Como primogénito del líder de la casa noble “Ojos Maestros”, Jergou siempre tuvo una vida donde su voluntad significaba determinar la utilidad de los que lo rodeaban. Rodeado de lujos, poder e influencia entre los suyos y las constantes adulaciones hicieron que el chico tuviera una personalidad que constantemente crecía en ego y desarrollaba la creencia de que todos viven para él y aquellos que no debían de morir. Nada distinto a lo que los nobles acostumbraban.
En ciertas ocasiones disfruta de maltratar a la servidumbre cuando algo no era bueno para él. Tanto su padre como su madre llevaban esclavos de la edad de Jergou para que él los usase como juguetes y en otras ocasiones tan solo disfrutaba de usar su habilidad, con la que hace alarde entre sus amigos más cercanos de otras casas nobles, contra las sirvientas solo para torturarlas pues le parecía divertido.
Sin embargo, los incidentes que acabaron en el autoexilio de las casas nobles hicieron que desease encontrar al culpable de todo. Tener que vivir en Isvenger fue más que suficiente para que se permitiese tramar la muerta de esa persona, luego de haber averiguado su ubicación. Kaizer es el objetivo que esperaba encontrar y con sus contactos hizo posible la participación para poder enfrentarlo.
Jergou es una amenaza mucho más peligrosa que aquellos nobles que Kaizer y compañía derrotaron a mitad del año pasado. Su habilidad es la de inmovilizar a su enemigo, un rasgo hereditario de su familia y por lo que los “Ojos maestros” son considerados como de las casas nobles más poderosas e influyentes de la actitud además de haber sobrevivido a la masacre masiva de estas en una época donde había más de 60.
Ver a su compañero de equipo moviliza a Kaizer para ir contra Jergou.
Entonces, Crislia aprovecha y derriba con ambos báculos al chico y se sienta sobre su espalda mientras coloca ambas armas contra la nuca de forma cruzada. Ella no deja de pedirle disculpas por lo brusca que es:
—¡Muy bien, no eres una maldita inútil como pensaba! —dice Jergou. Su mirada clavada sobre Vorex es necesaria para evitar que pueda moverse.
—¡N-No…me subestimes! —exclama Vorex. La habilidad permite hablar, pero no moverse.
—No se quien seas, pero esto no te incumbe muerto de hambre así que ¡cierra la puta boca! —le patea el estómago. Vorex está muy molesto con ese golpe tan cobarde.
—Son patéticos. Cuando supe que estarías en el torneo, Kaizer, no dudé en mover mis influencias para permitirme estar aquí. Fue sencillo en algún punto, aunque el problema fue Dekkman. Ese maldito viejo es un grano en el culo que debería ser erradicado.
—¿Qué dices? ¿Por qué hiciste todo eso? ¿Qué tengo que ver yo en eso? —pregunta Kaizer.
—No tienes que saberlo, es más, me da igual. Te quiero muerto aquí y ahora. —exclama Jergou.
—Estás enfermo idiota. —exclama Vorex.
—¡Tu cierra la puta boca! —le vuelve a patear el estómago.
—¡Detente! ¡golpéame a mí, pero déjalo en paz! —grita Kaizer incapaz de seguir viendo como golpean a Vorex.
—Si, ya voy. Tienes un lugar para la tortura pública.
Vorex intenta moverse, pero su cuerpo se siente pesado. La habilidad del noble es demasiado poderosa, mientras tanto, las aves mecánicas que filman el evento desde distintos puntos de ese escenario son testigos de cómo se da la brutal paliza a los chicos de Belasia.
Olympico ordena a los miembros del cuerpo médico y seguridad que se preparen para interrumpir la contienda, sin embargo, Doncaster anula esa orden lo cual provoca que ambos confronten por diferentes ideas y sensaciones.
Desde el cielo, el ave enfoca a Kaizer como este se le queda mirando y sonriendo levanta el pulgar para dejar en claro que todo está bien y no hay peligro. Un mensaje para que los demás confíen en que saldrán victoriosos.
En el sector de Belasia, Hiroshi está incrédulo aún pues no había indicios de que hubiera un noble y ahora es indudable que la cosa es seria ya que parece haber un rencor y ensañamiento contra Kaizer:
—Es una maldita broma ¿verdad? —deja escapar Hiroshi. —Sigo creyendo que si lo es.
—¿Hiroshi? —dice Lucy.
—No puedo creer que un maldito noble estuviera aquí y ese sea el heredero de los ojos maestros. —dice Hiroshi.
Desde la otra punta de la habitación usada como descanso para el equipo, Kamata escucha la conversación de los profesores disimulando no hacerlo y con los ojos cerrados. La curiosidad lo hace levantarse y dirigirse a los profesores:
—¿Quién es ese chico, Jergou? —pregunta el espadachín.
—¿Eh, Kamata? No te vi venir. —se exalta Lucy al verlo a su lado.
Los demás miembros el equipo se acercan tambien buscando respuestas, impulsados por la preocupación hacia Kaizer:
—Profesora, también quiero saber a quién se enfrenta Kaizer. —dice Megumi.
—Parece que no nos han dicho nada de quienes son nuestros rivales. —cuestiona Lucian.
—Créanme que tampoco lo sabíamos. En cierto sentido nos enteramos poco antes de que se rebele a los profesores el evento. —responde Hiroshi.
—Entonces ¿van a decirnos quién es? —exige Kamata.
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Editado: 02.11.2024