Tauro, a pesar de su enorme tamaño ahora de mas de dos metros y medio, se abalanza sobre los chicos con sus brazos extendidos y apariencia ya grotesca sacado de las mas horrendas historias de terror. Una bestia, una criatura excesivamente violenta y que vomita espuma por la boca.
Con solo verlo Megumi entra en pánico y cada paso que da Tauro es un recuerdo de su pasado que se tuerce en color negro y gris. Su tortuosa vida de niña hasta el momento en que conoce a Kaizer, todo parece una repetición como si estuviera mirando todo lo vivido con una precisión alarmante:
—No me imaginaba que fueran demasiado talentosos algunos estudiantes. —dice la chica.
—Si, me pone aún más nervioso que antes. —responde involuntariamente Kaizer.
Aquellas primeras palabras que ambos intercambiaron son recuerdos preciados que sirvieron para que los temores se desvanecieran y el sentirse querida sea el pan de cada día llena de dicha. La oscuridad se había disipado transformando su vida en felicidad y risas gracias a camaradas, amigos y ahora familia que la protegen.
Al darse cuenta de ello, ese miedo que Tauro había provocado hace momentos se convierte en valor y decidida camina hacia el hombre convertido en bestia sin inteligencia solo adicto a la batalla y venganza. Kaizer intenta detenerla, aunque el daño recibido lo hace permanece en el suelo sin poder moverse.
Megumi se para en el camino y abre sus manos, dispuesta a aceptar el pasado y sacrificarse para que su amigo tan amado pudiera tener una oportunidad para escapar. Decide soportar el ataque enemigo. Ella sonríe con lagrimas que salen de sus ojos y circulan por las mejillas:
—Gracias chicos, fue…una hermosa aventura, pero todo tiene un final…—piensa con resignación y cierra los ojos. La decisión está tomada y no hay vuelta atrás.
Kaizer solo atestigua lo que va a ocurrir. Se siente impotente y suplica a Megumi que se aparte:
—¡Megumi! No, no, no, por favor, apártate. —piensa. —Maldición, tengo que moverme. ¿Ahora tenía que quedarme sin fuerzas? ¡dios, odio ser tan débil! ¡juré protegerla y sigo fallando a mi promesa! —golpea el suelo con su puño cerrado dando de lleno con los nudillos.
El cabello de Kaizer se eriza y ráfagas de viento lo envuelven y sorprendentemente se levanta y desaparece de su posición. Tauro lanza su ansiado puñetazo hacia Megumi pero algo sucede. No llega a su objetivo sino todo lo contrario, un obstáculo tan duro como intimidante se interpone entre su tan ansiada venganza y él.
Megumi abre sus ojos y de espalda se encuentra con un Kaizer expulsando aura oscura con destellos oscuros y venas hinchadas que no evoca a la misma apariencia que Tauro, más bien se mantiene delgado, pero con una presencia imponente. El chico bloquea solo con su mano el puño gigantesco de Tauro:
—Te hice una promesa. —dice Kaizer y desvía su mirada hacia ella. —Deberías saberlo muy bien.
—Kaizer…—se cubre el rostro solo dejando los ojos llorosos.
El joven vuelve hacia su rival y mientras expulsa de frente el aura y destellos eléctricos proclama con fuerza en su voz:
—¡Ya te lo dije, te romperé todos los putos huesos! ¡esa fue mi promesa hacia ti maldito infeliz!
La presión que emite Kaizer es tan densa que el criminal no consigue soportarlo. En respuesta busca golpear con su puño el cual acaba siendo bloqueado de la misma manera que el primer ataque.
Tauro tira de sus brazos para zafarse del agarre del chico. El cambio rotundo en Kaizer es tan radical que usa su cabeza para darle un cabezazo en la frente del joven y así poder retroceder:
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué proteger a esta perra inútil?! Matarla haría un gran bien a este mundo. Es una maldita inútil que ni siquiera como prostituta sirvió…hasta por su culpa toda mi facción acabó destruida. ¡¿Acaso tienes una maldita de todo lo que provocó?! ¡su vida, su existencia es un problema y aún así la proteges como si fuera…!
—Cierra la… ¡puta boca infeliz! —de su cuerpo salen expulsados destellos y una presión que lo somete a Tauro.
—¿Q-Que acaba de pasarme? ¿Por qué estoy de rodillas y apenas consciente? —se pregunta Tauro.
—¿Crees que puedes venir y criticar mi decisión, usar a una persona porque crees que es lo mejor? Ella fue violada por imbéciles como ustedes y vienes con esta estupidez. ¡No saben nada de ella! ¡la destruyeron en todo sentido! —grita Kaizer con tal fuerza que la presión ejercida sobre Tauro es mucho más fuerte.
—¡Esa mocosa es una triste y malgastada forma de vida que nunca tendría que haber nacido! ¡mi madre murió por esta puta y no perdonaré que siga viviendo! —exclama Tauro mientras lucha para ponerse de pie contra el origen del invencible.
—Sabes…ella fue…—dice Kaizer mientras ella lo mira y escucha todo con atención. —la primera persona que me hizo sentir fuerte de verdad. Desde que la conocí nunca sentí que fuera a perder en nada. Tampoco a sentir miedo. Pude aprender a leer y escribir gracias a ella. Aprendí muchas cosas más y es verdad que los enemigos serán más fuertes y peligrosos, pero…tenerla…tenerte a ti a mi lado hace que me sienta… ¡invencible! —de su cuerpo sale despedido un rayo negro que impacta contra las nubes despejando el cielo que desde hace un tiempo largo estaba oscuro y lloviendo torrencialmente. Se da media vuelta una vez más y sonríe.
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Editado: 05.01.2025