién nacido con forma de luna creciente.

Todos los padres ansiosos que llegan a ese mes, ruegan que su hijo no fuera parte del fenómeno, así que recurren a los miembros más longevos del pueblo y que están unidos a rituales en el nombre del dios de la espada y entregan lo que pueden para recibir la bendición y así evitar la amargura de tener que pasar por eso. Aquellos padres que no pueden sortear la maldición y ver nacer a su hijo en dicho mes y con la marca, tienen que entregarlo al jefe para ser sacrificado en nombre de la espada.

Sin embargo, una pareja que no tiene la misma suerte y que forma parte de los marginados sin recursos y que no pueden entregar al menos algo mínimo a los ancianos, estos han tenido que ver nacer a su hijo bajo la luna azul.

Debido al inconmensurable amor por su pequeño hijo varón, la pareja toma la mayor decisión y un tabú entre los ronin, desobedecer los mandatos y creencia, así como no hablar sobre el nacimiento, yendo contra las autoridades del pueblo.

La sentencia es la muerte para toda la familia.

Si mantienen el silencio y su hijo pasa como alguien normal, jamás habría problemas y podrían criarlo con total seguridad y por eso transcurrieron tres años donde el niño pudo ser criado con total normalidad.

Asaka, el padre de aquel niño, pescador que participa en peligrosas pescas de tiburones y rayas, luchada cada día. Habiendo Siendo la cabeza de una familia tan pobre está obligado a trabajar sin descanso mientras que su esposa cuida al pequeño, quien poco a poco se pudo adaptar a una vida normal entre las personas del pueblo.

Por su parte Mikasa, no solo cuida del pequeño y trata de evitar que la marca se notase frente a los demás miembros, sino que lava la ropa en el rio, recolecta información de más allá del mar de dunas. La intención de la pareja es escapar hacia el Centro, donde pudieron escuchar información de que hay grandes bosques y un pueblo de samuráis, el opuesto y enemigo acérrimo de los ronin, donde si ocultan su identidad podrían vivir en paz. Les pesa demasiado las creencias tan retrogradas del pueblo y que su amado hijo estuviera en constante peligro.

Un día junto al rio mientras Mikasa lava la ropa y armas de los hombres con otras mujeres, el niño juega con varas de madera y persiguiendo a otros, se tropieza y rasga su kimono viejo. Al levantarse, se abre en su pecho, revelando una marca con las características de la maldición que tanto desprecian en el pueblo a la altura de su costilla derecha superior casi llegando al pecho. Una de las madres que lava allí se exalta al ver al tan temido tabú, crecido y corriendo libremente sin haber sido ajusticiado por los jefes.

Entonces, Mikasa mira a su alrededor para ver que no haya nada y con un cuchillo que siempre lleva en el muslo se abalanza sobre la mujer y le entierra el arma en el cuello mientras le cubre la boca, haciendo que se ahogue en su sangre. Aprovechando que el rio es bastante profundo como para arrojar algo grande y que nadie se entere de ello, tira el cuerpo y este se hunde, pero la sangre sigue en su ropa.

La mujer se acerca al rio e intenta quitarse la sangre con el agua, refregando con todas sus fuerzas y lastimándose en el proceso hasta desgarrarse la piel.

A metros, el niño solo observa la desesperación de su madre que una y otra vez busca eliminar la evidencia hasta que llega Asaka. Él se horroriza al verla así, entonces su decisión es clara. Toma a su esposa, pequeño hijo y sus cosas rumbo hacia el centro.

Durante días corren a través de las arenas rojas, esquivando las peligrosas caravanas esclavistas de los abinues y los ronin que se dieron cuenta del asesinato de la mujer y el niño cuya marca es tabú entre esos pueblos creyentes de la maldición de la luna azul. Ahora son los conocidos “indeseados”.

Por casi treinta y cinco días, la pareja corre casi sin detenerse, hasta que les salen ampollas y una por una se revientan hasta sangrarles y casi no poder caminar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.