Academia de Asesinos Volumen 3

Capítulo X: Fenómeno de medianoche

Por la medianoche, Doncaster y los demás profesores son llamados de urgencia por el doctor a cargo de observar a los heridos de gravedad y en particular a Kaizer.

Cuando llegan, notan una atmosfera imposible de descifrar, puesto que se siente una mezcla de curiosidad, sorpresa, pero también preocupación y entusiasmo. Completamente extraño y todo girando en torno a Kaizer.

Doncaster se acerca al jefe del equipo de médicos, se presenta cortésmente sin dejar de mostrarse impaciente con los demás profesores más cercanos al chico con más desesperación que él:

—Doctor ¿ha pasado algo con Kaizer? —pregunta Doncaster, imaginando el peor panorama debido a las graves heridas que recibió de parte de su hijo.

—Director, un gusto verlo. Verá, no sabemos cómo decírselo, jamás nos hemos topado con algo así al menos de parte de un chico tan joven.

—¿A qué se refiere doctor? —pregunta Hiroshi.

—Algo…se ha manifestado en el joven. Una fuerte energía que no podemos ver pero que al acercarnos demasiado nos vemos tan abrumados que caemos sin fuerzas. Muchas enfermeras no pudieron tratarlo porque acababan desmayadas.

Doncaster guarda silencio y continúa escuchando. Se detiene para pensar en lo que está ocurriendo, hasta que sus ojos se abren sorpresivamente al darse cuenta de la gran posibilidad, casi escasa, pero posibilidad al fin:

—Kaizer se encuentra en un profundo coma impuesto por nuestros fármacos para que su recuperación se acelera un poco más. Sin embargo, esto supera nuestro propio entendimiento de cómo funciona su cuerpo. Algo…lo está protegiendo…algo más allá. —dice el doctor, intrigado.

—¿Algo lo protege? —pregunta, disimulando no ser consciente, pero en el fondo ya sospecha que puede ser algo muy superior.

—Generalmente cuando nos topamos con algo extraño, solemos utilizar herramientas para evitar lastimarnos. Esto es más para pacientes cuyas habilidades se descontrolan.

—Pero su habilidad es pasiva. —interrumpe Lucy.

—Ahí está la cuestión, parece ser que Kaizer ha manifestado su origen. —responde el doctor.

Todos se quedan callados al escuchar esa palabra, “Origen”, una habilidad que pocos en el mundo pueden manifestar y que tiene que ver con la fuerza de voluntad manifestada en la potenciación física, espiritual y de inteligencia.

El hecho de que un chico tan joven como Kaizer, de apenas catorce años, pueda manifestar tal habilidad resulta ser aún más sorprendente puesto que para que ocurra tal cosa debería de pasar un tiempo y entrenamiento de por medio. Sin embargo, el doctor continúa con su explicación que lleva más allá la sorpresa:

—El chico comenzó a manifestar el origen y según lo que nos has podido contar Hiroshi, lo hizo en situaciones donde tenía que usarlo para enfrentar a rivales, enemigos o compañeros en ejercicios. Pudo haber manifestado…

—El origen de la observación. —añade Hiroshi.

—O como se conoce en realidad, origen de la visualización avanzada. No quiero adelantar conclusiones, pero el hecho de que su cuerpo, completamente destrozado y casi sin esperanza de poder despertar, esté…recuperándose a tal velocidad y esta fuerza que lo envuelve intensamente para protegerlo.

—¿Puede tratarse de…? —pregunta Doncaster.

A pesar de no estar autorizados, Kamata, Megumi, Lucian y Maia se encuentran en el pasillo fuera de la habitación de Kaizer, esperando las tan ansiadas buenas noticias donde su amigo se encuentra despierto y fuera de peligro.

Varios minutos pasaron desde que Doncaster entró a la sala de urgencia junto con los profesores.

De repente, la puerta se abre y de ella sale Doncaster, quien apenas ve a los chicos estos se abalanzan sobre él preguntando sobre la condición de Kaizer.

Las preguntas son inentendibles porque todos hablan al mismo tiempo:

—Chicos, chicos, por favor uno a la vez. —dice Doncaster— Un momento ¿Qué hacen aquí a altas horas de la madrugada? Se supone que tienen que estar descansando en sus habitaciones.

—Director, tenemos que hablar con usted. —dice Kamata.

—Si, eso parece. ¿Cómo se sienten? Entiendo que están preocupados, pero no creo que sea el momento adecuado…

—Nos encontramos bien, no se preocupe. Queremos sabes cómo está Kaizer. — dice Lucian.

—No sabemos nada de él. Solo nos ha dicho que se encuentra en estado muy delicado. Por favor díganos como está ¿Cuál es su estado? — dice Megumi mientras sus lágrimas intentan salir, pero ella quiere mantenerse fuerte.

—Director, ¿estará mal por haber inhalado excesivamente el humo? Por favor díganos. —pide Maia.

—Él se encuentra…—no le queda de otra más que explicarles.

Kamata se pone serio y desde su corazón grita:

—¡Sin mentiras Doncaster! — su expresión es agresiva y tono feroz, pero no deja de verse con ojos brillosos.

—¡Kamata, es el director! —lo regaña Lucy por ser muy poco educado con la máxima autoridad del territorio oeste y la academia.

—Tranquila Lucy, yo entiendo cómo se sienten. Estuve en su misma situación y hasta pienso a diario en mi viejo amigo.




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