Academia de Asesinos Volumen 3.5: El niño salvaje

Capítulo XIII: El obstáculo del traidor

Cuando la lucha se vuelve violenta y cruel, Hiroshi se antepone con toda su experiencia. Ni los esfuerzos combinados de Ehirazu y Alexander son suficientes para doblegarlo. El asesino, aun así, pone mucho esfuerzo en pelear contra los mercenarios.

Baligra salta con Lucy en su espalda, reteniéndola, y ambas se golpean contra los árboles. El plan de la mercenaria funciona y con ello se dirige a Alex. Lo mismo hacen Riurik, Brutallio y Tyrakus. Todos heridos por la gran batalla contra los chicos y luego profesionales.

Por detrás de la legión de mercenarios se pone de pie Kaizer y Vorex, mientras que Kamata y los profesionales van por el frente rodeando a los criminales. Alex no se deja intimidar, pero según Ehirazu es un gran problema y lo mejor es retirarse.

Cuando el mercenario se da cuenta, el inexperto joven se lanza sin pensarlo con una sed de sangre y determinación tan peligrosa como inmadura. Esta es rechazada cuando Hiroshi usa la habilidad copiada de Alex y lo agobia con muchos ataques que apenas puede esquivarlo:

—¡Alex, tenemos que retirarnos! —exclama Ehirazu.

—¡No cuando podemos eliminarlos! ¡se están agotando! —responde enceguecido por la batalla.

—¡Nosotros también! —responde Ehirazu. Detiene a Riurik y Brutallio, quienes dan un paso al frente para apoyar a su joven líder.

—¡Tenemos una misión aquí y la cumpliremos como sea!

—¡Al carajo la misión y al carajo con tu actitud de niño caprichoso! ¡compórtate como un maldito líder! —lo regaña Ehirazu. Su experiencia no es para nada menospreciable y no dejará que un novato provoque su muerte.

—¡No me voy a retirar, estamos demasiado cerca de eliminarlos! ¡Míralos, están heridos los mocosos, podemos usarlos para acabar con Hiroshi y esos bastardos! —señala a Kaizer y Vorex.

Ehirazu lo detiene tomándolo del hombro y continúa reprendiéndolo. Los demás mercenarios del grupo, empiezan a sentirse hartos de la discusión y plantan cara a su líder. Ya les resulta excesivo el capricho de Alex por querer buscar matar a sus enemigos sin un plan o con incapacidad para evaluar la situación.

Con un destello producto de su habilidad de “velocidad relámpago”, Alex se apresura hacia Kaizer para acabar con su vida de una vez y por todas ignorando las advertencias de Ehirazu. Hiroshi reacciona un poco más tardío lo que impide que pueda llegar antes de que le aseste el golpe.

Megumi y Maia tratan de correr para interponerse en el camino. Kamata se lanza con su espada en mano corriendo con todas sus fuerzas.

Alex carga su puño y lo extiende en dirección al rostro de un debilitado Kaizer:

—¡Adiós…maldito!

El silencio se apodera de todo el bosque cuyo nombre es revelado como “madriguera de lobos” y con ello la sangre de todos se congela. Entre la vegetación se escuchan sonidos y acto seguido destellos eléctricos oscuros y carmesí salen volando por todas partes. Animales e insectos escapan para no estar en el epicentro de ese fenómeno.

Alex se detiene y entre temblores se voltea como todos los presentes. Una gota de sudor se desliza por su rostro preocupado y nervioso. Los mercenarios retroceden asustados como si estuvieran en presencia de algo fuera de su control. Caso contrario los chicos y profesionales sienten alivio al ver que llega Doncaster desprendiendo una presión y destellos eléctricos fulminantes por todas partes:

—I-Imposible…—deja escapar Ehirazu.

—Ehirazu, tenemos que irnos ¡pronto! —exclama Brutallio muy asustado.

—Ehee, ehee, odio admitirlo, pero el grandulón tiene razón. —añade Riurik.

—No es un enemigo al que podamos vencer ni en nuestra mejor versión. —dice Baligra.

—No, no, no…no… ¡No de nuevo! ¡deja de arruinar mi venganza! —Alex se pone violento al ver a su padre llegar junto con varios asesinos de la orden entre ellos profesores.

—Hijo, te permití escapar y pensé que no serías tan tonto como para volver. Me equivoqué. —exclama decepcionado el director. —No creas que te dejaré escapar esta vez.

—Nadie dijo que vaya hacerlo.

—¿Quién te dijo que vengas hasta aquí? ¿Por qué? —mira a los criminales junto a él. —Incluso liberaste a esta gente tan peligrosa ¿tienes idea de lo que haces?

—Te sorprenderías si te lo dijera. —dice Alex. —Me tomó mucho tiempo formar a este grupo solo espera a ver como haremos caer a la orden. —exclama al mismo tiempo que insulta a todos los presentes con un gesto con el dedo del medio levantado.

—Alex…si no pretendes escucharnos entonces te abandonamos aquí. Estamos en una situación difícil así que retirémonos. —Ehirazu busca entrar en razón con el joven y parece que logra ese cometido porque ve en sus ojos confusión y mirada brillosa, como si estuviera a punto de quebrarse. El mercenario aprovecha el momento para tomarlo del brazo y arrojarlo hacia Brutallio, quien lo lleva a su hombro y Baligra le inyecta al instante un fuerte sedante para dormirlo.

Una vez más, Doncaster se queda inmóvil ante la huida del grupo de criminales, pero esta vez por mareos y cae de rodillas al sentirse débil. Hiroshi ordena a los asesinos que llegaron con el director que los persigan mientras que ellos se encargan de los chicos.




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