Cuando Donatello fue trasladado a la habitación, lógicamente los primeros en poder pasar a verlo fueron Nick y Jesse, pero al menos en el caso de ella ahogó una exclamación. Esto obedecía a que Donatello tenía el rostro prácticamente cubierto por vendajes, así que ella miró a David.
Jesse miraba hacia la cama con los ojos desorbitados mientra que Nick tenía aspecto pétreo, pero ya David lo conocía lo suficiente como para saber que o bien estaba furioso o demasiado conmocionado.
Como Marco sabía que era poco probable que los Aliano lo dejasen entrar a ver a Donatello, esperó hasta que pudo hablar con David a solas para enterarse cómo estaba Don y cuál era el pronóstico. Una vez hecho esto, se marchó aunque dejó a Al en el hospital y con órdenes de comunicarle cualquier novedad.
Por mucho que Nick y David insistieron en que Jesse regresase al departamento, ella se negó y a menos que la noquearan, ellos sabían que no iba a ceder y lo único que David consiguió de ella fue la promesa de quedarse en la habitación porque en cualquier caso a ella no le interesaba ir a ningún otro lugar.
Ya era de noche cuando Donatello comenzó a quejarse y Jesse saltó de la silla mientras que Nick, que había estado de pie al lado de la cama prestaba atención.
Jesse miraba a Nick en forma interrogativa, porque tal vez y de hecho así era, él entendía lo que había dicho Donatello, pero ella no.
Como no dijo nada más, asumieron que se había dormido de nuevo, pero un momento después comenzó a hablar de nuevo aunque no estaban muy seguros de si estaba soñando o simplemente diciendo incoherencias, algo que preocupó mucho a Jesse, porque aparte de que entendía menos de la mitad debido a que mucho de lo que decía lo hacía en su lengua natal, la otra mitad lo que no tenía era sentido.
Jesse asintió pero seguía teniendo expresión de disgusto. Esa noche se les hizo muy larga, porque tan pronto Donatello estaba hablando aunque ellos no supiesen de qué, como llamándolos a pesar de que cuando contestaban él no agregaba nada más.
Donatello no recuperó la lucidez plena sino hasta el mediodía, momento en el que ya Nick no pudo seguir negándose a decirle lo que había sucedido y era algo que Donatello había preguntado en reiteradas oportunidades a lo largo de la mañana, pero hasta que David no le confirmó a Nick que estaba plenamente consciente, él no se avino a hablar del asunto.
Esto obedecía a que en su opinión, calificar el accidente de pequeño era un eufemimo colosal, y Donatello debió pensar más o menos lo mismo.