Academia de Asesinos Volumen 4

Capítulo XVI: Jergou, el heredero de la casa Ojos Maestros parte II

Kaizer, en alerta, espera el ataque de cualquiera de los dos. Su temor es sucumbir ante la habilidad de Jergou. Él ya había visto lo que hace la habilidad ocular del noble y es muy peligrosa por lo que intenta evitarle la mirada, pero también piensa una estrategia para vencerlo.

El chico pispea un momento hacia donde está Vorex, solo para verlo inconsciente. Jergou aprovecha y se aproxima hacia él y ordena a Crislia que haga lo mismo agarrando por sorpresa. En el camino, el noble ve aquel objeto que debe obtener para ganar el evento por lo que extiende su mano y lo toma antes de encarar a Kaizer.

Un destello en su mente hace que vuelva a dirigir la atención hacia su rival producto del origen de la observación y acto seguido, la habilidad de premonición se activa por si sola haciendo que pudiera esquivar tanto el ataque de Jergou bajo un feroz puñetazo y patada de Crislia.

La chica insiste usando uno de sus báculos para atacar al costado de Kaizer y logrando desequilibrarlo cuando intenta retroceder. Jergou aprovecha para saltar y desde varios metros lanza sus cuchillas, quien no tiene de otra mas que desenvainar su daga y desde el suelo desviarlas como puede. Una de las cuchillas alcanza a rozar el muslo del chico causándole una herida leve:

—Lo tenemos. —exclama Jergou. —Retenlo con tus báculos. Quiero usar mi habilidad. —le ordena a Crislia.

—Si…—obedece por temor. Se acerca a Kaizer y apoya uno de los bastones debajo del mentón sobre el cuello.

—No tienes…no tienes que hacerle caso. —dice Kaizer.

—Ya te dije, él…es muy peligroso y tengo que hacerle caso o sino…—exclama Crislia con su cuerpo temblando de miedo.

—Deja de hablar y levántalo. —exige el noble.

Crislia obedece y sin apartar el báculo del cuello levanta al chico solo para que Jergou le diera un puñetazo en el estómago haciendo que ambos cayeran. El noble se burla entre risa. No tiene vergüenza de también burlarse de su compañera que yace en el suelo.

El mal genio causa indignación entre el público y cada vez hay más abucheos e insultos hacia el estudiante y la academia de Ironland.

Desde su lugar, los directores ven con preocupación la dirección en la que va el evento. La vida de uno de los estudiantes está en peligro y aunque Doncaster quiera sentirse seguro con la elección de Kaizer para tal encomienda es mas que obvio que lo supera bastante:

—Este combate ha cruzado una línea y ese noble no entiende que no se puede matar. —dice Doncaster.

—Esto de acuerdo contigo. Es mi error haber permitido que Jergou estuviera entre los miembros del equipo. Declaren al dúo fuera del evento y avisen que estamos en camino. —dice Dekkman y luego pide a un par de asesinos de la orden para que den ese mensaje a los organizadores.

—¿Huh? —se voltea Doncaster. —¿Qué sucede Durias? ¿Deckardson?

—Si cancelan el evento estos jóvenes se decepcionarán de si mismo. —exclama Durias.

—¿Pero no comprenden? Acabarán matándose entre ellos. —dice Doncaster.

—Sabemos que es hay que evitar alguna tragedia, pero… ¿y si es mejor no hacerlo? ¿y si es necesario darles la confianza? Se que me voy a arrepentir por decir esto en favor de Belasia pero ¿y si en realidad podemos ver el potencial de tus muchachos? Odio admitirlo, pero después de lo que nos contaste hace tiempo tengo curiosidad para saber si en verdad es tan talentoso. —dice Deckardson. Incluso le cuesta admitir tal cosa del estudiante de una academia a la que considera némesis de Edokawa en el este.

Pasados 40 minutos desde que empezó el evento no hay ningún ganador concreto. Ni los otros dos equipos que siguen moviéndose a lo largo y ancho de la pequeña ciudad han podido obtener el objeto.

El combate de Crislia y Jergou contra Kaizer es casi unilateral. La estudiante se abalanza con sus báculos golpeándole las piernas y rodillas y Jergou disfruta impactar sus nudillos contra las costillas.

Poco a poco Kaizer sucumbe ante las heridas y cae de rodillas. También el cansancio le pasa factura. Jergou ordena detener el ataque y sonriendo decide usar la habilidad ocultar causando que el belasiano se quede inmóvil:

—Haaaa, no tienes idea de lo difícil que es usar esta habilidad. Ya cuando lo uso mas de dos veces mi cabeza duele y los ojos…se siente como si fueran a explotar, pero el resultado final me llena mucho. —dice Jergou. Se acerca hasta Kaizer y de pura malicia le pisa la mano.

—¡Aaaaggggghhhh!

—Grita un poco mas de dolor. Quiero que sufras como nunca.

—Jergou ¿no estás siendo…humm…muy sádico? Podemos ganar esta prueba sin llegar a…—dice Crislia intentando acercarse.

—¡¿Quién mierda te dijo que hables?! —grita y abofetea a la chica quien cae al suelo con la boca ensangrentada. Luego vuelve hacia Kaizer. —No puedo creer que estos plebeyos de mierda crean tener la potestad dirigirse a mí como si nada.

—Eres un maldito animal. —dice Kaizer visiblemente molesto por lo que acaba de hacer Jergou.

—¿Por qué no cierras la boca? Los plebeyos no tienen derecho a compartir el mismo espacio que nosotros ¿entonces porque hay que soportar sus voces?

—¿Acaso…crees que…me rendiré? —pregunta Kaizer. Sutilmente sus brazos se mueven mientras que de la superficie de su piel se desprende cierto vapor oscuro en cantidades casi imperceptibles.




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