Kaizer mira a los ojos a Hiroshi, transmitiéndole intranquilidad y preocupación por su amada amiga. El profesor le aconseja el porque sería imprudente interrumpir el combate con el peligro que supone para los puntajes y el ignorar los sentimientos y deseos de Megumi. Por más que Kaizer intente respetar lo que quiere Megumi y las palabras de sus cercanos, no se siente tranquilo al ver como le propinan tal paliza y menos aún sabiendo que es alguien cuya salud física y emocional son frágiles.
El chico cierra sus ojos y lanza un grito dentro de la habitación que se oye hasta los pasillos del estadio. Luego vuelve a ver la pelea y grita para animarle con todas sus fuerzas. Ese grito llega hasta su oído y como si sintiera la fuerza de Kaizer, ella se trata de levantar tras una nueva golpiza que la dejó previamente en el suelo sobre charcos de agua. Su rostro está magullado, con sangre y ciertas zonas ya presentan hinchazón. Andrea exclama sorprendida:
—Tienes mucho aguante para ser alguien físicamente débil, pero en verdad es molesto. ¿Qué intentas lograr aguantando el castigo? Ni siquiera puedes herirme, menos vencerme.
—Yo…solo…haa…intento verme bien. Se que no puedo vencerte, pero ¿Qué más puedo hacer? No tengo fuerza, no tengo resistencia. Solo tengo una habilidad que a decir verdad es casi inútil.
Megumi cae de rodillas con dificultades para respirar. Su cuerpo se siente pesado y como si le dieran constantemente martillazos en cada musculo y la visión se va debilitando debido a que está por desmayarse sobre el suelo mojado. Pero contra todo pronostico sigue hablando y buscando ponerse de pie, ignorando todo el daño sufrido y los pedidos del publico y aliados de que se rinda que ya no siga:
—No es que tenga…talento para el combate…como mis compañeros…sino que siempre están para mí y siento que soy…un estorbo para ellos. Por eso…no deseo…no quiero que me vean de esa forma…yo…no pienso perder. De ninguna manera.
Andrea rechaza la debilidad y Megumi representa todo lo que odia. Nada mas escucharle decir que es débil le provoca ganas de matarla a golpes, pero se contiene porque algo en su tono de voz le llega. Le recuerda a una amiga de la infancia con quien disfrutaba muchos días de su niñez yendo a su hogar en un pueblo cerca de las montañas en Ironland. Esa amiga que tanto amaba era alguien enfermiza, de cuerpo frágil, pero con una sonrisa tan amable que simplemente deseaba protegerle con todas sus fuerzas. Lamentablemente el norte es tierra de dura y no se permite lugar a la debilidad y amabilidad.
Un día Andrea se encuentra con ese pequeño pueblo donde su amiga vivía completamente destruida y varios cuerpos sobre la nieve entre ellos la chica. Usualmente los salvajes de las montañas lanzan incursiones para asaltar y secuestrar personas. No es extraño que los pequeños pueblos muy cerca de las montañas sean víctimas regulares de estas incursiones sangrientas. A partir de ese momento es que Andrea prefiere la fuerza antes que la debilidad y ese hecho potenció a niveles muy violentos su deseo de ser poderosa. Todo para ser alguien digno que proteja, aunque con el tiempo eso se deformó hasta endurecer su mente y corazón.
Apenas un leve y cálido resplandor alcanza la superficie del corazón de Andrea que la obliga a replantearse ciertas cosas. Se queda sin palabras y la mirada por la bajo. Sus manos se dejan caer ante la atenta mirada de los espectadores y Tarox, quien piensa en intervenir, ahora se queda presenciando como la feroz Andrea no puede contra la voluntad de Megumi.
Ni Kaizer, ni Kamata ni siquiera Hiroshi saben que ocurre. La pelea se detiene, pero la albina se desmorona, ya su consciencia no puede mas y el dolor en el cuerpo es tan fuerte que la movilidad de sus extremidades es limitada.
Y cuando ella está por golpear su rostro contra el suelo de la plataforma, termina apoyada sobre el pecho de Andrea y esta la abraza para sostenerla:
—¿En verdad valió la pena esto solo para demostrar que no eres débil, aunque al final sí? —pregunta Andrea visiblemente disgustada por como terminó el combate y no pudiendo demostrar todo su potencial ante un rival digno.
—No…nunca lo valió…pero…ahora me siento bien…de saber…que pude hacerlo mejor frente a mis seres…amados…—responde con sus ojos cerrados y cayendo en un sueño.
Andrea siente por un momento que está hablando con esa amiga que perdió hace tiempo. Sonríe por tal hermoso recuerdo y la alza a la chica entre sus brazos mientras baja de la plataforma y camina hacia el pasillo para llevarla a la enfermería.
Los médicos se aproximan para llevarse a Megumi en camilla. Un enfermero intenta llevar a Andrea también por su corte con el abanico propinado por la chica, pero se niega. En el camino se encuentra con el grupo de Megumi a quienes cortésmente les dice:
—Deben ser del grupo de Megumi. ¿Kaizer, Kamata y el profesor Hiroshi, ¿verdad?
—Así es. —responde el profesor.
—¿Sabes…como…como está ella? —pregunta Kaizer por Megumi claramente preocupado por ella.
—Descuiden, ella está bien, aunque sus heridas son serias. Me excedí demasiado. Soy…una tonta. —responde mientras se aleja rumbo a donde está su equipo.
—Ella no parece ser de las que tenga la mente tranquila tras perjudicar a alguien. —exclama Kamata.
—No, no lo parece. —dice Hiroshi.
—Megumi…—deja escapar Kaizer. —Ella es aguerrida, no se perdonaría ser tratada como alguien débil. ¡Andrea ella no es para nada débil! —le grita hasta que llega a los oídos de la joven.
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Editado: 22.11.2024