Academia de Asesinos Volumen 3

Capítulo XXIII: El espadachín novato más fuerte

Athorax empuja a su compañero Velbarc para avanzar hacia dentro del bosque donde los espera Kamata y el inusual estilo “ittoryu”. Los dos se adentran con cautela. Ignoran por completo su alrededor, solo priorizan la posible trampa del espadachín, sin embargo, allí al frente a pocos metros los espera Kamata con la mirada fija en ellos.

Lo primero que piensan es que está lo suficientemente loco como para confrontarlos tan abiertamente en un sitio que para la especialidad del espadachín es muy difícil moverse.

En ese instante, Athorax desvía su mirada hacia un costado cercano a Kamata y encuentra una tercera trampa que pudo colocar en su combate contra Lucian. Luego mira hacia arriba que ya no estaban ni Libia ni, Megumi, por lo que cuenta con que él no se haya percatado de sus trampas. Disimuladamente golpea con su hombro el brazo de Velbarc y le señala con leves movimientos de su cabeza la trampa escondida.

Inmediatamente Velbarc decide hacer su primer movimiento para atraer al espadachín a la trampa mientras Athorax se mueve al otro lado en un movimiento de pinzas con la que podrían sofocar en continuos ataques a Kamata.

La brisa se filtra entre los árboles mientras que Kamata se queda observándolos acercarse lentamente.

Sonríe mientras levanta su mano extendida y pega todos sus dedos uno al lado del otro para darle forma de espada a su mano. Ese es el famoso estilo “Ittoryu”, conocido por ser usado por maestros de la espada ya que requiere de enorme concentración, así como una dureza y destreza inusual en quien lo usa.

Para el espadachín novato es la primera vez que usa ese estilo.

Velberc espera el momento indicado para usar su habilidad especial, pero antes de que pueda hacerlo Kamata está sobre él como un feroz tigre abalanzándose de frente con su mano. Con sus piernas lo golpea en el pecho y envía un par de metros lejos y golpee el cuerpo contra un árbol:

—Así que esa peligrosa técnica fue solo una finta. Entonces tiene miedo de usar su arma. Es el momento adecuado. —piensa Athorax mientras aprovecha el arriesgado movimiento del espadachín para acercarse por detrás y usar sus guantes de batalla.

—¿No crees que te estás confundiendo?

—¿Huh? —retrocede al sentirse en peligro.

—La única razón por la que no use mi espada es porque no son dignos de probar el acero.

—¡Ja! Entonces dime algo ¿Por qué ese itto…que se yo no lo usaste contra mi compañero?

—Muy simple. Él no es digno tampoco de eso. Muy cobarde y débil. —extiende su mano con la que usa el ittoryu y fija l mirada sobre Athorax— Por otro lado, tú eres el gran problema. Eliminaste de la carrera a ese idiota de Lucian y también a Megumi pero te tuviste que topar conmigo. Vaya mala suerte la tuya.

—¡Ja! No creas que me das miedo. —responde con sonrisa forzada.

En su mente, Abbadon intenta dominarlo con palabras para que use el arma:

—Vamos mocoso, sé que quieres destrozarlo. Es el gran momento de usarme como cuando los fiesmeros atacaron la academia.

—Cierra la boca. —responde en voz baja.

—No seas tonto. Cualquier querría eliminar sus problemas de raíz. Tienes demasiadas oportunidades para hacerlo. Confía en mí.

—¡Cierra la puta boca! —grita con tal fuerza que llega a oídos de Athorax.

—¿Qué mierda fue eso? —pregunta Athorax.

—Nada de lo que deberías preocuparte.

Kamata respira hondo y libera de su boca, así repetidas veces para reducir la intensidad de sus latidos y calcular bien su ataque. Siente como no solo su mano sino toda la extensión del brazo se convierte en una espada. Entonces, impulsa con fuerza su cuerpo hacia Athorax.

El ataque pierde intensidad debido a que sigue siendo un prospecto, algo que sigue costándole a Kamata y no es para menos, son pocos los espadachines que alcanzan a dominar ese estilo sin espada, pero convirtiendo su cuerpo, a base de disciplina, en una feroz arma. A pesar de eso, logra asestar un puñetazo improvisado en el rostro de Athorax que lo lleva contra el suelo con la nariz rota:

—E-Es un monstruo… como para vencerlo…—piensa con sus ojos en blanco y desmayándose mientras cae al suelo.

Por un breve instante se preocupa de haberle dejado secuelas a ambos estudiantes por lo que se detiene a ver el estado en que se encuentran. Los nota vivos pero inconscientes:

—Creo que me excedí. —deja escapar antes de continuar con su trayecto en soledad y calma.

Su expresión se vuelve aún más seria que de costumbre al sentir que algo o alguien lo observa desde algún lado:

—No puedo verlo claramente, pero hay alguien por ahí. Como sea, si quiere enfrentarme o algo estaré esperando con ansias. —lleva su mano al mango de la espada mientras se aleja de donde están los estudiantes.

El anuncio de que los dos estudiantes del sur fueron derrotados llegan a la zona donde está la multitud. Irónicamente nadie se sorprende debido a los antecedentes de Kamata de ser un monstruo peleador y con la espada mucho más.

Suspira y se dirige en dirección a la salida del bosque.

De pronto, oye un ligero sonido que viene por su espalda. Se da media vuelta a toda velocidad y ve a Velbarc acercarse y con un cabezazo al rostro lo tumba contra el suelo:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.