Tres días antes de la boda, Dàmir no podía dormir y bajó a su estudio, buscó sus partituras y comenzó a revisarlas. Giuliana no andaba muy desencaminada cuando decía que Dàmir no era ordenado, aunque lo era, sino obsesivo, y lo que estaba haciendo lo demostraba, porque ya tenía listas todas las canciones para una próxima producción a la que aún no le había colocado un nombre, ya que, si bien estaban terminadas las composiciones, todavía no había conversado con el grupo acerca de ello, aparte de que tenían detenida la producción de aquella en la que habían estado trabajando. Aunque por fuerza les había mostrado dos que fueron las que tocaron en la reciente presentación que habían hecho en St. Mary, eso no extrañó mucho a nadie, pues Dàmir siempre tenía más canciones de las estrictamente necesarias para cualquier producción, y como de costumbre, lo que no sabía era que ya las mismas estaban circulando en la Web, porque siempre había alguien que se encargaba de subir cualquier cosa que captaran con sus móviles.
Pensó en comenzar con los arreglos, pero hizo las hojas a un lado y lo que agarró fue la guitarra. Como aquel estudio no era insonorizado como el de Inside Hill, y ya todos estaban durmiendo, conectó los audífonos.
Jeff que había decidido que necesitaba algo de distracción, había arrastrado a Nathan con él, así que estaban llegando intentando no hacer ruido, cuando vieron luz en el estudio.
Jeff meneó la cabeza y decidió que, como él no tenía la misma curiosidad, se iría a dormir, porque Nathan podía estar de vacaciones, pero él no y tenía que levantarse muy temprano.
Nathan se asomó con cuidado y efectivamente vio a Dàmir haciendo anotaciones y luego tocando la guitarra. Aunque él no podía escuchar nada, igual se quedó hasta que Dàmir notó su presencia y se quitó los audífonos.
Como ya Dàmir lo había visto, se acercó a mirar lo que hacía y lanzó un silbido.
Nathan a diferencia de Kerim, por ejemplo, no necesitaba escucharla, pues al ver las notas, éstas comenzaron a sonar en su cabeza y notó dos cosas, la primera ya la había comentado con relación a la belleza, y la segunda, que era una balada que, en su opinión, sonaría mejor con pocos instrumentos. Naturalmente él sabía que Mix, o el mismo Dàmir, podían hacer los arreglos correspondientes y que probablemente sonaría igualmente bien, pero, aun sin escucharla realmente, en su cabeza seguía pareciéndole que cuando mucho, con piano y violín, y si acaso, una guitarra acústica.
Dàmir en realidad aún no había pensado nada de nada, como sucedía con cualquier cantidad de canciones que había compuesto solo porque se le ocurrían, pero sin ningún objetivo específico; en ocasiones las componía con letra, como la presente, y otras eran solo melodías a las que agregaba letra más adelante, o lo hacía Imran que era el poeta como decía Ajle en forma muy odiosa la mayor parte del tiempo y solo por molestar al pacífico Imran.
Si Jeff se burlaba de Victoria diciendo que la chica pensaba en Dàmir como en alguna especie de deidad, el caso de Nathan era doblemente grave, porque no era que el imaginase a Dàmir del mismo modo, sino que para él lo era y punto, lógicamente y entendido en el contexto artístico, de modo que al escucharle decir aquello, enrojeció violentamente y su corazón comenzó una loca carrera.
Si bien Dàmir no podía escuchar al corazón de Nathan, si vio su enrojecimiento, y recordó cómo se había sentido él mismo, cuando Reik se había presentado de improviso en el concierto que habían dado por Jör y le había dicho las cosas que le dijo; sin embargo, en su opinión, él estaba muy lejos de ser Reik Adams que era una leyenda viva del metal, como para provocar aquella reacción en el chico, así que decidió ignorar eso y pasó a algo más importante, al menos para Nathan, pues se trataba de su futuro.
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Editado: 23.06.2024