Acorde del Corazón (libro 3. породица)

Cap. 5 Angustia y sorpresa

 

Después de asegurarse con rapidez que todos los que estaban en el centro se encontraban bien, Nick partió hacia el hospital y por primera vez Jesse no protestó por la velocidad, y ciertamente Jack iba matándose, aunque lograron llegar enteros. No obstante, tendrían que esperar para tener alguna noticia, pues David lógicamente estaba en la sala de urgencias con Charlie.

Jack que era extremadamente propenso a perder la calma con mucha facilidad, algo que era más bien problemático dedicándose a lo que se dedicaba, había comenzado a pasearse de un lado a otro, mientras que Nick seguía intentando calmar a Jesse, pero viendo la imposibilidad del asunto, llamó a Giuliana y le contó en forma suscinta lo sucedido.

En principio casi se arrepintió de haberlo hecho, porque su hermana comenzó a gritar al otro lado de la línea, y para empeorarlo todo, repentinamente escuchó la voz angustiada del rokerito.

  • ¿Nick? ¿Lyn está bien?

Una de las mejores cosas de Nick era su sangre fría, lo que le permitió responder en lugar de cortar la comunicación. La desesperación de Dàmir obedecía a que en medio de los furiosos gritos de Giuliana, había captado y entendido algunas palabras como: disparos e Isabella.

Kerim que sí había entendido todo debido a que el italiano era su segunda lengua, una vez que Dàmir le arrebató el móvil a Giuliana, él se ocupó de tranquilizar a la chica, y aunque no le resultó sencillo, finalmente lo había conseguido y Giuliana estuvo en condiciones de coger de nuevo el móvil para hablar ahora con Jesse que había sido la idea original de Nick.

Mientras Giuliana hablaba con su sobrina, Kerim se ocupó ahora de Dàmir que parecía al borde de un colapso.

Entre tanto Nick y mientras Jesse escuchaba a Giuliana, se había recostado de la pared cerrando los ojos y toda su vida comenzó a desfilar por su mente.

Los Aliano se habían trasladado a aquellas tierras cuando Nick era poco más que un bebé, y Charlie había sido su primer amigo. Siendo que como ya se dijo Nick estaba muy pequeño, no había un solo día de su vida al menos que él pudiese recordar, en el que Charlie no estuviese presente. Si bien a nivel sensorial conservaba recuerdos de su tierra natal, a nivel conciente todos estaban ligados al lugar donde había crecido y éstos a Charlie. Las personas de su entorno iban y venían, algunas se quedaban más tiempo que otras, y unas cuantas se habían marchado para no volver, pero la única que había sido constante era Carlo Facelli. Nick podía reñirlo, insultarlo y hasta golpearlo, pero él siempre había permanecido a su lado. Fue Charlie quien impidió que caminase derecho hacia la muerte cuando quiso ir a vengar la de su hermano Federico; fue Charlie quien evitó que cayese cuando murió su madre y quien de nuevo estuvo a su lado cuando creyó que Giuliana también lo había abandonado. Más recientemente y con motivo de la gravedad de Jesse, había sido Charlie el único testigo de sus desesperadas lágrimas al verla sufrir a raíz de las sesiones de quimioterapia y quien lo arrastrase con él a la capilla a pedir por la vida de Jesse; aquel recuerdo encendió una ruidosa alarma en el cerebro de Nick, porque si bien él había dejado de creer en Dios el día que su madre había muerto, Charlie no, y el día que estaban en la capilla, el chico se había arrodillado y mirando el crucifijo había hecho una petición.

  • Señor, si quieres a alguien y no te resulto tan malo, entonces llévame a mí, pero permite que Jesse se salve

En aquel momento Nick no había valorado aquello en su justa medida, pero ahora ante la posibilidad de perder a la única persona que no solo siempre había creído en él, sino que había estado dispuesto a seguirlo y a arriesgar su vida por él, se sintió morir y repentinamente se levantó de la silla y corrió hacia la capilla.

Jack había detenido su nervioso paseo, Jesse se había despedido apresuradamente de Giuliana, y ambos habían corrido tras Nick, pero los dos se sintieron igualmente sorprendidos al verlo entrar a la capilla. Jack al igual que Jesse, nunca había tenido motivos para creer en un Dios que permitía tanta desgracia, pero el primero a diferencia de la segunda que tenía furiosas discusiones con Mihailo al respecto, no se metía con quienes sí creían, pero estando al tanto de la posición de Nick después de la muerte de su madre, no podía estar más sorprendido, y en el caso de Jesse, nunca había hablado con su hermano de aquello y también se sorprendió al pensar equivocadamente que Nick pudiese ser como Mihailo. Sin embargo, iban a sorprenderse aun más al entrar y escuchar a Nick.

  • ¡¿Qué sucede contigo?!  --  estaba gritando Nick  --  ¿Acaso no te basta con los miles de muertos que producen las guerras? ¿No te basta con las miles de enfermedades que envías a las criaturas que se supone amas?  --  y a medida que hablaba su voz adquiría más volumen  --  ¿No es suficiente con todo el dolor que nos produces?  --  preguntó golpeándose el pecho  --  ¡Tienes muchos problemas si no eres capaz de ver quiénes merecen morir y quienes no! ¡No es posible que seas lo bastante estúpido como haberte tomado en serio lo que te dijo!  --  en este punto Jesse y Jack se miraron con preocupación, porque aparte de no entender, pensaron que el dolor estaba haciendo que Nick perdiese el juicio  --  ¡Él no merece y no quiere morir!

Nick cayó al piso escondiendo el rostro entre las manos, así que Jack y Jesse se acercaron con cautela, pero fue Jack quien habló.

  • Hermano, creo que…
  • Él… ofreció su vida a cambio de la de la enana, pero no… quería morir  --  dijo en forma entrecortada




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